XVII

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Era de madrugada, y Ruben rodaba en su cama cada minuto que pasaba, pensaba en aquel momento cuando conoció a Mangel y le ofreció su amistad.

Estaba arrepentido aún de aquel mensaje que había influenciado a Mangel a separarse de él.

(...)

Mangel por otro lado al salir del baño se sintió mareado, y los matones ahora sus "amigos" que antes lo molestaban junto a Ruben lo obligaron a beber alcohol.

Mangel no se opuso, desafortunados los que piensan que en el alcohol hallarán la solución a los problemas.

Tomó y tomó hasta el amanecer.

Todo daba vueltas.

"S-si, estos chicos... son buenos conmigo porque ya no me junto con Rubius"

"Has tomado una buena decisión Mangel" le decían los chicos...

"Ellos me respetan por fin, así es"...

Despertó repentinamente en la casa de uno de esos chicos, con resaca.

Aun así, salió de ahí y se dirigió a casa, esperando sólo dormir al llegar.

(...)

"Debería hacer algo... debería volver a ofrecerle mi amistad, tal vez no está pasando nada malo entre los dos.... ahg, cómo no, si seguramente le hizo caso a ese mensaje anónimo"

Decía el castaño mientras esperaba a que Mangel llegara a su casa. Era un día con una llovizna ligera.

Justamente en ese momento vio su silueta tambaleante, por la calle. 

Salió rápido de su casa, y caminó hacia él.

Mangel vio a Ruben he hizo una cara de disgusto, dio media vuelta y comenzó a alejarse.

"¿Qué le pasa a este tío?" Ruben se dijo, cuando Mangel se alejó, entonces corrió detrás él "¡Mangeeel!"

Pronto se alejaron hasta un lugar donde no había mucha gente, además de que era temprano.

En un momento, Mangel se cansó de caminar y no tuvo de otra más que agacharse en el suelo a descansar.

"¡M-Mangel!" Respiró Ruben agitadamente al llegar a su lado "supongo que has estado evitandome, ¿no es así?"

"¿Qué quieres?" Dijo sin mirarlo

"S-sólo, quería decirte que... yo te envié ese mensaje anónimo... no se si lo recuerdes" soltó una risa nerviosa.

Mangel abrió los ojos como platos y lo miró "¿¡Por qué!? ¿acaso empezaste a odiarme?"

"¡N-no! Pensé que era lo mejor ya que vi los mensajes ofensivos que ponían en tu perfil social... por mi culpa, ¡P-pero estoy arrepentido! la verdad espero que volvamos a convivir como hace poco, ¿que dices?"

"A decir verdad fue buena decisión tuya"

"¿¡Eh!?" Ruben estaba impactado por lo que Mangel había dicho.

"Ahora los chicos me respetan justo como antes, como debía ser"

"Pero Mangel, yo quiero que volvamos a ser como antes"

"¿Por qué?"

"Porque... me gustas" dijo Ruben con la cabeza baja "me encantó cuando me defendiste y te preocupaste por mi. ¿Qué hay de la promesa? Ambos nos ayudariamos a superar nuestros problemas. Se que no hice bien en mandarte aquel mensaje, en serio lo siento Mangel. Tú si me ayudaste a cambiar, había estado comiendo estos días, dime, ¿tú progresaste gracias a mi?

"No, ya basta Ruben, no te necesito" dijo cruelmente, sin mencionar que gracias a él no se había cortado últimamente, pues se había sentido muy bien. ¿En serio importaba más lo exterior (una falsa amistad con esos matones y respeto) que lo interior(una hermosa amistad con Ruben y... algo más)?

"¿Q-que dices Mangel? Espera... tal vez, con amor..."

"¡No Ruben! ¡Yo no se que es amor! ¡yo sólo se que la gente hace esas cosas y tal!

"Tal y como tú y yo las hicimos de cualquier manera, ¿no es así? caminar de las manos, darnos un beso" Pensó Ruben, algo en su interior comenzó a doler, su corazón comenzó a latir rápido, ese dolor no era físico.

Después Mangel al no recibir respuesta lo apuntó diciendo lo siguiente "Te he estado despreciando como antes ¿no lo entiendes? ¡estoy enfermo al igual que tú! ¡Yo no necesito que me ames!"

"¡Miguel, entiende!" lo hizo callar, con un grito que el peli-negro nunca había escuchado por parte de él "¡El amor no es simplemente las palabras bonitas ni hacer eso! ¡no son sólo regalos materiales y caricias de esas! ¡no es sólo tener citas, tomarse de las manos y besarse por la calle!" Los ojos del castaño se cristalizaron, "el amor es cuidarse el uno al otro, regalar de su tiempo a la otra persona sin importar nada, es ir corriendo hacia esa persona que sabes que necesita amor, es preocuparse por su felicidad, ver como todas sus imperfecciones lo hacen perfecto, tal y como tu lo hiciste conmigo ¡Sí, estamos enfermos! Pero abre los ojos, estar amando y ser amado te hace sentir normal aún así teniendo muchas enfermedades. Yo te regalaré el amor que siento por ti, tú sabrás que hacer con el, , ¡no me importa si tu no me amas!, y si me lastimas, bueno, esta bien, no me importará, porque yo quiero ayudarte, porque de eso se trata el amor" finalizó.

Mangel se dio cuenta de que Ruben actuaba como la primera vez que se conocieron, tan insistente.

Ruben no se quedó ahí y se alejó, diciendo "Te veo en la escuela, y... supongo que si no quieres seguir con nuestra promesa, la cual rompiste, comenzaremos desde cero, porque seguiré insistiendo"

Ana y Mia | Rubelangel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora