Recompensa.

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Luego de pensarlo por un rato, su corazón se armó de valor y fue hacia Mónica.

-¿Podemos hablar? -dijo Justin.

-Hola, si claro que si -dijo Mónica entristecida.

-Perdón por lo que pasó antes, te explico... -dijo Justin, pero fue interrumpido por el anciano.

-Miren aquí tengo helados para ti y para ti.

Tomaron los helados y el Viejo Justin se marchó levantando su pulgar en señal de apoyo.

-No tienes que explicarme nada, fue en el momento, tenía muchos sentimientos encontrados pero no fue tu culpa tranquilo -dijo Mónica.

Justin no quería insistir ya que era muy poco probable que ella le creyera.

-Si pues, esta bien y ¿como estás?.

-Todavía no supero eso, fue tan cruel... -dijo Mónica, comenzó a llorar y Justin la abrazó, él sentía felicidad pero a la vez sabía que él había sido el culpable.

-No te preocupes, lo superarás -dijo Justin, acariciando su cabello.

Entonces Milo se unió al abrazo y secando sus lágrimas Mónica dijo.

-¡Wow! un conejo que lindo, ¿es tuyo?.

-Ahora si lo es -dijo Justin.

Ella se olvidó de todas sus molestias solo con sentir el amor de Justin.

-Justin... Tenemos que ir mas despacio, ¿entiendes? -dijo mientras acariciaba a Milo.

-Lo entiendo, aquel beso fue muy rápido comencemos de nuevo ¿te parece? -dijo Justin.

-Si está bien, pues mucho gusto ¿cómo se llama señor? -dijo Mónica, ya estaban jugando y parecían felices.

-Jajaja, Justin ¿y usted?.

-Mónica para servirle.

la felicidad regresó y él recordó todo lo que el anciano le había dicho, quizás su vida era triste pero ya tenía la clave para ser feliz, el niño no se aparecía y Justin comenzaba a sospechar que vendría algo malo muy pronto, pero disfrutó del momento lo más que pudo y curiosamente una fila de hormigas pasaban por delante de ellos para tomar una hoja caída de un árbol, representando lo que había dicho aquel anciano.

Lágrimas InvisiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora