Hellbound: El infierno en la tierra

EL CONOCIMIENTO ES PODER

Clarity se disponía ya a regresar de la colina donde había estado por alrededor de una hora y media, pudiendo conseguir el relajarse un poco para volver a la acción en caso de que la necesitasen. No había visto a Sebastian ni a Bow en todo ese tiempo, y se estaba preguntando esos dos. Normalmente en el tiempo libre de ellos, se ponían a entrenar, o a hacer tonterías de chicos de diecisiete y dieciocho años, así que no sabía que era lo que estaban haciendo.

Ya en el camino, cerca de su casa, se topo con alguien inesperado.

- Buenas noches, joven Chuchbale. – Era el rey Hawkeye, normalmente no se le veía en las afueras de la ciudad, la pasaba siempre en el castillo – He estado esperándola, me enteré de la situación del joven Bakewell. ¿Se encuentra bien?

Así que para eso estaba afuera del castillo. Near le había dicho a temprana hora todo lo que el rey le había dicho en el castillo, y tenían mucho en común ellos dos.

- Buenas noches, señor. – Respondió Clarity, con mucho respeto – Debo informar que no sé con certeza como se encuentra Near, su excelencia. Él… se desmayó cuando despertó del sueño.

- ¿Del sueño? – Así que el rey no estaba del todo enterado, simplemente oyó lo que le convenía – ¿De qué está hablando?

- Al parecer, el espíritu acompañante de Near se encontraba en un sueño constante que él tenía desde hace unos días. Hemos hecho todo lo posible para que pudiera enfrentarlo y salir victorioso.

- Y supongo, que el hecho de que haya despertado es un buen indicio, ¿no es así?

- Si, señor. A pesar de que no tenemos algo que nos confirme, eso es una buena señal.

El rey guardó silencio por un momento, como analizando la situación en la que se encontraba. Después de pensar, sacó del bolsillo derecho un pequeño papel, con números.

- Esto es para cuando el joven Bakewell despierte. – Le explicó a Clarity – Dígale que busque en la biblioteca esta dirección.

- Si, señor. – Clarity miró la pequeña hoja por un momento – Si me permite preguntar…

Clarity levantó la vista mientras hablaba, para mirar al rey, pero él ya no estaba. Siempre era así de misterioso.

Clarity llegó por fin a su casa, y para su sorpresa, ya todos estaban adentro. No sabía que había pasado, ella había cerrado con llave.

- ¡¿Se puede saber qué estáis haciendo en mi casa!? – Le preguntó al primero que vio, en este caso, fue sebastian –

- ¡Oye, oye! Tranquila, tome tus llaves de repuesto antes de salir de aquí. Es mi culpa – Respondió, mostrando las llaves en la mano derecha –

- Eres un idiota. – Clarity le arrancó las llaves de la mano –

- . No hemos revisado nada, ni siquiera el cajón en tu cuarto que guarda tus prendas. – Le dijo Sebastian al oído. Salió corriendo luego de eso –

- ¡! Sebastian ¡!

Mientras Clarity corría tras Sebastian para golpearlo, Bow y Sascha se encontraban en la habitación de Near, esperando a que este despertara.

- ¿No sabes cuánto tiempo puede durar esto? – Preguntó Sascha –

- No, pero y si lo ves ahora, esta mucho mejor que antes. Cuando despertó tenía un horrible color pálido, ahora esta mucho mejor. 

- Espero que tengas razón.

- La tengo. – Dijo Bow, el chico con más seguridad del mundo – De todas formas, no tienes que preocuparte mucho, Sascha, Near es muy fuerte, lo sé por experiencia.