Capítulo 1.1: Detrás del árbol

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Ahí estaban, en la cama, juntos como una gota de agua, ellos se amaban y lo proyectaban con su salvajismo.
¡Ring Ring! Sonó la alarma, 7:30 am, hora de levantarse y continuar con sus vidas normales.
-Ya es hora de que me vaya. Dijo Alejo mirándolo con tristesa.
-¿Cuándo....Cuándo viviremos juntos?. Preguntó Pedro con un nudo en la garganta.
-Sabes que esto no.... ya sabes.... no puede saberlo nadie. Respondió Alejo, agachando la mirada, esto demostraba que sí le afectaba, pues aquel salvaje domador pocas veces agachaba su cabeza frente a su liebre.
-Venga, vine a vivir a Argentina por ti chama, ¿para que me salgas con esto?¿Cuándo le diras a tus padres?¿Cuándo sabrán todos que estamos juntos?. Reclamó Pedro con un tono elevado demostrando su enfado.
-Tranquilo amor, todo a su tiempo. Le susurró al oido mientras lo abrazaba y acaricaba la espalda.
-Ya tengo que ir, hoy tengo que grabar video, tengo una reunión importante y hablaré con Sebastián.
-No si, la social entonces, ¿Qué tienes que hablar con el carajito ese?. Le interrogó Pedro lleno de celos.
Alejo lo agarró de los brazos y lo pegó a la cama, él estaba encima de Pedro y con una mirada fija le dijo
- ¿Celoso? Soy yo el que debe estar así, no creas que ya se me pasó lo de Juan Pablo, aún me debes dos noches más después de eso.
-La que no olvida. Dijo Pedro riéndose
Alejo lo besó mientras acariciaba su cuerpo, en seguida se separó y le dijo:
-Mejor ya me voy, porque esto podría acabar mal, te dejaría inválido.
Pedro se rió y le guiño el ojo.
Alejo sonrió de forma coqueta y se fue a dar un baño, se puso sus pantalones, para ser específicos eran jeans color negro, una camisa blanca que él se subía las mangas hasta el codo, su sombrero negro, sus zapatos de color blanco también y salió.
Pedro seguía en la cama, muchas cosas pasaban por su mente, no estaba seguro si eso sería para siempre, si los padres de Alejo lo aceptarían, él no estaba preocupado por sus fans ya que ellos los shippeaban, Divalejo le pusieron de nombre a aquella relación que era totalmente real fuera de cámaras. Pedro no tenía nada que hacer, él ya había publicado video en aquel sitio web donde ambos trabajaban "Youtube". "El Diario De Una Divaza Frustrada" le puso de título y es que el en youtube era conocido así, como La Divaza, la más arrecha de youtube.
¡Toc Toc! La puerta.
Pedro fue a atender, pero se encontró con que era Juan Pablo
- Si dejo entrar al carajito, Alejo me dará otra tunda que no podré volver a caminar jamás. Pensó Pedro, mientras se mordía los labios pensando en aquella noche tan salvaje.
-¡Ya voy! Gritó, mientras corría a ponerse algo de ropa, una camiseta color negro, una pantaloneta blancos y un par de zapatillas.
-Listo chama. Dijo mientras abría la puerta.
-¡Hola!. Saludó Juan Pablo a Pedro, mientras lo abrazaba.
-¡Hola Chama! ¿Cómo estás?
- ¡Muy bien! Recién te lev......¿Pedro qué es eso?. Cortó la frase Juan Pablo, interrogándolo sobre las marcas que le dejó Alejo aquella noche.
Pedro había olvidado maquillárselas, había olvidado que aquel juego sexual no podía irse sin dejae huellas.
-amm.. pues... anoche pasé algo salvaje con.... Y Pedro cortó la frase, él no podía decirle a nadie que era con Alejo.
Juan Pablo se hechó a reir, mirándolo con sonrisa pervertida e insistiendo que le diga quién era, pero no tuvo éxito.
Alejo había grabado su video y tuvo la reunión de negocios, ahora estaba con Sebastián, estuvieron conversando sobre la homosexualidad, tema que le ponía nervioso.
-¿Qué triste no? Que ellos no puedan ser libres y que muchos decidan vivir detrás de un árbol, en las sombras. Dijo Sebastián, mientras se tocaba la barbilla pensativo
- Amm... Sí, que mal por ellos. Respondió cínicamente, y es que aunque la mente liberal de aquel sujeto, con ojos color miel, tez blanca pero no tanto como Alejo, con un peinado de lado y vestido a la moda, le daba esa confianza, él no se atrevía a decirle nada.
Alejo regresó a su casa, sus padres le preguntaron que dónde estaba, pues Alejo no pasó la noche ahí.
- Ya soy mayor de edad, no creo que deban estar iterrogándome. Les dijo en tono defensivo.
- ¿Tú que te has creido? Sí tanto quieres hacer lo que te da la gana, vete a otro lado, pero mientras vivas bajo este techo harás lo que yo te diga. Le dijo la madre, roja de la ira.
- ¿Además crees que somos estúpidos? Esas mordidas que tienes en el cuello, que es obvio que te las has maquillado y ya se te salió, pedazo de descuidado, con que mujer estarás. Le dijo el padre, mientras lo miraba con enojo.
Alejo decidió ir a su habitación, molesto pero sabía que no sacaría nada discutiendo con ellos, él necesitaba a Pedro, necesitaba abrazarlo para quitarse el mal sabor de boca del momento.
Esperó a que sus padres durmieran y se fue a la casa de Pedro, le tocó la puerta y Pedro abrió, para ese momento Juan Pablo ya se había ido.
Ahí estaba Pedro, sin camiseta y con los pies descalzos, solo una pantaloneta.
- ¿Y si el que tocaba no era yo?¿Le atenderías así tan sexy como estás? Le preguntó Alejo, mientras se mordía los labios y lo miraba de pies a cabeza.
-Chamo, estoy en mi casa y visto como quiera. Le dijo Pedro en tono defensivo
Pedro lo agarró de la cintura y lo besó como si hubiesen pasado años sin besarse y como arte de magia empezó a llover, pues hasta el cielo estrellado estaba conmovido con aquel grato momento, con aquel beso lleno de pasión.
Fueron a la habitación, se quitaron la ropa, Alejo decidió no ser salvaje esta vez, ya que había lastimado a Pedro la noche anterior y no quería causarle algún problema.
Ahí estaban en la cama, besándose, acariciándose y haciéndose uno solo, Pedro encima de Alejo, se movía como si hubiese estado amarrado toda su vida, o tal vez fue porque lo estuvo la noche anterior.
Luego cambiaron, ahora Pedro estaba boca abajo y Alejo estaba encíma de el, montándolo y domándolo.
Alejo se acercó al oido y le susurró "Te amo, gracias por estar conmigo"
Pedro mordía la almohada y apretaba con fuerza las sábanas.
Acto que solo la luna estaba de testigo, observando como ambos se mezclaban.
Cuando acabaron, Pedro lo abrazó muy fuerte y le dijo
-Por favor, nunca te alejes de mi, nunca me dejes, yo te amo.
- Jamás, tú y yo estamos hecho el uno para el otro. Le dijo Alejo, mientras lo miraba a los ojos.
Se besaron y Pedro se quedó dormido, Alejo tenía que volver a su casa así que se levantó y se vistió, tratando de no despertar a Pedro.
De camino a su casa, Alejo se hacía muchas preguntas "¿Por qué no soy valiente? ¿Por qué no le puedo decir a nadie de nuestra relación? ¿Qué pensarán mis padres sobre esto? ¿Me aceptarán? ¿Qué pensarán mis fans?"
Y así toda la noche hasta que llego a su casa, a su habitación y calló muerto a la cama.

DIVALEJO / MIEDO, AMOR Y SECRETOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora