XI

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Después de eso, Ruben recibió una llamada de su madre y tuvo que volver a casa.

¿Ese trato iba a cumplirse?

***

Era viernes, que bien.

La clase de física era la última.

Todos tenían ya esa ansiedad de que terminara la clase para poder irse.

El maestro tuvo un pendiente por lo que le dijo a sus alumnos un siguieran la clase (basquetbol) ellos mismos, obviamente los responsables fueron los únicos que la siguieron.

Entre ellos Ruben, pero más bien, no era sólo por la responsabilidad, si no que quería ejercitarse en exceso con tal de bajar todo el "peso" que según él tenía.

Mangel sólo veía como unos jugaban, otros se sentaban a platicar y murmurar, y otros a ver sus celulares.

Se preguntaba cuales eran las razones del castaño para querer bajar más de peso sabiendo que ya era muy delgado.

Y ahora que lo pensaba, no había visto con era en realidad Ruben, ¿ya estaba lo demasiado delgado?

Mientras unos chicos se acercaron a Ruben y lo sacaron del juego. El peli-negro esperó un poco y decidió ver que ocurría.

El castaño tenía puesta la chamarra de la escuela, solo eso le permitirían usar además de el pantalón de invierno, para él bien, no quería más burlas.

Los chicos que eran varios hicieron un círculo y lo aventaron unos entre otros como una pelota, tratando de quitarle su chamarra.

Desgraciadamente lo lograron, y se alejaron para dejar al descubierto a Ruben con la camiseta de deportes.

Sus brazos eran delgados tanto como su torso, aunque este no se viera tanto por la camiseta que le quedaba grande, su piel era blanquecina, y ahora sus delgados pomulos y cuerpo hacían juego.

Se abrazo a su mismo e intento escapar, pero un empujón más que lo hizo golpear contra la pared lo dejó mareado y cayó al suelo.

-¡Ruben!- Mangel gritó y corrió hacia él.

Ana y Mia | Rubelangel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora