cap. 3 Y una vez mas mi bocaza me pierde

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Me tiré mis buenas cinco horitas en la playa, esperando a que se hiciera de noche y empezara la fiesta de Anna. Para matar el rato busqué un trozo de madera blanda, le pedí un cuchillo de trinchar a una pareja que estaba preparando una barbacoa y me entretuve tallando un ratito. Puede parecer algo del siglo pasado, eso de un chico de dieciseis años tallando cosas en madera, pero es un pasatiempo que todos aprendemos en la reserva. Incluso a veces te biene bien para sacar algo de dinero en verano, con eso de los turistas y su afán de coleccionar cosas tribales.

Cuando empezó a llegar gente para la fiesta, me levanté y devolví el cuchillo. El hombre me miró un poco asustado (le entiendo. Que se te acerque alguien enorme empuñando el cuchillo más afilado que tenías debe dar bastante canguelo. Aunque ese alguien sea más bueno que el pan.Jejeje). No se lo tomé muy en cuenta. Busqué a Anna. Estaba junto al DJ, eligiendo la música para la fiesta. Por suerte, ninguna de sus amigas había llegado aún. Me acerqué a ella sin hacer ruido y le tapé los ojos.

-¡Seth! -se dió la vuelta y me abrazó.

-¿Cómo has sabido que era yo?

-¿Cómo no iba a reconocer a mi calentador portatil? -Touché. Ahí me había pillado.- Me alegro de que hayas venido.

-No me lo perdería por nada del mundo. ¿Dónde anda el club MD?

-¿MD?

-Mujeres Desesperadas -se rió ante mi ocurrencia- Me extraña que no anden ya por aquí.

-Tardan siglos en prepararse -puso los ojos en blanco- Pero me alegro de ello. Así te tengo para mí solita un buen rato.

-Tenga cuidado, señorita, que la pueden acusar de intentar pervertir a un menor.

-Más bien te acusarían a tí. Aquí soy yo la que aparenta menos edad de los dos.

-Jajaja. Extiende las manos -me obedeció sin hacer preguntas. Dejé caer mi regalo. Anna lo observó, fascinada. Era una copia de mi tatuaje para colgar en la ventana, en el coche o donde quisiese.

-¡Es maravilloso! ¿Dónde lo has comprado? Porque esto es tu tatuaje.

-Lo he hecho yo. Tenía un ratito libre antes de venir y..... -no pude terminar la frase. Me abrazó con fuerza, emocionada.

-Es lo más bonito que me han regalado nunca. -Lo observó detenidamente- Está al detalle. Tienes buena mano con la madera. Si vendieses cosas de estas por aquí te harías de oro.

-Mira, quizá lo haga. Estaba pensando en cambiar de aires.

-¿Y tu familia?

No pude contestar. El club MD hizo acto de presencia en ese mismo instante. ¡Cielos! Brunette y Carla se parecían a unos payasos de porcelana que mi abuela tenía en su salon (payasos que por cierto me daban autentico pavor). Me lanzaron varias miradas de lobas hambrientas que me pusieron la carne de gallina. Retrocedí dos pasos de manera instintiva. Hasta mí llegaron efluvios de cinco perfumes diferentes, terriblemente dulzones. No pude evitar arrugar la nariz. Anna me cogió de la mano.

-¿Te gustaría hacer un poco de teatrillo? -la miré. Sonreía con malicia. ¡Madre en qué estará pensando!

-¿Ayudará a que no se me tiren al cuello en cuanto me descuide?

-Espera y verás.

Despues de las pertinentes felicitaciones, pasaron al coqueteo descarado. Como si fueran tiburones, me rodearon en cuestión de segundos. Muy a mi pesar, las manos comenzaron a temblarme. Malo, malo. Si no me calmaba pronto entraría en fase allí mismo, pudiendo hacerles muchísimo daño. Anna debío notar mi agobio, porque se abrió paso entre sus amigas  y me abrazó la cintura (la pobre apenas me llegaba al pecho).

LO QUE SIGNIFICA SER  YO: SETH CLEARWATERWhere stories live. Discover now