Mis ganas de ti

CAPÍTULO XXVIII

Siento la protección de James y algo en mí se calma. Siento que vuelvo a sentirme segura y por dios como agradezco su presencia. Me siento incapaz de enfrentar aquello sola.

Ian le ofrece una mano a Susan y esta la toma para levantarse con su ayuda.

—¿Por qué me hicieron esto? — pregunto furiosa.

Ian es el que habla.

—No tengo nada en tu contra. Esto es cuestión de lealtad a mi amiga.

Que rabia. Quiero gritarle un par de cosas y de paso darle un buen puňetazo en su asquerosa cara.

James solo se propone cubrirme, dejándome todo el protagonismo para decir lo que quiero. Esta allí como su fuera mi guardián y se lo agradezco.

—¿Qué haces con ella? — Susan pregunta y tardo en entender que se refiere a James — ¿Están juntos?

Veo la intención que tiene James de hablar pero me adelanto. No quiero meterlo mucho en esto. Es mi pelea, no la suya.

—¡¿Y qué te importa?! — grito mientras doy un paso hacia ella que retrocede como si le diera miedo recibir otro golpe — ¿Acaso no estás enamorada de Bruce? Solo te diviertes quitándome todo.

—Lo de Bruce fue sólo para meterme entre tu madre y él. La verdad solo lo utilizamos, ¿verdad, Ian?

Corro mis ojos hacia el rostro frío de Ian y veo que me mira con un interés escalofriante.

—Me dijiste que ella estaba enamorada de tu padre hace mucho tiempo — murmuro sorprendida por mis sospechas.

—Falso. Completamente falso. — Da un paso hacia mí y siento que James se pone en alerta.

—Toda la maldita historia que me dijiste la última vez que nos vimos fue una completa mentira — Lo comprendo y siento una impotencia tan grande dentro de mi pecho.

—Bruce cayó en mis garras — dice Susan como si eso la pusiera orgullosa — Cuando me enteré de que tu madre estaba con el padrastro de Ian, planee meterme con él, lo perseguí hasta conseguir que cayera entre mis brazos, al principio se negaba porque de verdad quería a tu madre. Fue ahí cuando fui metiendo artimañas e hice que la viera como una vieja loca. Lo obsesioné con mi cuerpo y provoqué que la detestara al punto de golpearla. Le dije que estaba bien pegarle a una vieja estúpida como ella. Todo eso para que el día en que llegarás y la vieras así, a punto del quiebre, te murieras por dentro. Y todo fue posible gracias a Ian.

¿Habían utilizado a Bruce? ¿Ian había hecho eso contra su propio padre?

¿Había provocado aquel sufrimiento en mi madre a propósito?

Me tiro sobre ella antes de analizar bien todo lo que me ha dicho y le araňo la cara. Siento la voz de James y la de Ian pero se juntan y no logro entender quien dice qué.

Susan me da un golpe en el estómago y tiro su cabello, mientras suelto insultos al azar.

La mano de alguien se cierra en mi nuca, epuňando sus dedos en mi cabello me jala hacia atrás y se que se trata de Ian. Doy un gemido ahogado por el dolor y entonces James lo toma de los hombros y lo empuja, haciendo que me suelte.

—No vuelvas a ponerle una mano encima — lo amenaza y le da un empujón, haciendo que Ian caiga sobre un basurero que se sitúa justo atrás. Se da un golpe en la espalda y cae entre toda la basura. Veo a James ir hacia él con la intención de golpearlo y lo detengo.

—¡No! — Me aferro a su brazo y cierro los ojos mientras suelto algunas lágrimas — ¡No, James! ¡No lo hagas!

Susan corre al rescate de su amigo, quien se queja cuando intenta levantarse.