Capítulo 9

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Ninguno de los dos apartaba la mirada del otro. El brillo en sus ojos era tan intenso que provocaba una ligera ceguera en mi pero me era imposible apartar la mirada. Jake poco a poco comenzo a acercarse a mi, esos labios tan bien definidos y rosados me llamaban, decían que los besara.
Sus labios y los mios comenzaron a rosar suave y delicadamente...

–¡Agh!–Jake dio un pequeño salto y salio de la cama–¡Dios, esta caliente!–gritó mientras saltaba. El café que estaba en la charola se había caído sobre él.
Jake corrió al baño a cambiarse, yo no pude evitar soltar una pequeña risa frente a su reacción.

–¿Estás bien?–golpee la puerta del baño esperando su respuesta. Jake salio y pude ver su abdomen desnudo. "¿esto será a menudo?" Me pregunte, porque la verdad comenzaba a acostumbrarme.

–Sí–dijo mientras se secaba.

No pude evitar bajar la mirada hasta su cortada, aun tenía los puntos. –¿Co-cómo esta tu herida?–no pude evitar que mi voz sonara un poco temblorosa.

–Bien–me distraje un poco a medida que el se colocaba su playera–los puntos comienzan a secarse y eso molesta un poco.

–Si, es normal–volví a la cama y retire las cosas que estaban sobre ella.

Baje las escaleras hasta la cocina y lave las cosas que habiamos usado. "¿Cómo es posible que no seas capaz de entablar una conversación?, Eres una tonta Alison."





Jake por la tarde salio a vigilar un poco alrededor para comprobar que estabamos seguros, yo mientras tanto recorrí un poco la casa.
Habían alguna cajas en las habitaciones y la curiosidad me invadio.

Entre a la habitacion que parecia que era de un niño. Abrí unas cajas y pude ver un oso de peluche, y unas fotos de una familia. Aquel pequeño que aparecía se me hacia muy conocido...

–Veo que te invadio la curiosidad–me sobresalte al escuchar su voz. Me di vuelta y lo vi recargado en el marco de la puerta.

–Lo-lo siento–dolte un poco nerviosa. El se acerco y se sento en el suelo junto a mi.

–Esa es mi familia...–comenzó a relatar–hace ya unos 13 años nos tomamos esa foto, lo recuerdo bien, era el cumpleaños de papá... Mamá y mis hermanos planeamos una fiesta sorpresa para el. Mi madre había preparado el pastel, mi hermano y yo decorabamos un poco, mi hermana tuvo que ayudarnos porque Chris y yo eramos un desastre–rió–ese día fue grandioso, jamás olvidaré la expresión de papá cuando entro a nuestra casa y nos vio a todos, sus amigos, familiares, vecinos... Todos adoraban a mi padre, era único, el me entendía y me protegia, siempre me  aconsejaba, era el mejor–agacho su cabeza intentando ocultar su trisreza. Pude ver como una pequeña lágrima caia sobre el dorso de su mano.

–S-se lo que sientes–mi voz sonaba algo quebrada al recordar a mi padre–pero... Tuve que aprender a aceptarlo, se que en algun momento lo volveré a ver y el me estara esperando–no pude evitar sonreír al recordarlo–él siempre me dijo que estaría orgulloso de mi–una ceguera provocada por mis lágrimas comenzaba a invadir mir ojos– y se que tu padre esta muy orgulloso de ti–puse mi mano sobre mi hombro y el giro su cabeza clavando sus hermosos ojos llenos de lágrimas sobre los mios.

–Gra-gracias–sonrió y me sorprendio con un fuerte abrazo. Me quede pasmada unos segundos pero luego lo respondí. Sus fuertes brazos me daban proteccion y calidez, se sentía muy bien. – Enserio... Te lo agradesco.

–No tienes que agradecer–sonreí y él oculto su rostro en mi cuello. Pude oir coml sollozaba y sentir como sus lágrimas humedecían mi cuello. No podía soportar que estuviera así. –Hey–musite apartandolo de mi y tomandolo por los hombros–creo que ya tenemos suficiente agua para cocinar algo–el rio–ven, vamos a cocinar algo, se que te alegrara–sonreí. Me puse de pie y le extendí mi mano. El la tomo, se puso de pie y me regalo una sonrisa.

Bajamos las escaleras hasta la cocina y cocinamos unos ravioles. Al terminar de cenar, nos sentamos en el pequeño sofá que estaba en la sala mientras Jake me mostraba algunas de las fotos y ambos contabamos anecdotas de nuestra infancia.

–No te burles de mí–se quejo Jake mientras yo reia a carcajadas.

–Es que no puedo evitar imaginarte corriendo por que le temias a una pequeña lombriz–volvi a reir.

–Tenía 6 años, pensaba que era una serpiente–hizo puchero.

Así la pasamos la gran parte de la noche hasta que ya se hacía algo tarde.
Eran alrededor de las 1 am. Mis parpados me pesaban, estaba recostada sobre las piernas de Jake mientras me acariciaba el cabello. Su delicadeza era única, apenas podía sentir el contanto de sus dedos. Espero que no haya notado el ligero color rosa en mis mejillas.

Poco a poco mis parpados se fueros cerrando hasta que todo se volvió obscuro.

–Alison...–escuche a lo lejos, pero ya había caído en un profundo sueño–descanza...

~Mi Soldadito~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora