Yo soy Yuri, el mentiroso [ Un fanfic de Yuri!! on Ice]

Capítulo 3: Rebelión sangrienta

Yuri tomó el auto de la central que se hallaba afuera y saludó a Minami con una expresión suave, lo que provocó que el joven cadete se emocionara profundamente. Apenas se sentó en el asiento delantero y arrancó, Yukoto le guiñó un ojo desde el lugar del acompañante.

- Largo- ladró Yuri- No voy a hacer lo que me dijiste. Voy a ayudar a Seung, y se acabó, Yukoto

- Yuu-chan, eres muy desprevenido- repuso el moreno, riendo- ¿Te das cuenta de que Seung ya sabe quién eres? Lo supo cuando señalaste el caso de la policía. Lo vio por tu forma de saberlo. Seung ya sabe que eres el "Asesino azul"

Los ojos del japonés se abrieron de mala manera. ¿Y si lo que decía Yukoto era cierto? No, no podía ser... Sacudió la cabeza y continuó conduciendo, pero el hombre se colgó de su cuello y lo miró a los ojos.

- Yuu-chan, no puedes arriesgarte a tanto- reclamó- Seung puede delatarte y dile adiós a la venganza por Yuko...

- ¡Te dije que no la nombres!- gritó Yuri, con lágrimas en los ojos

Estacionó el auto junto a la entrada de la fábrica de pegamento, y rápidamente entró en el lugar. Reconoció los cuerpos y a Seung, trabajando con dos oficiales vestidos de negro. El coreano repartía órdenes. No lo había escuchado llegar. Yuri se estremeció cuando los brazos de Yukoto lo rodearon por los hombros.

- ¡No!- gritó- No voy a hacerlo, no puedo... Seung es... Seung...

- Seung va a delatarte ante Victor si no lo matas ahora- replicó Yukoto, riendo- Y tú no quieres eso. Dentro de tu corazón, yo sé la verdad... Sé cuánto te importa ese ridículo detective, Yuu-chan... Y no quieres alejarte de él, ni que desconfíe de ti... ¿verdad?

Las mejillas de Yuri tomaron color, pero su mano se dirigió involuntariamente hacia su abrigo, de donde extrajo la navaja que había utilizado la noche anterior. Los dedos le temblaban alrededor del mango.

- No me obligues, Yukoto...- sollozó, con la voz quebrada- Por favor, no me obligues... No quiero hacerlo...

- Yuri- susurró su otro yo, acariciando su cabello- No lo hago por mí, es por ti. Protege tus sentimientos por Victor de esta manera... y no tendrás que irte de su lado jamás...

- No quiero matar inocentes... Quiero a...

Pero no pudo seguir. En contra de su voluntad, sus pasos avanzaron en silencio hacia Seung.

- ¡Señor!- exclamó uno de los oficiales- No hay huellas dactilares en los cuerpos. Solo las heridas

- No tiene sentido. ¿Cómo lo hizo?- musitó Seung, desconcertado

- ¿Por qué no se lo pregunta al mismo responsable, señor Lee?

El coreano se volvió. Yuri, con una sonrisa de demencia y una navaja en la mano, lo miraba con un brillo rojizo en los ojos.

- Lo sabías, ¿no es así?- rió el moreno, mordiéndose una uña- Seung, como intuirás, ya no puedo dejarte ir. Ni a ti, ni a tus perros falderos. No voy a dejar que me apartes de él...

- ¿Eh?

Seung lucía realmente confundido y aterrado. Los ojos de Yuri se abrieron de mala manera y desde sus labios, brotó una risa macabra, mientras hacía una extraña floritura con las manos.

- No voy a dejar que me apartes de Victor... ¡Voy a terminar este caso con él, aunque eso me destruya!- exclamó

- Está demente- murmuró Seung- Basta de esto, Katsuki. No te saldrás con la tuya

El japonés volvió a reír.

- ¿Eso crees?- dijo, con tono burlón- Pero si ya lo hice

Yuri le enseñó las manos vacías... y la vista de Seung se dirigió hasta su pecho, donde yacía la navaja, incrustada. Un hilo de sangre recorría su abdomen. Temblando, la vista del coreano comenzó a fallar y cayó al suelo.

- Un truco sencillo- explicó Yuri, riendo y agachándose junto a él- Arrojo la navaja cuando no lo notas, y lo mejor, es que no dejo huellas para la policía. Lo hice más temprano con tus oficiales, pero no te diste cuenta

En efecto. Los dos estaban muertos. Seung tragó gordo. El pecho se le movía cada vez más despacio.

- Sayonara, Seung Gil Lee- musitó el Asesino azul con voz de ultratumba- Y gracias por tu ayuda

El moreno cerró los ojos. Fue entonces cuando Yuri volvió en sí. Las manos comenzaron a temblarle, y se sujetó la cabeza con los dedos, riendo como un psicótico. Las lágrimas descendían por su rostro.

- ¡Aléjate de mí!- gritaba a la nada- ¡Deja mi mente en paz! ¡No quiero seguir con esto!

Sus ojos desorbitados bajaron hacia Seung, y arrancó la navaja, mirándolo con culpa.

- Perdóname, Seung- sollozó Yuri- De verdad lo siento, pero...

Yukoto le sonrió con amor de hermano mientras le acariciaba un mechón de cabello y las lágrimas de Yuri chocaban contra el suelo.

- Bien hecho, Yuu-chan- musitó- Ya falta poco. Piensa en Yuko

Pero Yuri no podía pensar en Yuko. En lo único que pensaba era en que quería a Victor. Desesperadamente, quería abrazarlo.

¡Muchas gracias a todos por leer! Y sí, se nos fue el coreanito boy... ¿Quién será el siguiente? 

Lily