"Entre nutella y un par de besos"

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Mis padres me miraban expectantes esperando una respuesta de mi parte. Sin embargo cuando abrí la boca para responder, siento mi bolsillo vibrar avisando de haber recibido un nuevo mensaje de WhatsApp.

Cuando saco el celular confirmo que se trataba de un número desconocido quién me había enviado un mensaje.

"Sube a tu habitación. Ahora"

Fruncí el ceño a más no poder y luego de decirles a mis padres que tenía mucho sueño, comencé a subir las escaleras para llegar a mi habitación. Cuando abrí la puerta, estaba todo tan oscuro y lo único que se escuchaba era un paquete de papitas y una persona comiendo.

—Hola Louis.

»Debe de estar jodiendo...«

Encendí el interruptor y pude ver a Zusi acostada en mi cama, un Macbook encima de sus piernas y un sin fin de cosas para comer. Ella llevaba unos shorts cortos y una polera de tirantes como pijama y acariciaba a Alaska.

Parecía una traficante.

—Zusi.

Estaba tan confundido ahora mismo.

—Estaba pensando en una noche de golosinas y películas- se encoje de hombros como de la nada y abre la boca para seguir comiendo.

—Zusi te deje en la puerta de la casa— dije acercándome a ella.

Sip, pero llegué ante a tu casa así que no reclames ni digas nada, idiota— dicho esto come otra papita y Alaska se sobresalta por el movimiento.

Agarro a mi gatita en brazos y ronronea unos segundos y prontamente quiere escapar, rasguña mis manos y sale corriendo por la puerta la cual después es cerrada con seguro por mi.

No me queda más que aceptar y sentarme a su lado. Ella buscaba alguna película de terror en netflix. La chica estaba loca.

—Tu busca una— dice y se levanta y comienza a caminar por toda la habitación y llega al interruptor. Cuando todo está oscuro nuevamente ella vuelve a su puesto.

Observo sus piernas con descaro y paso mis ojos de arriba hacia abajo por su cuerpo. No era tan plana después de todo.

Se vuelve a sentar a mi lado y presiono cualquier película de la categoría que ella había elegido.

—¿No te molesta que venga así de repente, cierto?— cuestiona y es cuando mi vista se posa en la ventana abierta de mi cuarto y una mochila al lado de ésta, seguramente de ella.

—Claro que no muñeca.

Estaba más que aturdido pero ya no me importaba en realidad. Comenzamos a ver "cuando las luces se apagan" mientras comíamos una infinidad de cosas. De vez en cuando la observaba y podía apreciar en que ella de verdad disfrutaba la película.

Pero yo no.

Nunca me han gustado las películas de terror.

Ayúdame Dios.

—¡Ah, no!

—Pareces una nena Louis— ríe ella negando con la cabeza.

Entrelaza sus piernas con las mías y se apega a mi, soltando una risa al ver a los protagonistas en el sótano de la casa. ¿Por qué se reía? Mierda. Yo moriría ahí.

—No entiendo de que te ríes, estás loca— le dije.

Ella solo rodó los ojos y seguimos viendo la película. Sus dedos hacían patrones sobre mi pecho y sus pies acariciaban mis piernas sin que ella se de cuenta. Estaba tan linda y tierna en esa posición.

Lunch » L.T Donde viven las historias. Descúbrelo ahora