04:00 am

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Nos dimos unos minutos para despedirnos y luego subimos al auto, rumbo al hospital. He llamado y me han dicho que Pat ya está consciente, pero que no podrá dejar el hospital en unas cuantas horas. Necesitan seguir controlando.

A partir de ahora tenemos exactamente una hora para llegar; si no llegamos a tiempo tendré que vender mis órganos para pagar la cuenta del hospital sin que se enteren mis padres. 

- ¿Crees que llegaremos en una hora? - pregunto - Hemos tardado una eternidad en el camino de ida.

- Aceleraré hasta lo permitido y tomaré todos los atajos que pueda. Tu puedes... rezar - Dean ha estado conduciendo por horas sin descansar, pero no se le nota, al menos en el rostro. Se ha arremangado la camisa hasta los codos y se tira el cabello hacia atrás cada cinco minutos. Supongo que esa es su forma de auto-controlar el sueño.


Hemos conducido ya por casi quince minutos. La verdad es que sí estamos yendo más rápido que cuando vinimos, pero hemos estado hablando del tema y suponemos que nos atrasamos debido al incidente con la gasolina, y luego la vaca. Dios quiera que lleguemos a tiempo.

En todo este tiempo no he podido sacar la conversación que escuché en mi mente. Antes había decidido no mencionarlo para que Dean no supiera que yo había escuchado que él creía que yo era especial. En realidad, no tengo bien definido como interpretarlo. Quiero decir, nos conocemos hace muchos años pero nunca hemos tenido relación. Y esta noche... han pasado sólo unas horas pero parece que estoy conversando con él en este auto desde hace una eternidad.

Al final decido preguntar algo que me da vueltas en la cabeza y necesito que me responda.

- ¿Por que has dicho eso de traerme a casa de mi abuela cuando quiera? - le suelto, de la nada.

- ¿Que? - me mira desconcertado por unos segundos y luego vuelve la vista a la carretera - No entien... Ah.. ya se. ¿Cómo lo sabes?

- Lo he escuchado - digo - Mira, si lo has hecho para hacer sentir bien a mi abuela, te diría que...

- Ha ido enserio - me interrumpe - Le he dicho que te traería en cualquier momento y es la verdad.

Habia decidido que Dean había dicho eso para hacer a mi abuela feliz. Y me molestaba, porque la estaba ilusionando. Pero... ¿que si hay una chance de que sea verdad?

- ¿Por que? - pregunto - Si hasta.. has dicho que yo no te caía bien.

- Nunca he dicho que no me caías bien. Tú has dicho que no te gusto, pero no te he respondido eso.

- Bueno... lo sé pero.. pensé que lo pensabas - puede que esté a punto de sonrojarme.

- Mira, Margo, si no me gustaras, como dices, hubiese pagado yo mismo los 2500 dólares y te habría evitado. Te juro que si yo hubiese odiado la idea de hacer este viaje contigo, lo habría hecho.

- Hum... gracias, supongo - miro hacia la carretera porque estoy 100% segura de que estoy sonrojadísima.

Un bostezo sale de mi boca y veo que Dean se gira hacia mi.

- ¿Por que no pruebas dormir, eh? - me dice - te despertaré cuando estemos por llegar.

- No te preocupes, estoy bien.

Sí estoy cansada, hace casi 20 horas que estoy despierta, pero de una forma u otra no quiero perderme la ultima parte del viaje por dormir. No quiero... despertar y que se haya terminado. Ya habrá tiempo para dormir mañana.

En ese momento el celular de Dean comienza a sonar. Una canción de Arctic Monkeys suena en un volumen no tan bajo. Se apresura a buscarlo en su bolsillo trasero y mira la pantalla. Trato de no ser tan obvia, pero llego a ver que un nombre al estilo Bethany o Brittany aparece en él. 

- ¿Hola? - contesta, mirándome de reojo - No, no estoy en la ciudad.... Lo sé.... No, mira, no lo creo.... Estoy ocupado, enserio.... Disculpa.... Adiós.

Cuelga el teléfono y trato de mirar para cualquier lado menos para donde está él. No quiero que crea que me interesó su llamada... Bethany o Britanny o lo que sea estaba ansiosa por encontrarse con él, al parecer.

- Si quieres - comienzo a hablar - puedes dejarme en el hospital y... hacer lo que tengas que hacer.

La verdad es que no quiero que me deje en ningún lado y se vaya. No quiero perderle de vista hasta que la noche termine... y no quiero que la noche termine. Y aunque aún no entiendo el por que de cómo me siento, es así. De todas formas tengo que ofrecérselo. Ha estado pegado a mi por horas y quizás tiene algún compromiso con... alguien.

- Ni de broma - responde - No voy a dejarte. No hagas caso al llamado, no es importante.

- ¿Era tu novia? - aquella pregunta sale de mi sin antes pensarlo. Y me odio cuando la hago. Eres una estúpida Margo. Ya demasiado tengo que saber que estoy... celosa, y lo último que falta es que él también lo note. Creo que inconscientemente tenía que confirmar si Dean tenía pareja o no. Con él nunca se sabía; salía con una chica por dos semanas, y luego nada.

- ¿Quien? ¿Beth? No, no. He salido con ella una vez hace mucho, pero sigue llamándome, y sigo diciéndole que no.

- Oh - respondo. Me alegra que la haya apartado así. 

- ¿Que hay de ti? - me mira con una media sonrisa - ¿Alguien especial?

- No, no hay nadie - le digo.

Es cierto que hace tiempo no he salido con nadie. Quiero decir, sí, pero nunca ha funcionado. Eso de "alguien especial" hace que se me venga Dean a la cabeza. Sé que es tonto, que estoy exagerando las cosas. Y es por eso que tengo que ponerle fin a esto. Quiero decir, sentir algo, mínimo, por él sería un caos. Me ha pasado de estar enamorada de un chico que jamás me ha dado ni la hora y es increíble lo mal que se siente eso. No volveré a pasar lo mismo, no seré la típica niña de 17 años que se enamora del chico guapo, mujeriego e inalcanzable.


Enciendo mi celular para ver la hora: 04:48 am. Tenemos exactamente 12 minutos para llegar al hospital.

- ¿En cuanto crees que llegaremos? - pregunto.

- Serán unos... ¿20 minutos?

- Sí, bueno, trata de reducir ese tiempo.





En sólo una nocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora