"Llanto"

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El almuerzo como siempre estaba colapsado de gente y yo por mi parte no quería estar allí adentro. Me escabullí entre medio del gentío y logré llegar a la máquina  de golosinas para poder sacar algo.

Opté por una soda y un paquete de papitas y tratando de que nadie note, fui hacia afuera y me senté en el campo de área verde correspondiente al colegio, bajo un árbol un poco apartado.

Sin embargo, fue en eso cuando divisé la figura de Zusi sentada un poco más allá, sola y escuchando música con sus audífonos.

»Era ahora o nunca«.

Me levanté de mi asiento improvisado y me acerqué donde ella.

—Zusi...

—Fuera Louis, no estoy de ánimos.

—No venía a pelear— dije levantando las manos en señal de inocencia y me senté a su lado.

Ella solo se sacó los audífonos y se giró a verme.

—¿Qué quieres Tomlinson?— entonces me pude dar cuenta de que sus ojos estaban rojos.

O había estado llorando o se había fumado un buen porro. O quizás ambas cosas, la verdad era que me esperaba todo viniendo de Zusi Cox.

—Solo quería hacerte una propuesta— le dije sonriendo, confiado de mi mismo.

—¿De que se trataría?— quiso saber ella, más sin embargo la voz se le quebró al hablar.

—¿Estás bien?— quise saber y ella me miró a los ojos, tratando de mantenerlos fuertes pero no obstante, estos se llenaron de lágrimas segundos después.

Negó con la cabeza y eso fue más que suficiente como para hacer que mis brazos la rodeen y traerla hacia mi. Apoyó su cabeza en mi pecho y mientras yo acariciaba su cabello con mi mano, pude escuchar sus pequeños sollozos contra mi polerón.

—Tranquila...— le susurré besando su coronilla y presionándola más junto a mi a lo que ella se acurruca contra mi cuerpo— Todo va a estar bien linda.

Besé su cabeza una vez más y Zusi se incorporó mientras sorbía su nariz con un poco de papel higiénico. Hice una mueca frente a ello.

—¿Me vas a decir que te pasó?— cuestione con ternura, arreglando su cabello el cual estaba pegado en su cara debido a sus lágrimas— ¿Quién fue?

—N-no e-es nada L-Louis— sollozó.

—Como que no es nada, mira como estás llorando nena— dije tratando de calmarla.

Cuando su respiración por fin se estuvo normalizando, ella frotó su cara y se preparó para hablar.

—Hoy se cumplen dos años de la muerte de mi mamá, Louis— dijo tratando de no quebrarse nuevamente— Y no sabes cuánto la extraño.

Me quedé sin palabras una vez más, la verdad de las cosas era que no me esperaba en lo más mínimo una respuesta como ésta ni mucho menos ver a la misma chica de fuerte carácter en este estado.

Así que lo único en que atiné, fue abrazarla nuevamente.

—No sabes cuanto lo siento Zusi— susurré contra el aroma a vainilla de su cabello.

—Yo también lo siento— susurró de vuelta— Pero bueno, la vida sigue y los pájaros cantan.

E inexplicablemente ella se incorpora por segunda vez y suspira profundo, secando sus lágrimas con el dorso de su mano y arreglando su cabello. Entonces sonríe como si nunca hubiera pasado nada.

Mi ceño estaba más que fruncido.

—¿Y cuál era la propuesta que me tenías que hacer?— cuestionó, pero yo estaba atento a su reciente reacción— Oh vamos Louis, solo me encontraste volando bajo.

—Lo sé Zusi, pero es...

—Es bueno llorar alguna vez ¿Sabes?, ahora dime cual es la propuesta— levantó una ceja mientras que su traviesa mano robaba  una de mis papitas.

»Esta chica era bipolar«

—Era que me ayudes a estudiar química y yo te ayudo con el trabajo de biología— dije y ella me miró interesada— Eres la mejor en la clase de química y yo soy el mejor haciendo manualidades, es una buena oferta Cox.

—Lo es... Acepto— dijo y seguido de esto estrechamos manos— Pero Louis.

—¿Si?

—Por favor no le digas a nadie de lo que pasó recién, y-yo...

—Tranquila que no le diré nada a nadie pero... Tus ojos están rojos y no creo que los puedas ocultar fácilmente.

—Aún queda media hora de almuerzo— dijo refregando su ojo— Estúpida pestaña de mierda.

Solté una pequeña carcajada y me dispuse a ayudarla.

—Abre bien el ojo— demande y ella me hizo caso, me acerqué para ver un poco más y efectivamente se trataba de una pestaña.

Soplé y la pude sacar.

—¿Entonces cuando empiezo a enseñarte química?, bobo— cuestiona ahora  con una sonrisa juguetona.

—Cuando tú quieras, boba— le respondo dándole un sorbo a mi soda, ella ya se había comido todas mis papitas.

Le convidé un poco de la botella y antes de llevársela a sus labios, limpió la boca del envase con su mano.

—No sé para que haces eso— rodeé los ojos.

—Para quitar tu saliva de ahí.

—Pero si ya nos besamos Zusi, en realidad casi nos devoramos en el cuarto y tu...

—¡Cállate Louis!— gritó ella a lo que estallé en carcajadas.

—Eres tan poco inteligente.

—Y tu tan poco agradable... Y además no soy yo la que está pidiendo ayuda en química.

Touché.

—¡Eres tan molesta!

—¡Y tú tan idiota!

—¡Anoréxica!

—¡Oompa loompa!

—¡Mojo jojo!

Y es así en como Zusi después de eso se lanza sobre mí para pegarme con su pequeño puño en la espalda.

»Pequeño pero dolía «

Y ahí estábamos nosotros, peleando como si la vida se nos fuera en ello.

Lunch » L.T Donde viven las historias. Descúbrelo ahora