Daniel
Hoy es el día número dos en el que Isa está hospitalizada. Ayer le prometí contar cada día hasta el momento en el que despierte. Entro en mi habitación con solo una toalla rodeándome la cintura, me acabo de dar un baño súper caliente para comenzar bien el día. Son las nueve y treinta de la mañana, me acerco al armario y busco en todos mis montones de ropa la adecuada para ponerme para ir a visitar a Isa al hospital. Juré a mi corazón estar con ella en las buenas, en las malas y en las peores, porque eso es ser una buena pareja; estar juntos para enfrentar los problemas que se les atraviesen.
Selecciono unos jeans negros y una camiseta blanca, me pongo mis converse blancos y me cepillo el cabello.
Me detengo frente al hospital con dos flores en las manos. Cada día aumentarán conforme vaya viniendo.
Entro en su habitación y me acerco a su oído.- Amor mio, es el segundo día desde que no estas conmigo y siento que me a demolido una grúa el cuerpo. Mi corazón y mi alma siguen esperando tu regreso de éste coma. No sabes la falta que me haces... Cada vez me pregunto más y más cuando será el maravilloso día en el que tu despiertes, el día en el que abras los ojos y vuelvas a decir tu primera palabra como cuando eras pequeña, no sabes lo mucho que espero el día en el que salgas de esta horrenda habitación que cada vez me parece más aburrida por todos estos feos tonos de blanco. Llevo tiempo escribiendo esta canción para ti pero justo antes de dártela sucedió el accidente. -Me aclaro la garganta, le tomo la mano y aspiro hondo -. Te la canté el primer día que estuviste aquí encerrada en estas cuatro paredes. Todo el mundo se acerco a verme cantar, ha casi lo olvido, hasta tu mamá se acercó. siento que por fin le estoy cayendo bien ja, ja, ja, bueno eso espero
Pienso, sólo por un momento, que ella me esta escuchando. Que ella esta atenta a cada una de las palabras que le digo. Dejo de pensar, solo por un segundo, que todo va mal. Pasa por mi mente una y otra vez la primera vez que me cruce con la mirada de esta chica, cuando cayó de bruces en la acera frente a su casa justo cuando yo estaba pasando por ahí, esa chica que me hechizó completamente el alma y mi cuerpo decidió ser parte de ella, Isabella es la primer chica en toda mi loca y divertida vida que me ha hecho ser alguien que de verdad quiero ser. Quiero ser un chico amoroso, un chico detallista, alguien que se preocupe por su mujer, alguien que sepa amar con el corazón.
Me acerco a su rostro, suave y delicado, y le planto un enorme beso en la mejilla. Las malditas lágrimas vuelven a salir de mis ojos así que me limpio rápidamente con el dorso de la mano. Sorbo por la nariz y vuelvo a hablar:- Tú le trajiste magia a mi mundo. A mi corazón. ¿Pero sabes una cosa?, para mi la magia es que con una simple sonrisa de las tuyas, tú logres ponerme de muy buen humor. Bueno mi niña, creo que ya te dejaré, ya pasó el tiempo de visita. Sabes que mañana regresaré y ahora traeré tres flores. Sé que muy a tus adentros me escuchas, y quiero que jamás olvides estas tres palabras: TE AMO ISA.
Le beso la frente y salgo de la habitación. Cierro la puerta detrás de mi y dejo escapar un larguísimo suspiro con el cual desaparecen los temores y las tristezas de hoy.
Me dirijo a mi auto, me subo y lo enciendo y arranco. No tengo muchas ganas de regresar a casa. Apenas será mediodía así que me pondré al corriente con mis amigos. Me dirijo a la casa de Jamie y al llegar tengo tantísima suerte ya que Jamie está regando el césped de su casa; tiene un short de cuadros, una camiseta negra con franjas blancas, ¿o blanca con franjas negras?, inquiere Geovany. Estaciono el auto al otro lado de la calle y me bajo, Jamie me observa y durante un segundo se queda con la boca callada, me acerco lentamente y justo cuando estoy frente al auto de los señores McUein me quedo igual que él. Mirándolo fijamente, y él a mi, ambos comenzamos a levantar poco a poco la mano derecha, y justo en el mismo segundo ambos nos levantamos el dedo medio. Nos comenzamos a reír y es entonces dónde yo me dirijo hacia él y él suelta la manguera y se dirije hacia mi. Le choco el puño y después lo abrazo. Le doy unas palmadas en la espalda y después me alejo de él.- ¿Qué onda, carnal? -me pregunta Jamie
- Que onda, Jay, ¿cómo has estado?
- Pues bien, gracias Dan, y ¿tú? - 《si tan solo supieras》 pienso.
- Pues no tan bien que digamos
- ¿Y eso?, ¿qué pasó?
- Pues, ¿recuerdas a Isa?
- ¿Tu novia? -asiento -. Si, si e acuerdo de ella, ¿qué pasó?, ¿cortaron?
- No, no cortamos, y espero nunca suceda, lo que pasó es que tuvo un accidente hace unos días y ayer o antier vine a verte porque necesitaba apoyo pero no había nadie en la casa. Güey, no tienes ni idea de lo mucho que he sufrido en estos días, necesitaba a mi mejor amigo junto a mi...
- Ay Dan, ven -me estrecha entre sus brazos y me dice-: todo estará bien bro, ya lo verás
- Gracias enserio, sabes, me desespera no verla como debe de ser. No hablarle como debe de ser. No abrazarla como debe de ser. No nada. La necesito, me hace demasiada falta.
- ¿Quieres ir a dar la vuelta para despejar un poco tu mente?
- Si, creo que eso es lo que me hace falta, llamaré a Rodrigo, Meghan, Susy y a Teo en el camino.
- Esta bien, carnal, deja voy por mi teléfono y por mis llaves de la casa, espérame
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Cuando Te Conoci (#1)
Teen Fiction1). Me enamoró su sonrisa, es tan bella que nadie puede evitar no mirarla; (2). Me enamoraron sus ojos, tiene un color tan precioso que me encanta; (3). Me enamoraron sus labios, son tan carnosos y deliciosos; (4). Me enamoraron sus besos, me he dad...