El jardín trasero está lleno de vasos rojos amontonados, sillas de plástico alquiladas y tablones de madera que forman una especie de mesas.
Es la fiesta de cumpleaños más grande que Patrick ha hecho en su vida. Si mis padres se enteraran de lo que está por suceder, de la cantidad de niños borrachos que habrá en su casa, posiblemente rompiendo sus jarrones y arruinando los cuadros de mama, se desmayarían. Y luego resucitarían para enviar a Patrick a un internado de por vida.
Bueno, quizás exagere un poco con lo de "de por vida" pero sí que lo harían. Sobre todo porque no están ni enterados de todo esto.
En fin, como regalo de cumpleaños le obsequié a Pat mi silencio, prometiendo no decir nada a mamá y papá. De esa forma me ahorré el dinero del regalo, claro.
Son un poco más de las 8 y ya está oscureciendo. Suena el timbre de la casa y arrastro los pies hasta la sala para abrir la puerta, imaginando quién es.
- Dean - digo con cara de aburrida, apoyada en el marco de la puerta. Allí esta él, con su cabello rubio ceniza y sus lentes de sol oscuros.
- Hola muñeca - me dice, sonriendo pero con la vista clavada en algo en el pasillo, detrás de mi. Sin una palabra más, se adentra en mi casa.
- Sí, claro, puedes pasar, adelante. Siéntete como en tu casa - digo.
Idiota.
Supongo que habrá ido al jardín a encontrarse con Pat y me tiro en el sillón grande de la sala con mi teléfono celular. Creo estar en tranquilidad cuando Dean aparece con Pat y se quedan mirándome.
- ¿Están buscando algo? - les tiro.
- Necesitamos tu ayuda, ¿si? - dice mi hermano - Ve al auto de Dean y trae el equipo de sonido de la parte trasera, ¿quieres?
- Eh... No, no quiero. ¿Por que no lo hacen ustedes? Sólo están ahí parados.
- Tenemos cosas que arreglar detrás - dice Pat
- Te dejaremos beber cerveza si lo haces, ¿si? - Dean me tira las llaves de su auto, que caen sobre mis rodillas - Eres lo máximo Margs
Se alejan y me paro bufando del sillón. No lo estoy haciendo por la cerveza, claramente Tengo 17 y se beber sin que mis padres se enteren.
De todas formas, tomé las llaves y fui hacia la calle donde estaba estacionado el carro de Dean. Un Honda rojo, no tan fascinante, pero debe de servirle para engatusar a las chicas que salen con él.
Encastro la llave en la cerradura de un asiento trasero y saco el equipo de música, que está compuesto por dos parlantes que me llegan a las rodillas y un equipo central que tiene todos los botones que no tengo idea para que sirven.
Como no puedo llevar las tres cosas a la vez, claramente, necesitaré hacer mas de dos viajes para meter estas cosas a la casa. Agh, se las regalaría al primer tipo que pase.
Cierro la puerta trasera del auto y meto nuevamente la llave en la cerradura para trabar las puertas, pero cuando le doy para uno de los lados la llave hace un ruido extraño.
Y el auto hizo un ruido como si se hubiesen trabado las puertas.
Pero cuando saco la llave de la cerradura sólo sale la mitad.
No
Nooooooo.
No puede ser.
Rompí la llave del auto de Dean y lo peor de todo, es que deje la otra mitad dentro de la puerta trasera.
Ja ja ja. Ésta me va a salir bien cara.
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En sólo una noche
RomanceMargo tiene 17 años. Y se ve obligada a asistir a la fiesta de cumpleaños de su hermano mayor. Pero éste se accidenta en el medio de la fiesta. Y ahora Margo está a punto de vivir la noche más larga y emocionante de su vida junto al insoportable y m...