CAPÍTULO XIV

5.6K 388 135
                                    


—¿Hola? — vuelve a decir mientras soy incapaz de pronunciar una simple palabra —¿Quién está ahí?

Tomo aire y me levanto para apoyar mi espalda en uno de los árboles. El frío aire me azota la cara refrescando un poco mi cálido rostro debido a la temperatura del interior de la casa.

—Hola — digo por fin — ¿Está Ian?

—Si, ¿cual es tu nombre?

—A... Annie... — Gopeo suavemente mi nuca contra la corteza del árbol. ¿Quién demonios es esa mujer? ¿Será una amiga? ¿Susan?

¡No, ¿que estás pensando? No se parece en nada a la voz de mi amiga! 

—Esperame un momento, Annie — Dice para luego exclamar a lo lejos — ¡Ian, cariňo te llaman por teléfono!

¿Cariňo? ¿Quién puede ser?

Pasan unos diez segundos cuando siento su voz al otro lado, pero no es a mí a quien se dirige.

—¿Quién? — pregunta.

—Se llama Annie.

—Gracias mamá.

Entonces ahora si toma el móvil y contesta. Mi corazón está latiendo muy rápido. Solo era su madre.

Que mal pensada soy.

—¿Annie? — Su voz es solo preocupación y angustia — ¿Estás bien? ¿Ha pasado algo?

—¡No! — Me apresuro a decir —. No ha pasado nada. Yo solo te llamaba... — Golpeteo con la punta de mi zapatilla una piedra mientras busco la manera de disculparme con él — Te llamaba para disculparme por esta tarde, siento que te fuiste algo molesto por la llegada de mi amiga.

—No estoy molesto, Annie. La enojada eras tú y no entiendo por qué.

Oh, no. ¿Ahora que le digo?

—Está todo bien... — Es hora de cambiar el tema —... ¿Quieres venir a cenar a mi casa? Mi madre está preparando la cena.

—¿Ir a cenar a tu casa? — se complica y tengo claro que el problema es su padre.

—Creí que sería una buena idea que vinieras, así puedes conocer un poco más a mi madre y quizás aprovechar de ver a tu padre.

Muerdo mi labio al decir lo último, no sé cómo se lo tomará.

—Uhmm... — murmura y siento su respiración pesada chocar contra el parlante — No lo sé. Es que no creo que sea buena idea estar ahí con él.

¿Tan mal se llevan? No imagino una vida así con mis padres. Por nada del mundo me gustaría llevar esa relación con ninguno de ellos.

Me gustaría poder ayudarlo a cambiar eso.

—Lo pasaremos bien, animate. — Trato de convencerlo —. Mi madre estará feliz de recibirte y bueno... Yo también.

Puedo sentir su sonrisa al otro lado aunque no la vea.

—Está bien, pero sólo porque quiero verte de nuevo.

Doy un pequeňo grito ahogado y celebro con pequeňos aplausos. Ian vendrá a mi casa a cenar. Eso es un motivo suficiente para estar enloquecida.

Vuelvo a ponerme el celular al oído.

—¡Gracias! — le agradezco mientras una gran sonrisa amenaza con partirme la cara — Entonces nos vemos en unos minutos.

—Nos vemos.

Cuelgo la llamada y corro de vuelta a la casa. Bruce que está ahora mirando un partido de fútbol me dedica una mirada interrogante y yo le levanto ambos pulgares indicándole mi victoria. Me sonríe y levanta su pulgar en respuesta.

Mis ganas de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora