Capítulo 14

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Unas cuantas horas después, _____ descansaba con la mejilla sobre el pecho empapado en sudor de Harry, escuchando los firmes latidos de su corazón. Harry dormitaba, y se había ganado aquel descanso después de haberle proporcionado otra sorprendente serie de orgasmos. Incluso dormido, continuaba abrazándola. _____ se deleitaba en su delicioso olor y saboreaba la sal de su piel con la lengua. Mmm. Le habría encantado pasar allí la noche, abrazada a aquel hombre, pero no se atrevía. Además, tenía que sacar a pasear a los perros y comenzar a redactar su columna.Y, sobre todo, no quería estropear aquel momento con ninguna clase de conversación. Harry podía tener opiniones muy diferentes a las suyas y quería preservar la magia de aquel momento a toda costa. Para su columna y para ella misma. Moviéndose con mucho cuidado para no despertarlo, dio media vuelta en la cama y se levantó.

-Eh, no te vayas... -le pidió Harry con voz somnolienta.

-Tengo que marcharme -contestó ella con una sonrisa.

-Volveré dentro de dos semanas -musitó Harry con una voz tan débil que podría haber estado hablando en sueños.

_____ agarró su ropa y se metió en el cuarto de baño para vestirse. Salió andando de puntillas y se detuvo a contemplar a Harry durante unos segundos. Por un instante, estuvo a punto de regresar a la cama y continuar a su lado. Pero no, tenía que marcharse. Sus mascotas y su columna la estaban esperando. Volvería al cabo de dos semanas, había dicho Harry. _____ se acercó a la mesa y escribió una nota: Llámame cuando vuelvas a la ciudad.

Añadió su número de teléfono y firmó. Después se marchó, alejándose por el pasillo todo lo sigilosamente que pudo. Estaba abandonando la habitación de un hombre en medio de la noche, como correspondía a una columnista de Sexo en la ciudad, como decidido titular su nueva columna Una vez en el vestíbulo, se despidió del recepcionista con un gesto y salió hacia la noche. En cuanto llegó a casa, sacó a sus mascotas para que se ocuparan de los asuntos más urgentes y después se sentó frente al ordenador. Fueran las cuatro de la mañana o no, estaba completamente despierta. Escribiría sobre sexo y utilizaría el mismo tono brioso que empleaba en su columna sobre la vida social en la ciudad, dejando de lado su encierro en el cuarto de baño y su inicial falta de interés por alcanzar el orgasmo. En otras palabras, escribiría una columna al modo de Em.

"Además de nuevas copas, vuestra reportera de Sexo en la ciudad ha decidido saborear también un hombre nuevo. De modo que me he acercado a un bar conocido por la modernidad de sus mezclas y por las altas posibilidades de encontrar un compañero de cama, la mejor forma de matar dos pájaros de un tiro. La primera tarea de la noche ha consistido en cuidar de un corazón roto al que he terminado enviando a hacer las paces con su novia. Vuestra siempre servicial Em nunca falla. Después le echado el ojo a un ejemplar de hombros anchos y sonrisa perezosa en el que me había fijado al volver del servicio. Nota: antes de decidir vuestra ubicación en un bar, chicas, haced un a visita al tocador para calcular los mejores sitios para contemplar a vuestros amiguitos. Ah, y otra nota para los diseñadores: los pasadores de Hello Kitty pueden servir para atraer a un hombre. Después de una corta conversación con quien a partir de ahora llamaré don Momento Oportuno, comenzó a subir la temperatura, y también nosotros decidimos subir a su habitación. Nota para los impacientes: los bares de los boteles facilitan la transición hacia las relaciones más íntimas. Un viajecito en al ascensor y ya estás en la cama."

Las palabras fluían con facilidad y muy pronto _____ estaba leyendo su primer borrador y sonriendo de tal manera que la cara le dolía. Había descrito la primera relación sexual con aquel hombre con todo lujo de detalles pero sin ser excesivamente explícita. Tenía que conocer la opinión de Will, así que preparó un correo electrónico y envió la columna al ciberespacio. Para cuando llegara a las oficinas de Phoenix Rising a las diez de la mañana, Will ya estaría preparado para cantar sus alabanzas.

Mentiras y sexo -Harry y _____- (terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora