Mentiras y sexo -Harry y _____- (terminada)

Capitulo 33

Harry abrió el buzón para sacar el correo. Dos de sus vecinos estaban hablando en el portal. Harry, correo en mano, pasó por delante de ellos, saludó y se dirigió hacia el ascensor.
Podía imaginarse a _____ sumándose de lleno a la conversación. De hecho, desde que había dejado su casa unas horas antes, todo parecía recordarle a _____. La sonrisa de la azafata, los artículos de la revista del avión, los perros con los que se cruzaba...
Aquella ruptura le estaba doliendo de una forma terrible.Y eso que ni siquiera había sido una ruptura, puesto que en realidad no estaban juntos. Quizá le dolía tanto porque _____ había asumido lo peor sobre él. Después de la conducta de su ex, era comprensible su tendencia a desconfiar de cualquier hombre, pero a él le dolía de igual manera. Quería redimirse ante sus ojos, demostrarle que era un hombre honrado.
Abrió la puerta de su apartamento y lo encontró limpio y ordenado, gracias a Alice, y muy vacío. A lo mejor debería comprarse un perro, como había sugerido _____. Alguien menos nervioso que Ditzy, y más pequeño que Boomer... ¿Pero a quién pretendía engañar? Sus continuos viajes hacían imposible que tuviera una mascota. Aunque, por otra parte, si en algún momento decidía dejar Man's Man y volvía a escribir... No, continuaría viajando, sin duda.
Dejó la bolsa de viaje en el dormitorio, sacó las llaves y las monedas que llevaba en los bolsillos y las dejó sobre la cómoda. La cómoda de _____ estaba llena de objetos de cristal y de fotografías.
Él ni siquiera tenía una fotografía de sus padres, advirtió. Un momento.Tenía una fotografía que le habían hecho cuando había salido de la universidad. Se la había enviado su madre. Quizá la tuviera en aquella caja en la que guardaba las cosas de la universidad. En un impulso, sacó la caja que guardaba en lo más recóndito del armario. Buscó entre todos aquellos papeles y encontró una fotografía que el tiempo había amarilleado en la que aparecían sus padres durante su luna de miel, sonriendo y agarrándose del brazo. En un momento de sentimentalismo, se la había llevado al irse de casa. Le gustaba la alegría que reflejaban sus rostros. Eran tan jóvenes, y parecían tan esperanzados y confiados en su amor. Se habían divorciado poco después de que él se fuera de casa.Afectado por la ruptura, y en una clara violación del implícito voto de secreto que había hecho la familia de no hablar sobre el tema, Harry les había dicho a ambos que habían tomado una decisión equivocada. Las palabras de su madre todavía lo perseguían, porque contenían una especie de advertencia para él: «Tu padre es como un castillo rodeado por un foso. Cuando lo conocí, era tan intenso, tan atento, que no me di cuenta de que no había puente alguno para cruzarlo. Rezo para que tú seas diferente, Harry, pero si no lo eres, no engañes a ninguna mujer. No le ofrezcas más de lo que estás dispuesto a darle».
La imagen del foso había quedado impresa en su alma y había seguido el consejo de su madre, evitando a las mujeres que podrían confundir su amistad con algo que nunca podría llegar a ser. Hasta que había conocido a _____, por supuesto. Harry llevó la fotografía de sus padres al dormitorio y la clavó en el corcho que tenía al lado del monitor. Hacía un año que no hablaba con su padre. Hacía tiempo que se había vuelto a casar, pero no parecía muy contento con su segundo matrimonio. Su madre, sin embargo, lo llamaba una vez al mes.A lo mejor debería aceptar el consejo de _____ y verlos más a menudo. A su manera, los quería. Y quizá tuvieran más cosas que contarse después de tantos años. Con un suspiro, encendió el ordenador para revisar el correo y encontró otro mensaje de Curt Paterson, que quería saber la decisión que había tomado sobre su oferta. Recordó las palabras de _____: «La vida es demasiado corta para aburrirse o vivirla con tristeza». Después vio el mensaje con el que le respondía su antiguo editor de Florida. ¿No había dicho _____ que su ex también había hecho algo por allí? Los estafadores adoraban Florida, un lugar lleno de jubilados que fundían allí sus rentas vitalicias. Quizá pudiera investigar algo al respecto. Le pediría a su amigo que buscara información sobre Richardson, o Bill Donaldson, como por lo visto se hacía llamar.
Quizá no fuera lo que _____ necesitaba, pero si podía averiguar algo más sobre la rata que la había engañado, le demostraría que no estaba sola. Las probabilidades de que lo encontrara eran remotas, pero algo había que hacer, además de servirse un whisky con el que intentar aliviar su tristeza.