Capítulo 7

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N/A: Lo prometido es deuda, así que aquí tenéis el siguiente capítulo, y espero que lo disfrutéis tanto como yo estoy disfrutando escribir Aurora. 


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Era muy extraño que no encontrase a Ally por ningún lado aquel día, sinceramente me importó más bien poco cuando a la salida del colegio la vi montarse en la moto de Will y desaparecer juntos. ¿Por qué me estaba evitando?


De repente un tirón en mi mochila me hizo reaccionar, cuando giré la cabeza me encontré con que tres chicos del equipo de béisbol me habían arrebatado esta y salieron corriendo por los pasillos.


¡NO! ¡MI TRABAJO DE CIENCIAS ESTABA AHÍ!


Corrí lo más que pude persiguiéndolos, con suerte solo se divertirían un poco pasándose la mochila entre ellos, y cuando vieran que es demasiado aburrido marearme así, me la darían, pero mi sorpresa fue que al entrar en el gimnasio con el fin de perseguirlos, habían dejado la mochila justo en el centro de la pista de baloncesto. Suspiré resignada para finalmente caminar hacia ella y cogerla. Solo se escuchaba mi respiración agitada de correr y el sonido de mis pasos.


Un momento. Yo no estaba caminando. Tuve que mirar mis pies para cerciorarme de esto, pero comprobé que de verdad no estaba andando cuando una mano se posó en mi hombro. Di un respingo, alejándome de repente para encontrarme con una Brenda enfadada. Los surcos de su nariz estaban abiertos y una sonrisa irónica apareció en su rostro. Puso su mano con la palma hacia arriba delante de mí.


-Mi colgante. Lo quiero ahora.


Miré su mano y luego miré al suelo negando con la cabeza rápidamente mientras daba pequeños pasos hacia atrás.


-¿No lo tienes?- Negué de nuevo con la cabeza, pero esta vez la mano que ella tenía estirada, impactó en mi mejilla. –Maldita muda de mierda, dame mi puto colgante. Vale más que tu vida entera.


Llevé mi propia mano al golpe que había recibido, notando cómo mi mejilla estaba caliente por el reciente impacto. Negué de nuevo con lágrimas en los ojos, mi mirada buscó ayuda de alguien, pero en el gimnasio solo estábamos ella y yo.


-Quiero mi colgante. ¡QUIERO MI COLGANTE!- Entonces ella me empujó, haciendo que yo acabase en el suelo por los nervios que tenía, se puso a horcajadas encima de mí y con las dos manos, tiró de mi pelo, golpeando mi cabeza varias veces con la madera de la pista.


-Te dije que no lo tenía ella.- Una nueva voz apareció de la nada, una voz familiar. Los golpes cesaron, pero yo me quedé hecha una bolita sobre la pista mientras con mis manos apretaba la zona de mi cabeza golpeada. Un sollozo se aventuró a salir de mi pecho, y no pude parar las lágrimas que ahora salían de mis ojos sin parar.


-Es ella quien lo tiene. Sé que Vero la fue a buscar, y sé que desde ahí, no encuentro mi colgante. ¡LO TIENE ESTA ZORRA!- Dijo Brenda a la familiar voz que había a lo lejos, pero que ahora, con pasos pausados se acercaba a nuestra posición. La pelirroja de bote se levantó de mi cuerpo para enfrentar a esa voz.

Aurora; CamrenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora