Todo dio vueltas, muchísimas vueltas, Alessa sentía náuseas, si esto no paraba de moverse de seguro acabaría vomitando en su cama.
Un momento ¿Estaba en su cama? ¿Qué había pasado con la ducha, las bestias en ese extraño mundo plano, la ambulancia, la tormenta y los sonidos extraños?
El mundo dejó de girar, ella pudo comprobar que efectivamente estaba en su cama, que todavía a su lado descansaba el libro que estaba leyendo junto a su celular.
La baba se le había pegado a un costado del rostro, se removió incómoda. Abrió, cerró y se frotó los ojos antes de mover el resto del cuerpo.
Una débil luz se colaba por la ventana, Alessa estiró el adormecido brazo y tomó su celular, se sentó y desperezó antes de encender la pantalla.
Eran las 6:15 AM. y tenía un mensaje de Rem, su novio.
Ya despierta, soñadora. La triste realidad espera, paso por ti a las 7.
Maldijo, desgraciadamente ya era lunes y no estaba lloviendo, lo que significaba que no podría faltar al colegio.
Tristana, su gata atigrada, se subió a la cama de un salto y por poco no la mató del susto. Se llevó las manos al corazón, cuando su pulso volvió a la normalidad, estiró el brazo y acarició a la felina, que con gusto y ronroneos recibió los mismos.
Entonces por fin aquel pensamiento de la noche logró aclararse, los ojos casi se le salieron de las órbitas. Desesperada tomó su celular, abrió la casilla de mensajes de su novio y escribió.
Rem, vas a matarme, pero olvidé hacer el proyecto de química.
Me gustaría que, de haberles gustado, me dejen votos y comentarios. Si veo que esta clase de relatos los atrapan tanto como a mí quizá considere escribir algunos más, porque un poco de fantasía nunca viene mal.
Espero con ansias poder leerlos.
Frágil.