Simples Universitarias [Steven Universe]

Historias que contar

Me desperté algo inquieta. Mi cerebro no era consciente de donde estaba, normal a esas horas de la mañana.

Me incorporé lentamente y comencé a buscar mis gafas en la mesita de noche.

Las encontré, me las puse y miré a mi alrededor. Me sorprendía no ver a Lapis por ninguna parte, pero entendí todo al oír un irritante sonido proveniente de debajo la cama.

Ahí estaba ella, roncando plácidamente sobre el duro y frío suelo. Todo su pijama se había ensuciado debido al polvo, pero eso no le impedía continuar con su ruidoso sueño.

Cuidadosamente, me levanté y esquivé su insconsciente cuerpo.

Observé mi cama:

-¿Por qué simplememte no te fuiste a mi cama?-. Susurré.

No quería despertarla. Por lo que, como pude, la cogí por debajo de los hombros y la coloqué delicadamente sobre su cama.

Al acabar, me dirigí al baño y empecé a prepararme.

Tras lavarme los dientes y cambiarme, salí de la habitación para ir a la cocina.

Las clases no empezaban hasta mañana. Así que decidí aprovechar ese día para conocer gente nueva y, sobretodo, encontrar a mi descuidada e inmadura amiga.

Ayer estuve muy preocupada, no contestó a ninguna de mis llamadas. Había intentado llamarle una última vez en el baño, sin resultado.

-"¿Dónde cojones se habrá metido?"-. Pensé para mi.

Llegué a la cocina, preparé unos cereales y me senté en una de las mesas. Pude ver a Amethyst llegar desde la puerta:

-Hey, Super P.¿Qué tal tu primer día?-. Gritó animada.

-Me llamo "Peridot", no "Super P"-. Bufé.

-Uy, uy, uy, relax bro. Tía, fuera coñas, ¿qué tal? ¿Te llevas bien con tu compi?-.

-Sí, todo va bien. Es muy amigable y no nos costó mucho hacer buenas migas, pero sigo preocupada por Jasper...-.

-¿Tu amiga la fantasma?-. Rió.

- Puf, lo que tú digas-. Contesté, indiferente.

Una chica alta y de piel blanquecina entró en la sala:

-Hey, hey, hey, ¿qué hay, "loca del orden"?-. Pronunció Amethyst.

-Je, tan infantil como siempre-. Contestó esta, mientras le acariciaba la cabeza.- Ya te echaba de menos en el campamento-.

Miré, curiosa. Se dió cuenta y se presentó:

-¡Vaya, hola! Perdón, me llamo Pearl. ¡Encantada!-.

-Igualmente. Me llamo Peridot-. Respondí.

-¿Peridot? Mmm...-. Quedó algo pensativa.

-¿Algún problema,"P"?-. Preguntó Amethyst.

-Nada. Es solo que... Ese nombre me suena muchísimo-. Respondió.

-Pues no es muy común...-. Dije como curiosidad.

-Además, lo oí esta mañana. ¿Pero dónde?-.

De pronto, chasqueó los dedos y dijo:

-¡Ah,sí! Es el nombre que esa loca estaba gritando en el parque. Una tía algo robusta y con una quemadura en la cara-.

Me sobresalté:

-¿¡Qué!?¿¡Dónde!?¿¡En qué parque!?-.

-Em... en el parque que está delante del campus. No tiene pérdida...-. Contestó, asustada por mi reacción.

Salí corriendo, nisiquiera me despedí. Estaba claro, se trataba de Jasper. Formida, con una quemadura en la cara... ¡No había ninguna duda!

Me dirigí hacia allí siguiendo las pocas indicaciones proporcionadas por Pearl. No tuve ningún problema en encontrarlo.

-¡Jasper! ¡Jasper!-. Comencé a gritar su nombre.

Para mi sorpresa, recibí contestación:

-Peri... ¡Himp! Peridot... ¡Himp!-. Se oía cerca.

Fui directa a donde procedía los sonidos y me encontré con un paronama no muy acogedor.

Jasper estaba tirada en el suelo, completamente desarreglada y sucia. Pude ver unas botellas vacías a su lado. Estaba con alguien. Un chico algo regordete, de pelo rizo y con una camiseta con una estrella:

-¿¡Quién coño eres!? ¿¡Qué le has hecho a Jasper!? ¡Cómo le hayas tocado un solo pelo te juro que te voy a...-. Empecé a gritarle y maldecirle.

-¡He-hey! No seas tan ruda...-. Dijo, con tono algo infantil. -Yo llegué hace 30 min. La ví desorientada y gritando, así que decidí ayudarla...-.

Me relajé:

-Lo siento, no he sabido nada de ella y estaba preocupada. ¿Cómo te llamas?-.

-Soy Steven, soy nuevo aquí. Empezaré a estudiar medicina-.

-Vaya, conque irás en mi clase. Interesante...-.

Miramos a la vez a Jasper:

-¿Qué hacemos con ella?-. Preguntó.

-Si me ayudas, quizá podamos llevarla a su habitación-.

Entre los 2, la agarramos lentamente. Tambaleándonos y entre risillas e incoherencias de Jasper, coseguimos entrar al edificio de estudiantes.

Casi en la entrada, empezamos a notar rasgos de cansancio:

-¡Se me resabala, se me resbala!-. Steven empezó a gritar.

-¡Por favor, aguanta! ¡No podemos dejarla caer!-. Contesté.

De pronto, noté como si me quitaran todo el peso que estaba cargando. Torcí mi cuello hacia atrás, viendo una cara desconocida:

-¡Garnet! ¡Gracias a Dios!-. Dijo Steven.

Era una chica altísima, con los ojos azules y de pelo marrón muy corto.

-Veo que necesitais que os echen una mano-. Dijo. -Eres nueva, ¿No? ¡Encantada! Soy Garnet-.

-So-so-soy Peridot-. Dije, sorprendida de que ella sola pudiera con Jasper.

-No os preocupeis, yo me encargo de este titán. Estoy segura de que vosotros preferiréis conocer mejor la universidad que estar lidiando con esto-.

-Wow, muchas gracias...-. Dije, aún sorprendida.

Se la llevó como si fuera una simple hoja de papel y entró a la residencia.

-¡Ostras, qué tarde es!-. Pronunció Steven. -Me tengo que ir, espero poder hablar contigo más tarde-.

-Sí, yo también lo espero...-. Contesté.

Se fue corriendo. Me quedé sola, pensando:

-"Bueno, ¿y qué hago ahora?"-. Me dije.

Mis dudas fueron resueltas, en el momento en el que noté una mano en mi hombro. Era Lapis:

-Hey, gracias por lo de la cama. Me hubiera roto la espalda si no fuera por ti-. Dijo, sonriente.

-No hay de que. ¿Ibas a algún lado?-. Dije, curiosa.

-Iba a dar una vuelta por la ciudad. ¿Te vienes?-.

-Sí, creo que no vendrá mal despejarme y conocer un poco de Atlanta-.

-Bien, entonces vamos-. Me cogió alegremente de la muñeca y nos encaminamos hacia una de las muchas carreteras de la gran ciudad.

¿Qué nos esperará allí?

CONTINUARÁ...