Capítulo Dos

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¿Cómo podía el silencio ser tan sonoro?

Aliviado y un poco asustado por haber podido decirle para qué estaba allí, Taemin esperó que Choi Minho dijera algo.

¿Qué diría?
¿Cómo iba a reaccionar al saber que tenía un hijo?
¿Cómo es que si quiera iba a creele?



Era IMPOSIBLE, para un hombre quedar embarazado, o bueno, al menoseso había pensado Taemin hasta que se vio allí llorando en el piso del baño deun motel barato con una prueba en mano que decía positivo.

-Bueno, desde luego tienes imaginación -lo dijo sin tono, dejándose caersobre una silla, con los ojos medio cerrados-. Sabes cómo mantener laatención de un hombre. Nunca sé qué se te va a ocurrir.

Taemin parpadeó, sorprendido.

¿No le creía? Pero claro que no quien en su sano juicio creería la historia deun hombre embarazado.

Se había preparado para un Minho furioso, lleno de recriminaciones. Se habíapreparado para explicar por qué no se lo había contado siete años antes, perono se le había ocurrido que no le creería.

-¿De verdad crees que bromearía sobre algo así?

-Admito que es una broma de muy mal gusto, pero algunas personas harían lo quefuera para conseguir lo que quieren. Y supongo que eso es lo que tú quieres,más dinero.

Era exactamente lo que quería, pero no por las razones que él parecía suponer.

-¿Por qué no me crees?

-Quizá porque es imposible para un hombre concebir un bebé, y menos venirdespués de siete años a recriminármelo..

Taemin respiró profundamente para controlarse.

-El niño tiene seis años. Nació cuarenta semanas después de que tú y yo...

-¿De que nos acostáramos juntos? Eres tan reprimido que ni siquiera puedes usarpalabras que se refieran al sexo.

-Eso da igual. Supongo que te preguntarás por qué no te lo había contadoantes...

-Sí, se me ha ocurrido.

-Tú me echaste, Minho -le recordó-, y te negaste a aceptar mis llamadas.Me trataste de una forma abominable.

-Las relaciones empiezan y terminan -replicó él, con un tono de totalindiferencia-. No te pongas dramático.

-¡Estaba embarazado! Y te llamaba para decírtelo. Lo intenté muchas veces, perotú no querías saber nada de mí. Y me hiciste daño. Me hiciste tanto daño quedecidí que el niño estaría mejor sin un padre como tú. Por eso no insistí más.

-¿Siete años y eso es lo mejor que se te ocurre?

-¿Crees que tomé esa decisión a la ligera? ¿Tienes idea de lo que cuesta tomaruna decisión así? Me sentía culpable, Minho. Estaba privando a mi hijo de supadre y sabía que algún día tendría que dar una explicación... Me he sentidoculpable todos los días durante estos siete años.

-Y supongo que ese sentimiento de culpa de repente te ha abrumado y por eso hasdecidido compartir la noticia conmigo, ¿no?

Taemin negó con la cabeza.

-No puedo creer que te lo tomes así. ¿Sabes lo que me ha costado venir aquíhoy? ¿Tienes idea?

Era más insensible de lo que hubiera podido imaginar. ¿Cómo podía sentirseculpable? Debería sentirse orgulloso de haber protegido a su hijo de aquelhombre. Pero el momento de protegerlo había pasado y, desgraciadamente, ahoranecesitaba su ayuda. No podía permitirse el lujo de apartarlo de su vida parasiempre.

-¿Qué tengo que hacer para demostrarte que es verdad?- Minho señalóla puerta.

-Traer al niño. 

-¿Crees que traería a mi hijo hasta Corea para que conociera a un hombre que nosabe que es su padre? Tenemos que hablar sobre cómo vamos a decírselo. Tieneque ser una decisión conjunta.

❤ Love, ♂ Sex, ☆ M...oney?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora