Un año. 365-366 días en los que vos podés ser y dejar de ser de un momento para el otro, y viceversa.
Un año puede tener alegrías y tristezas, a veces con más del lado que no queremos; y si de algo que estoy segura, es que cuando suenen las 12 y ya sea 1ro de enero, muchos se van a parar a brindar deseando un mejor año que el anterior, pensando solamente en lo malo del año.
Ya saben, soy muy positiva y seguro me odian por decir esto, pero piensen en lo bueno de un año.
Una sorpresa que te alegró el día, una persona que te quiso como nadie, una nota perfecta en aquella materia que a todos les costaba, tus nuevos y ex amigos, pero no se depriman por lo último, porque si se fueron es que no quisieron quedarse así que su partida no es más que un final que deja los buenos momentos en tu mente.
Sí, hubo cosas malas, horribles y terribles que te hayan hecho dudar hasta de vos mismo y de tu vida, pero estás leyendo esto, seguís vivo, y estar convida significa una constante posibilidad de cambio.
Las 12 de la noche, la luna en el centro del cielo. Esa es la hora donde te vas a levantar de tu asiento en la mesa, vas a brindar y no vas a desear un mejor año, sino las fuerzas necesarias para darle una vuelta a tu vida y colocarla en el lugar que querés, porque lo importante no es lo material ni el estar o no acompañado, sino el que vos seas feliz.
Así que tenés un año, 365-366 días, varias horas y miles de segundos para pensar en las alegrías e ignorar las tristezas.Les deseo fuerzas a los que las necesitan, y también que nunca las pierdan a los que ya la tienen.
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Hablemos De...
RandomHablemos de lo que molesta, de lo que se hace querer, de lo que te da igual, lo que nunca te has fijado y lo que siempre miras. Hablemos, que yo te escucho mientras tú me escuches.