DIVALEJO / MIEDO, AMOR Y SECRETOS

Capítulo 5.1: Uno solo

Estaba anocheciendo, Alejo no se ha movido del hospital para nada, ni si quiera ha comido, él solo quería que Pedro despierte.
-Pedro... si no despiertas me iré contigo..... Dijo Alejo mientas lloraba.
-No digas eso chama, que si hice esto es precisamente porque quiero huir de ti. Respondió Pedro, que ha despertado, con un cansancio terrible,
-¡PEDRO!¡ESTAS BIEN!. Grito Alejo y lo abrazó, las lágrimas de tristeza se volvieron de felicidad.
-¿Quién me trajo aquí? Interrigó Pedro confundidi
-He sido yo, entré a la fuerza a tu casa porque no me contestabas y te encontré en el piso....
-¿Por ... por qué lo hiciste?
-Pedro, yo te amo y sé que lo que hice no tiene justificación, por mi culpa intentaste quitarte la vida, no podría perdonarme que el amor de mi vida se vaya, sé que la cagué, prometo no molestarte más, pero por favor no lo vuelvas a hacer.
- Alejo yo....
-Tranquilo, descansa, no gastes tus fuerzas en alguien que no vale la pena.
-Alejo yo te amo, no lo puedo negar, me duele mucho lo que hiciste, pero te sigo amando, sé que fue una tontería lo que hice. Dijo Pedro que rompió en llanto.
-Yo también te amo, mi corazón es completamente tuyo,  pero no te quiero hacer más daño,
- Alejo quiero recuperarme, quiero salir de mi depresión y creo que el primer paso es disculparte y...sí te perdono.
- ¿Es.... es en serio? Pedro te amo, eres con quien quiero estar por el resto de mi vida. Dijo Alejo con sus ojos hinchados de tanto llorar.
- Sí Alejo, pero eso no significa que estaremos jun...
Alejo no lo dejó hablar, solo lo abrazó.
Pedro no pudo resistir y le correspondió. Se vieron de frente y ambos cayeron presos de sus miradas, se besaron, pero este beso fue distinto a los demás, ellos sintieron como sus almas se mezclaron, se hicieron uno solo.
De repente se alejaron
- Tampoco la fácil. Dijo Pedro y se empezaron a reir.
Alejo le miró a los ojos y le dijo:
-Gracias Pedro, eres la mejor persona que he conocido, tu corazón es muy grande, pero no más que mi amor por ti.
Pedro se sonrojó, lo abrazó y le dijo:
-Nunca me sueltes.