Sol#2896
Ya ha amanecido solo que hoy el cielo esta nublado y hace un poco de viento. Sigo en camino hacia el bosque, ¡si! Hybelia es muy grande, pero no se preocupen ya voy a mitad de camino, a lo lejos se pueden ver algunos arboles.
Amely no ha dicho ni una palabra, tal vez aun este dormida. las nubes grises, el viento fresco y ese aroma húmedo, me hace recordarla a Ella. Aun recuerdo como nos encantaban las mañanas de cielo gris, nos alegraban el día y cuando nos levantábamos, su sonrisa lo alegraba aun más.
Salíamos por el parque, con el viento helado chocando en nuestros rostros, haciendo sus mejillas tornarse de un color rojo, de un rojo muy hermoso. Nos encantaba ver a las personas pasar y preguntarnos cosas sobre ellas; ¿tendrá hijos? ¿cual es su nombre? ¿estará casado? ¿traerá calzoncillos? Todas esas cosas la hacían sonreír.
Después de un rato en el parque volvíamos a casa, nos íbamos a la sala y nos sentábamos en el sofá con una taza de café, a Ella le gustaba con mucha azúcar, dábamos ligeros sorbos mientras platicábamos frente al fuego. Cuando comenzaba a llover, las gotas hacían ese repiqueteo al caer y los vidrios se comenzaban a empañar y nos arrunchábamos. Ella sacaba un libro, nuestro libro favorito: Canciones bajo la lluvia.
Me recostaba en sus piernas, mientras Ella me cantaba algunas melodías para mi, aun extraño su voz, me hacia olvidarme de todo, me hacia sentirme feliz...
Disculpen si esta carta esta un poco maltratada por el agua, lo confieso, estoy llorando. Recordarla a Ella no es fácil, recordar "esos momentos" que tal vez nunca volverán. Escribo este diario porque puedo sacar todo lo que tengo dentro, escribir en papel esas palabras que se derraman, esos recuerdos que hacen parecer nubes grises, pero "nubes grises deprimentes".
Lo escribo porque, ¿quien sabe? tal vez algún día si llegara a volver a casa, publique mi diario en algunas de esas paginas baratas para libros. Y gane algún premio o algo por el estilo . Tal vez en este momento se preguntaran ¿ que paso hace 7 años? pues esta es la razón de esta carta.
Hace un poco mas de 7 años, Ella y Yo trabajamos en un laboratorio, el cual estaba empezando a funcionar después de un ataque o algo parecido, muchos dicen que fueron cosas de otro mundo pero todos los medios lo negaban, aunque no era del todo cierto, Ella y Yo trabajamos en un caso especial como investigadores, ya que después del supuesto ataque, entre las ruinas se había encontrado lo que parecía ser un brazalete, de un color dorado y que tenia 7 orificios. Un día de cielo gris, lo estábamos estudiando y estaba dentro de una caja de cristal, ya que contenía una gran radiación.
Entro un pequeño tema y hubo una pequeña discusión, nuestra voz se comenzó a alzar cuando... Un pequeño "crack" nos interrumpió, el cristal se estaba cuarteando y comenzó a brillar tan fuerte que solo la alcance a mirar y ver sus ojos de preocupación, esos ojos café claro...
Un destello ocurrió y al abrir los ojos me encontraba tirado en medio de la nada, solo, su collar a un lado mio, y el brazalete al otro. No podía creer lo que acababa de ocurrir, ¿donde rayos estaba? ¿DONDE ESTABA ELLA? me hice esa pregunta durante varios días y en las noches no paraba de llorar, me temía que nunca la volvería a ver y lo peor de todo es que me despedí de Ella con una discusión, eso no paraba de atormentarme.
Algo curioso es que en los 7 años que llevo aquí, no eh envejecido, nose si eso sea bueno o malo. Me refugie en algunas cuevas hasta que conocí a la gente de aquí, hablaban otro idioma pero cuando me ponía el brazalete los escuchaba hablar en el mio, y yo al parecer hablaba el suyo, conseguí hospedaje, los primeros días fueron muy difíciles, tener que asimilar todo esto. Con el tiempo me fui adaptando, comencé a estudiar en los libros, esta región, los distintos lugares, su religión, moneda, monarquía etc...
La familia con la que vivía me enseño todo lo que se sobre pelea, armas y supervivencia, y bueno, de alguna forma me tenia que ganar la vida ¿no? me daban tanto cariño y me mostraron tanto su afecto. Todas las noches pensaba en Ella, en sus canciones, en sus ojos, en un sonrisa, y siempre rogaba por Ella, nunca perdí la fe.
Pero un día de nubes grises, estaba de regreso en una gran travesía y traía regalos para todos, cuando a lo lejos pude observar humo, corrí lo mas rápido que pude, mi respiración se hacia brusca, mi corazón palpitaba tan fuerte, mis ojos comenzaban a querer derramar lagrimas, llegue y las casas estaban destruidas y quemadas, un sujeto montado en una bestia ordenaba a sus seguidores hacer una cruel matanza, su nombre era Saf-jot. busque a mi familia y la vi de rodillas ante el, cuando corrí hacia ellos, ordeno decapitarlos y los vi morir frente a mi, a aquellos que consideraba mis padres, hermanos y hermanas y ver ese liquido rojo escurrir.
Caí de rodillas ante la impotencia, ¿que podía hacer? eran cientos, llore amargamente y contuve las ganas de gritar, esa presión en el pecho, ese nudo en la garganta y sentir mi sangre hervir, hace mucho que no lo sentía.
Se fueron de ahí, me acerque y jure vengarlos pero no dije nada, los enterré como debía y me senté entre los escombros, comenzó a llover, en el cielo de"nubes grises, nubes grises deprimentes"
Espero y se les haga interesante , cualquier cosa comenten y voten :3
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Las Siete Muertes
Ficção AdolescenteCambiar es morir. Ese es el pilar de esta obra. Nuestra vida está construida a base de cambios y por ende, de pequeñas muertes que se producen a lo largo de ella. Sin darnos cuenta cargamos con los restos de cuerpos que se pudren dentro de nosotro...