Yuri Katsuki caminaba en silencio por los callejones de Tokyo.
Habían pasado dos días desde la muerte de JJ, la desaparición de Yurio, Minami y Pichit; y cuatro desde la muerte de Victor. Había ido a trabajar un solo día en esa semana y el panorama en Criminalística era horrible. Todas las sillas vacías parecían contener los recuerdos de Yurio riendo ante un chiste de Emil, JJ y Chris abrazados, Pichit dando alegres brincos junto a Michele, y Victor conversando con Otabek. Y en ese momento, el único presente era él. Incluso Otabek y Michele estaban increíblemente ocupados, y Emil no estaba presente en la central ya que tenía que ser el suplente de Victor y Pichit.
Sus pies comenzaron a fallar por el cansancio. No conseguía dormir hace días, y el estado de su cuerpo era terrible. Con un gran esfuerzo, logró llegar hasta el lugar donde había comenzado su matanza en Tokyo. El callejón y la fábrica donde había asesinado a los forenses y a Seung Gil Lee.
El japonés se dejó caer junto a uno de los muros y miró alrededor en silencio. Ya no dejaría que su arruinada mente le jugara otra mala pasada y que Yukoto lo obligara a asesinar a más seres queridos. Ya no quería seguir soportando a aquella loca voz que lo manipulaba. Yuri metió los dedos dentro de su chaqueta y temblando, tomó la navaja que había utilizado en todos sus asesinatos. Moriría con la venganza de sus víctimas, o no moriría bien.
Yuri levantó suavemente el arma sobre su abdomen y tomó aire mientras se le empañaban los ojos.
- ¿Tan poco me amas como para querer morir?
Esa voz. El moreno sintió tanto alivio al oírlo que quiso echarse a llorar. Pero ni siquiera levantó la cabeza.
- ¿No se supone que tendrías que estar muerto, Vitya?- dijo con un dejo de risa
Victor Nikiforov se acercó hasta él con una sonrisa. Una enorme venda rodeaba su cintura.
- Es lo que se supone- repuso- Pero tuve un buen amigo llamado Pichit Chulanont que te siguió mientras me seguías luego del trabajo y logró sanar mi herida a tiempo, de forma de que sobreviví. Y luego fingió haber sido secuestrado. De cualquiera manera, creo que deberías aprender a asesinar mejor, Asesino azul. El amor te ciega
- ¿Lo sabías todo el tiempo, verdad?
- Por supuesto, ¿quién crees que soy? No por nada soy el mejor detective de Tokyo
Yuri levantó la mano y arrojó la navaja a sus pies. Victor lo miró con sorpresa.
- Entonces hazlo- dijo el japonés con tono suave, dejando caer unas ligeras lágrimas- Mátame. Soy un asesino, soy el peor ser humano que existe. Mátame, Victor. Solo dejaría que tú lo hicieras
El albino se inclinó y tomó el arma, mientras que Yuri inclinó la cabeza y miró al suelo, esperando. Todo fue muy inesperado. Victor arrojó la navaja al suelo y poniéndose en cuclillas, lo abrazó con fuerza. El moreno se quedó quieto, y luego de unos segundos, no pudo contenerlo más. Las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas.
- Perdóname, Victor- sollozaba junto a su oído- Perdóname
- Te amo
- Estaré en prisión los años que quieras, pero por favor... no te alejes de mi lado...
- Te amo
Fue en ese momento que el albino debió sentir algo extraño, porque se puso de pie.
- Ven aquí, Yuri- llamó
- No puedo...- repuso el japonés, sonrojándose de la vergüenza- Usé mis últimas fuerzas para venir hasta aquí. No creo que pueda ponerme de pie
Victor sonrió suavemente y tiró de él, abrazándolo de manera en que él no debía hacer un gran esfuerzo. Yuri desvió la mirada, completamente sonrojado. El detective se puso serio de repente y miró hacia la otra punta de la fábrica. Todo era sombras.
- Sal de ahí- ordenó- Ya te sentí
Un ligero sollozo sorprendió a Yuri. Quién surgía de las sombras era Minami. El rubio los miró fijamente, con lágrimas en los ojos.
- ¿Yuri-kun? ¿Victor-sama?- susurró- ¿Qué hacen aquí?
- Tengo suficientes años en este trabajo como para no distinguir a un farsante- replicó Victor- Deja de fingir; lo sé hace años
Minami se echó a reír, pero su risa ya no tenía ese tono aniñado típico de él, sino que se volvió más macabra y adulta. Con los ojos muy abiertos y enloquecidos, sonrió de manera maliciosa y demente.
- ¿Así es, entonces?- dijo con voz grave- ¿Lo sabías todo este tiempo, Victor?
Las manos del chico se dirigieron hacia su cabeza y se arrancó la peluca que simulaba ser su cabello rubio. Allí, en medio de la oscuridad de la fábrica, Yuri se estremeció y sus piernas le fallaron, incluso estando en los brazos de Victor. El ruso lo notó y lo pegó más a él, crispando los labios; en un intento de protegerlo.
La cabellera de Minami era larga y llegaba hasta su cintura.
Y era roja. Tan roja como la sangre.
El Guardián rojo sonrió y miró fijamente al moreno.
- ¿Ahora si me recuerdas... Yuri Katsuki?
Y los recuerdos de Yuri parecieron aclararse de repente. Su mente regresó 10 años atrás.
El día de la muerte de Yuko.
¡Gracias a todos por leer! ¡MINAMI KENJIRO FUE NUESTRO VILLANO TODO ESTE TIEMPO! ¡Y ahora vamos a saber la verdad de la muerte de Yuko! ¡Los quiero!
Lily
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Yo soy Yuri, el mentiroso [ Un fanfic de Yuri!! on Ice]
FanfictionYuri Katsuki es un joven de veintitrés años que sigue la carrera de Criminalística en Tokio, pero solo con un motivo: encontrar al asesino de su hermana Yuko, alguien que se hacía llamar "El guardián Rojo". Él solía ser una buena persona, pero luego...