Jerónimo: ¡Enhorabuena! No pudiste escoger uno mejor Alexia – Dice sonriendo – Ahora cuéntennos ¿Para cuándo es la boda? – Dice sonriendo
Alexia: Papá – Susurró
Jerónimo: Hija ¿Acaso no entiendes que el destino los está juntando de nuevo? No puedes desaprovechar la oportunidad para casarse, desde pequeños los veíamos como pareja
Alexia: Pero apenas llevamos dos meses de relación
Mateo: No se preocupe que la boda si va a suceder Sr. Solo que primero tengo que proponérselo a Alexia y luego a ustedes. Un poco más formal
Jerónimo: Nada de Sr. Dime Jerónimo ¿Eres mi yerno?
Mateo: Está bien Jerónimo
Jerónimo: No se diga más, vamos a cenar
Mateo: Tome esto es para usted
Jerónimo: Este vino es excelente, tienes buen gusto. Vamos, pasemos
Alexia: Si, siéntense mientras mi mamá y yo servimos la cena – Se van
Jerónimo: Bueno ¿Y para cuando es la boda?
Mateo: Lo más pronto Jerónimo, lo que pasa es que quiero darle la sorpresa a Alexia
Jerónimo: Discúlpame por ser tan imprudente
Mateo: No se preocupe, tengo todo bajo control
Jerónimo: ¿Y cómo le pedirás matrimonio?
Mateo: Me dieron una idea un poco dramática
Jerónimo: Al fin, alguien que no haga la misma rutina, cuéntame
Mateo: El plan es...
Alexia
Me sentí un poco incomoda y feliz a la vez, por una parte feliz porque mis padres aceptaban nuestra relación con mucho gusto, incluyendo a mi padre y por otro por las preguntas que le hacía a Mateo, ya que no tenemos planes de boda y no se si Mateo tenga esos planes por ahora.
Soledad: ¿En qué tanto piensas hija? – Dice pasándome los platos
Alexia: En que Mateo va a salir huyendo de aquí
Soledad: ¿Por qué? Se ve muy a gusto
Alexia: Es todavía no tenemos planes de boda y mi papá salió con eso
Soledad: Tranquila, él sabe lo que hace
Alexia: Eso espero – Digo nerviosa
Soledad: Tranquila, vamos a cenar ¿Si?
Alexia: Si, vamos
Salimos con la cena y la servimos mientras Mateo me miraba con admiración, al igual que mi padre a mi madre. Me siento al lado de Mateo, agarro su mano por debajo de la mesa y comenzamos a cenar, veía a Mateo muy a gusto con su comida, al igual que mi padre.
Mateo: Esto está delicioso
Soledad: Lo hizo Alexia
Jerónimo: Sabía, esta sazón tenía que ser tuya
Alexia: Mi madre me ayudo
Soledad: Pero no en mucho, lo hiciste tú sola
Mateo: Que rico Mi Ángel
Jerónimo: ¿Por qué le dices Mi Ángel? – Pregunta mi padre curioso
Alexia: Porque Mateo es el joven que yo atropelle hace tiempo
ESTÁS LEYENDO
Mi otra mitad
FantasyAlguna vez te has imaginado que ya teniendo una vida hecha, una carrera y estar a punto de casarte con el que crees que es el amor de tu vida, pero que sin embargo creas que te falta algo para poder estar tranquila y vivir en paz. Por más que intent...