Despierta.

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Volvió en si dentro de una ambulancia, vestida con una bata de baño, aún se sentía húmeda por la ducha. No recordaba haber salido de ella, en realidad.

Hizo un paneo completo del interior del vehículo, allí estaba su madre, entre los extraños aparatos, sentada junto a un paramédico.

Un fuerte estruendo se escuchó a continuación, la ambulancia dio un brinco y se estremeció violentamente. Se escuchó el chirriar de los neumáticos contra el pavimento y otra sacudida. Habían frenado.

El paramédico se apresuró a salir de ella, al abrir las puertas traseras del vehículo el viento, la humedad y el aroma a lluvia llegaron hasta el rostro de Alessa. Para su sorpresa, su madre también estaba bajando de la ambulancia.

Extrañada arrugó más la frente. Seguía sin entender qué era aquellos situación, todavía se sentía un tanto adormilada.

Quiso moverse pero una punzada en la sien la dejó inmóvil en la camilla, intentó hablar y el dolor volvió a repetirse, esta vez fue tan potente que la obligó a cerrar los ojos.

Se dio por vencida, tarde o temprano la situación se aclararía, sólo tenia que esperar, se dijo mentalmente. Obligó a su cuerpo a no entrar en pánico.

Pasaron minutos, las puertas seguían abiertas y nada más se escuchaba además del temporal a menos de un metro de sus pies, de hecho podría jurar que algunas gotas de agua estaban mojándole los pies.

Aunque para ser gotas de agua se sentían bastante pesadas ¿Serían lo que ella pensaba?

Alessa ni se imaginaba que el caos apenas estaba empezando.

Le pareció escuchar gruñidos y el sonido del metal al ser rasguñado, entonces sí que el pánico logró apoderarse totalmenre de ella. Permaneció inmóvil, quizás así, lo que sea que había provocado el sonido, pasaría de ella.

No fue capáz de creer lo que acababa de sentir, algo había rasgado la camilla justo por debajo de su cuerpo. El ambiente había cambiado, de repente la lluvia, los truenos, los rasguños y todo lo que antes provocó algún sonido ya no estaba haciéndolo.

Tembló mental y físicamente. Los párpados comenzaron a pesarle, no quería cerrarlos, algo estaba obligándola a hacerlo. Cayó otra vez en el mundo de los sueños.

》¿Crees que esto es un sueño? ¿No distingues fantasía y realidad? Pues te diré un secreto, a partir de ahora, se convertirán en una sola.

El juego aún no termina, Princesa de la fantasía.《

Fantasías Entre Sueños. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora