Pearl posó su mirada en mí de forma escéptica, como si desconfiase de mi palabra:
-¿Debemos de confiar en ti?-. Dijo al fin. -¿No dirás nada sobre esta "operación"?-.
-¡Por... Por supuesto que... N-no!-. Contesté, nerviosa. -Ya me he metido en suficientes líos y no llevo ni una semana aquí. ¡Así que iros de una vez! ¡No quiero saber nada de ese "contrabando de información", o lo que sea!-.
Amethyst hizo un gesto con su mano, como si tratase de decir algo, mas la cerró al momento:
-¡Vámonos de una vez, Pearl!-. Pronunció. -Hemos perdido suficiente tiempo aquí, Garnet nos está esperando...-.
Su compañera suspiró:
-Por una vez tienes razón...-. Se acercó a la puerta y la abrió con intención de irse, no antes de girarse y advertirme. -No creo que sea necesario que te expliquemos que pasará si incumples nuestro "trato"...-.
-M-más claro agua...-. Respondí.
Salieron de la habitación, dando un portazo. El silencio decidió invadir mi habitáculo. Rompí este mismo en un momento con un gemido de desesperación:
-¡Ahhg! ¡No puede ser! ¡No puede ser! ¿¡Cómo he podido meterme en todo esto!? ¡Solo quería descansar tranquilamente! ¿Es tanto pedir?-.
Me tiré sobre mi cama, hundiendo mi cara en la almohada, teniendo cuidado de no romper mis gafas:
-"No puedo más con esto... Se está saliendo de control. Pareciera una novela trágica escrita por una persona desquiciada. Supongo que esta es mi vida..."-. Me incorporé, quedando sentada sobre el colchón.
Sentía mi cuerpo pesado, como si toda la tensión y el estrés me hubiesen pasado factura. Mi cabeza y mi cuerpo parecían ser dos entidades distintas, no era capaz de concentrarme en nada...
Dí un vistazo a mi mesilla de noche y cogí mi teléfono. Había dormido durante tanto tiempo que no tenía noción de la hora. Apreté un botón del aparato y la pantalla se iluminó, mostrándome en grande los números: "20:00". No le dí demasiada importancia y volví a colocarlo donde estaba.
Rascaba mi cabeza con inquietud, cuando un pensamiento fugaz se cruzó por mi cerebro:
-"¿A qué hora dijo Lapis que era la fiesta?"-. Entonces, lo recordé... Recordé las palabras que mi amiga me había dicho hace apenas unas horas.
-¡A LAS OCHO Y MEDIA!-. Grité de pronto, dando un gran salto con el que casi caigo al suelo.
Entré en pánico. Solo tenía media hora para ducharme y prepararme. Me levanté cual torpedo y fui directa a mi armario. Revolví el contenido del mueble, lanzando por los aires todo tipo de ropa. Agarré una camisa negra y unos pantalones vaqueros algo desgastados. Me dirigí hacia el baño y entré corriendo a la ducha.
Apenas tuve tiempo de disfrutar del agua que resbalaba por mi piel o del jabón que la limpiaba, pues en menos de 5 minutos ya estaba secándome y vistiéndome a toda velocidad. Cogí un peine del armario del lavabo y empecé a desenredarme el pelo con brusquedad, a la vez que me volvía a poner las gafas.
Ya lista, salí del lugar y busqué debajo de mi cama los zapatos con los que había ido a clase. Habiéndolos encontrado, cogí mi bolsa y miré la hora en mi teléfono:
-Las ocho y cuarto...-. Leí en alto, mientras lo guardaba . -¡Agh! La fiesta supongo que se realizará en el ala deportiva, cerca del parque... Si voy corriendo, quizá llegue en menos de diez minutos...-. Suspiré. -¡Venga, Peridot! ¡Le prometiste no llegar tarde!-.
Tomé aire y corrí lo más rápido que pude hacia la salida del edificio. No bajaba la velocidad, era como si el viento me empujase sin descanso. Ya no era capaz de ver con claridad los objetos que se encontraban a mi alrededor, cuando una música que se oía en la lejanía llegó a mis oídos. Estaba aliviada, significaba que quedaba poco para llegar:
-¡Vamos, Peridot!-. Me animé, dando mis últimas fuerzas para realizar un sprint.
El ruido ya se escuchaba cerca. Había alcanzado mi objetivo. Delante de mí se alzaba el ala deportiva del Campus. Todo estaba decorado con luces de distintos colores y objetos brillantes. La gente salía y entraba del lugar, hablando y riéndose con alegría.
Caí sobre mis rodillas, aliviada. No estaba acostumbrada a realizar tanta actividad física en un solo día. Miré una vez más la hora:
-¡Y MEDIA!-. Pronuncié. -¡Y media...! ¡No me lo puedo creer! ¡Ja. ja, ja...! Me ha dado tiempo-. Notaba las mirabas de burla que el resto de estudiantes me lanzaban por mi reacción, pero poco me importaban.
Me levanté y fui a apoyarme sobre la pared. Estaba algo sorprendida de que Lapis no estuviera allí, siendo que ella parecía más ilusionada que yo. Aún con dificultades para respirar, decidí mandarle un mensaje:
P-.[Hey, ¿cuándo llegas?]
L-.[Lo siento... Creo que llegaré unos 20 minutos tarde. Tengo que arreglar unas cosas :(]
La furia me invadió por completo. Tenía ganas de reventar el teléfono sobre el mismísimo pavimento. Todo por lo que había pasado para llegar temprano a ese maldito lugar, para nada...
Solo pude reprimir mi enfado y mi desaprobación en un simple mensaje:
P-.[Ok]
L-.[Nos vemos después :D]
-¡Ahhhhggg! Es que la mato... De verdad que la mato...-. Maldige, a medida que iba dejándome caer para sentarme en el suelo.
Me quedé observando el panorama. Ya habían personas borrachas siendo tan temprano. Eso no me gustaba nada...
En un momento dado, posé mi mirada en la puerta. Adolescentes entraban y salían del lugar a toda velocidad...
Mas no podía imaginarme a quién vería aparecer por aquellas puertas...
Continuará...
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Simples Universitarias [Steven Universe]
FanfictionPeridot es una adolescente de Detroit la cúal comienza su nueva vida en Atlanta para estudiar la carrera de medicina en una de las universidades más prestigiosas de nombre "Earth". Allí conocerá a infidad de amistades y otras enemistades que le acom...