Cap. 6 Felicidad efímera

1.7K 22 10
                                    

Estoy en el puñetero paraíso. Desde que dejé la Push y a esa manada de tarados sin seso mi vida ha ido de bien a mejor. Trabajo con Anna en la pequeña tienda de artículos de regalo de sus padres. Además de ayudar con las ventas y a reponer, de vez en cuando tallo figuras y cosas tribales para los turistas. Me divierte, me entretiene y a ellos les hace ganar más dinero.

Estoso cinco últimos meses no he tenido noticias de nadie: ni de mi madre, ni de mi hermana ni de la manada. Es como si nunca hubiesen existido. Y así lo creería si no me transformara de vez en cuando en lobo. Y si lo sigo haciendo es por Anna, que le encanta "montar a caballito en mi peluche gigante", como me recuerda cada dos por tres. Pero qué se le va a hacer. La quiero. Me quiere. No tenemos a mis queridísimos hermanos detrás para dar la barrila... ¿Es que puedo pedir más?

P.V. Autora

El muchacho de rasgos indios corría por la playa riendo a carcajadas, perseguido por una chica que también reía. Ella llevaba un cubo lleno de barro en las manos, e iba lanzando pequeñas bolas a su escurridizo amigo. El chico se dejó caer sobre la arena y la hizo caer al suelo agarrándola por los tobillos.

-Te pillé, pequeña traidora. -Y comenzó a hacerle cosquillas. La muchacha lloraba por la risa y le golpeaba con fuerza con los puños cerrados, aun sabiendo que él ni lo notaba.

-¡Para, para Seth! No aguanto más las cosquillas.... Para por favor.

-Así no se pide, Anna ... -la voz de él tenía un toque juguetón. La chica logró darse la vuelta, aun prisionera de sus henormes y cálidas manos y le dió un beso bastante apasionado. Cuando se separaron, el sonreía como un gato- Eso sí. Así me gusta.

-Eres un crío, un inmaduro, un idiota, un....

-Un atractivo licántropo, guapo a rabiar, simpático, habil con las manos, fuerte, cálido, que te quiere con locura....

-Ala, ala.... menos flores, majo. -Anna le volvió a besar- ¿Eres feliz, Seth?

-Como no lo había sido nunca, preciosa -El chico se sentó en la arena y la colocó sobre sus piernas- El estar aquí, lejos de ese otro mundo, disfrutando de una vida normal, junto a una chica maravillosa y con un trabajo tranquilo e increible.... es todo lo que podía pedir.

-Me alegro. Porque no me gustaría que te fueses de aquí -Anna se quedó repentinamente seria. Seth lo notó inmediatamente.

-¿Pasa algo que yo no sepa?

-Nada, tonterias mías. Es que... no sé, de repente sentí un escalofrío... como si fuese a perderte pronto.

-Bah, seguro que son imaginaciones tuyas. ¿Por qué querría irme de aquí si tengo todo lo que quiero?

-Tienes razon -Anna se levantó- Vamos, se hace tarde y mamá tendrá la cena preparada.

Se cogieron de las manos y caminaron por la orilla rumbo a una cabaña escondida entre los árboles. Según iban llegando, el muchacho comenzó a ponerse tenso. Un extraño olor, un efluvio que hacía tiempo que no tenía cerca, un mal presentimiento...

-Ponte detrás mío, Anna.

-¿Qué sucede?

-Aún no lo sé.

SETH P.V.O

Según nos acercábamos a la cabaña, el olor a sanguijuela se fue haciendo más fuerte. Ese y otro que en un principio no identifiqué. Escondí a Anna detrás mío y fui avanzando muy, muy lentamente. Tenía el corazón a mil por hora, asustado hasta lo indecible. ¿Sería...? No, por Dios espero que no sea lo que me estoy imaginando.

Dejé a Anna junto a la escalera del porche y entré en la cabaña. Todos y cada uno de los pelos de mi cuerpo se erizaron. El salon parecía sacado de una mala pelicula de terror de serie B. Y en el centro, los cuerpos de los que yo ya consideraba mis suegros.

-Seth, ¿que..?

-¡NO ENTRES!

No fui lo suficientemente rápido. Anna vió la carnicería. No gritó, no lloró, no salió corriendo. Simplemente se quedó allí quieta. La cogí por los hombros y volvimos fuera, al bosque. Mi cuerpo temblaba de manera exagerada, pero me negaba a entrar en fase. No con ella así. No con ella en estado de sock.

-Anna, cielo. Tenemos que irnos de aquí.

-Mira tú que bien, el postre ha llegado.

No pude evitar un gruñido. Me giré todo lo rápido que pude y me quedé helado en el sitio. Cuatro vampiros. Todos con los iris borgoña. Ya sin poder evitarlo, empujé un poco a Anna y entré en fase. Los cuatro vampiros dieron un respingo por la impresión. Aquello no se lo esperaban. Gruñendo como un poseso, me tumbé en el suelo para que Anna subiera a mi lomo. Mi idea era salir pitando de allí como alma que lleva el diablo. Pero no pude dar ni un mal zarpazo al suelo.

Otros tres más aparecieron. Estos tenían los ojos completamente negros, lo que quería decir que llevaban tiempo sin alimentarse. Solté un gañido por lo bajo. De aquella no salíamos. Anna debió entenderlo porque, sin que yo pudiese hacer nada, se bajó de mi lomo y se acercó a los malditos vampiros.

-Quiero que le permitais marcharse. Él no es ningún obstáculo para vosotros.

-¿Y qué nos das a cambio, bomboncito?

-Esto

Anna sacó la navaja suiza que siempre llevaba encima y se hizo un corte profundo a lo largo de todo el antebrazo. Antes de que mi cerebro procesara aquella imagen, los vampiros se lanzaron sobre ella. Lo último que vi, a parte de su hermoso rostro, fueron sus labios pronunciando cuatro palbras.-

-Te quiero, Seth. Escapa.

Y mi instinto de supervivencia hizo caso de su último deseo. Sin saber cómo me vi corriendo bosque a través, sin rumbo fijo.

JACOB P.V.O

Estaba patrullando a las afueras de la reserva cuando un olor conocido invadió mis hocico. Emocionado, salí al encuentro de Seth. Pero tuve que clavar fuertemente mis pezuñas en el suelo para frenarme. El chico estaba allí, en forma humana, abatido, pálido, más parecido a un zombie que a un ser humano. Cuando me vio, sus ojos no tenían brillo. Sólo me dijo una frase, frase que me dejó muerto

-Los vampiros nos pillaron y ella ha muerto para que yo me salvara.

LO QUE SIGNIFICA SER  YO: SETH CLEARWATERWhere stories live. Discover now