Capítulo VII [Parte I]

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James la miro esperando algo, se había quedado mirándolo fijamente a mitad del camino.

-¿Te pasa algo? –ella no contestaba.- _________, _________ amor ¿estás bien? ¿Qué pasa?
Ella recordaba ese día demasiado bien; aún podía percibir el temor en su vientre mientras estaban en el juego mecánico, Phillip tomando su mano y su perfil derecho… lleno de lunares junto a su oreja.

No era posible que se lo hubiera imaginado.

-Ese día… ¿recuerdas? –James la miro confundido, ¿de qué rayos hablaba?- Nuestra primera cita, en la feria… yo tenía terror de subirme a la montaña rusa y… y tú tenías muchos lunares aquí –tocó su mejilla, mientras James se apartaba rápidamente, provocando un gesto de parte de ella pero no le importo, no le gustaba que lo tocaran.- Ya no los tienes.

-Dijiste que no querías subirte al juego ¿por qué?

-No te hagas el desentendido ahora, Phillip. Sabes que odio las alturas, les tengo pánico. –pronunció mientras volvían a caminar.

-¡Eso es! –gritó mientras la solución tomaba su mente. Su madre había pensado que Moon sería una niñita tonta y distraída, pero tenía la memoria más asombrosa que había conocido jamás, acordarse de unos lunares era algo impresionante… pero también aterrador.-

-¿Qué es qué? –preguntó.

-Estabas tan asustada que de seguro no recuerdas bien, yo no eh tenido lunares nunca en esa parte de mi cara.

-Pero…

-________, ¿Qué te está pasando? –la interrumpió, tratando de usar psicología inversa, haciéndola sentir culpable- nena, desde que llegue no has hecho más que cuestionarme. Si te molesta mi peinado, me lo cambiaré, si te incomoda mi altura, caminare de rodillas -______ sonrió- Y si quieres que tenga lunares me los pintare, pero me estás haciendo sentir incómodo y culpable.

-Perdóname, es cierto. Tal vez esté un poco loca con todo esto, estuve muy estresada estos meses y lo siento, no quise hacerte sentir mal. Cambiar es algo natural y no te sienta nada mal, cariño.

-Gracias- James también sonrió de lado. Por dentro solo pensaba en que tenía muchos motivos por los cuales sentir culpabilidad; estaba engañando a una mujer que no se merecía ser engañada. Estaba actuando como alguien que no era y presentía que no iba a salir bien.

~°~

-¡Quiero hacer un brindis! –gritó Selena mientras los invitados a la fiesta le prestaban atención. -________, Phillip; ustedes se conocieron hace muy poco - ________ suspiró, esperando que su mejor amiga no dijera alguna tontería- pero cualquier persona que se acerque a ustedes puede percibir su amor en el aire, me alegro mucho que alguien como tu pueda hacer a mi amiga, más bien a mi hermana tan feliz. _______, eres la hermana que jamás tuve, Phillip tu ahora te conviertes en mi hermano también, brindo por su felicidad, y por su amor eterno.

-¡Salud! –gritando todos al unísono.

James bebía cada trago tranquilamente, con las palabras de Gomez atrancadas en la cabeza “amor eterno” ”se conocieron hace poco” ¿Cómo esas dos frases podían encajar en una misma oración? ¿Qué acaso ahí todos era unos completos ingenuos inútiles? Era obvio que Phillip no amaba a __________, era aún más evidente que James no lo hacía, ni siquiera la había mirado durante la fiesta, en cambio había estado siguiendo con la mirada a una delgada rubia de ojo azul que estaba a unas cuantas mesas portando un ardiente vestido rojo; __________ era muy hermosa, era verdad que tenía una carita encantadora, pero era muy simple… las pocas palabras que habían cruzado lo habían aburrido hasta la muerte, era una niña buena y a él no le gustaban las niñas buenas.

-¿Phillip, puedo hablar contigo?

-Claro –se aclaró la garganta un poco, no sabía con quién estaba hablando.

-¿Me recuerdas, no? Nos conocimos un poco antes de que te fueras, aunque claro, yo te conocí como su novio… no como su prometido, mi hermana me lo dijo unas semanas después.

-Claro que te recuerdo –mintió, por ahora lo único que sabía era que su hermano era _______.

-Bien. Solo vengo a decirte que la cuides mucho ¿sí? Y que cuando puedan me llamen, bienvenido a la familia Moon.

-Muchas Gracias, hermano ¿Te puedo llamar así? –maldita sea, a él mismo le incomodaba decir eso, pero no sabía su nombre.

-No me molesta, para nada.

James asintió y se alejó del lugar volviendo a su mesa.

-¿Qué te dijo Austin?

-¿Quién?

-Austin, mi hermano.

-Oh –bien, ahora sabía su nombre.- Solo me deseaba suerte. Parece alguien agradable –admitió.

-Lo es -______ sonrió. Phillip había estado un poco distante durante el evento, pero no lo podía culpar, hace unos momentos lo había estado acosando con preguntas estúpidas, se sentía muy culpable por haberlo hecho sentir incomodo.

-_________, todos se están yendo ¿No crees que deberíamos hacer lo mismo? Estoy cansado de tanta foto y tanto baile.

-Claro, deja despedirme de algunas personas y nos vamos ¿A qué hora partimos?

-Hasta mañana, esta noche la pasaremos en el departamento ¿te parece?

-Por mí esta bien, cariño. –Le dio un rápido beso y salió de ahí dirigiéndose a otras mesas, James la perdió de vista pronto.

¿Qué se supone que haría esa noche? ¿Acostarse con la chica? La acababa de conocer hace unas 5 horas ¡Por Dios! Además tampoco quería meterse en una serie de preguntas de cuándo, cómo y por qué se había tatuado, estaba tan cansado que de seguro respondería alguna pendejada.

Ser un farsante no era tan fácil como parecía

El farsante (James Maslow) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora