Sin rumbo voy, en busco de un lugar, un lugar al cual pertenecer porque solo me encuentro, porque tus brazos a los cuales llamaba hogar ya no puedo recurrir, puede que sea mi culpa, puede que no entienda lo que pase, y pido perdón por dudar, es que en este momento mi interior no es algo que pueda habitar, no es algo con lo que puedo lidiar solo. Ya no me hallo, no me siento seguro; sé que es algo que debo de afrontar, que es parte de ser y de crecer, pero pido perdón porque no se sí tengo la fuerza, más bien creo que me sobra debilidad porque no encuentro mi lugar, mi refugio y sólo me queda echarme a llorar.
No puedo pensar claramente, no puedo ver lo que es evidente, la inseguridad me envuelve y necesito reafirmar lo que ya se supone que debería saber, y es que soy un mal creyente, necesito ver para creer y aún así vuelvo a recaer. Por favor, extiéndeme tu mano, sé que no la merezco, sé que estoy empujando aún más, pero es que nunca me he odioado tanto como hoy y no sabés cuánto significa para mí que lo estés intentando, por favor, sé mi lugar, prometo que me iré cuando pueda si es que así lo deseas, pero mi corazón necesita reposar, mis ojos necesitan sanar, pues ya no me quedan lágrimas, ya no me quedan excusas para decir que estoy bien.