Me pesan los párpados, se me acalambran las piernas, mi cuerpo se fatiga, pero en mi cabeza mis pensamientos se estimulan, idealizando un futuro tanto como próximo como lejano, y más allá de que mi cuerpo no aguante y que mi percepción del tiempo sea más lenta, casi tan lenta que podría decir que los segundos me parecen eones, haciendo que el futuro que idealizo nunca llegue, ese futuro en dónde podremos estar cerca, ese futuro donde se podría decir que todo va a estar bien, donde las ansias que tengo ahora serán apaciguadas por una enorme tranquilidad, por un cosquilleo en mi pecho que tendrá una reacción en mi cara haciéndome sonreír. Y mis párpados ya no pesarán, mis piernas responderán y mi cuerpo no se cansará, porque mi espera ya habrá terminado y a mi lado aquí estás... que maravilloso sería todo... si no fuera porque sigo en el mismo minuto en el que todo esto me pareció real.
