Final: el hilo rojo del destino

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Espero que les guste el capitulo y que no tengan ganas de matarme😅😂. Si tengo faltas de ortografía los siento.
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Alec

-Alec ya es tiempo, vamos.-Thomas e Iván me esperaban en la entrada de mi habitación, para tomar rumbo a donde sería la Iglesia. Los ignore y segui observando aquel álbum que teníamos guardado. No, que tenía guardado. Con cada foto que miraba las ganas de llorar me inundaban, de vez en cuando algunas lágrimas rebeldes salían de mis ojos.

-Alec.-Volvió a hablar Thomas.-Se que es difícil y te entiendo, pero sino nos apresurados llegaremos tarde.

¿Qué me entiende? ¿EL QUE ENTIENDE SOBRE LA PÉRDIDA DE LA PERSONA QUE MÁS AMABAS? ¿El acaso sabe lo que sufro? Tener a esa persona siempre a tu lado y de un día para otro ya no está. ¿Sabes siquiera como se siente esa desesperación o tristeza? Me dieron ganas de gritarle todo eso y más, pero sabía que no era el momento para hacerlo.

-Si, ya voy.-deje el álbum en el cajón de la cómoda con mucho cuidado y salí de la habitación sin ni siquiera dirigirles la mirada.

Un padre nos dio una misa diciendo que está familia era muy buena y dedicándole palabras a cada uno de los integrantes, por último bendiciendolos para que pudieran hallar un camino al cielo.

"Todos son libres de creer en lo que quieran, pero sinceramente a mi no  me convence."eso me lo dijo hace dos meses cuando le pregunté por su religión, quien diría que terminaría en manos de Dios.

Los 5 ataúdes estaban situados al frente de la iglesia y en este momento sería trasladados a la funeraria, para que todos los familiares y amigos pudieran rezar y despedirse por última vez de ellos.

La funeraria empezó a llenarse,y aparte de Thomas e Iván solo pude distinguir a sus abuelos,que había visto en una ocasión. Respetuosamente espere a que la gente se dispersara un poco para poder ir a rezar.

-Voy a acercarme.- le dije a Thomas, que regresaba del lugar donde se hallaban los ataúdes.

-Claro.-Pero antes de irme me dio un abrazo, que aunque sus intenciones fueran hacer mis sentir mejor, solamente lo empeoró.

-Gracias.- y trate de sonreirle, pero fue en vano, la muerte no sólo se llevó a Jason, sino que mi felicidad se fue con el.

Al acercarme me encontré con sus abuelos, si mal no recordaba sus nombres eran josefina y Leopold.
Josefina se encontraba recargada en el ataúd de su hija llorando, mientras su esposo la abrazaba cariñosamente, tratando evidentemente de no llorar. Me iba a acercar a los otros, para dejarla unos momentos a solas, pero cuando se percató de que estaba ahí, se separó del ataúd para abrazarme.

Me sobresalte al tacto, pero sin duda alguna correspondi al abrazo.-Se todo lo que deberías estar sufriendo.-

-Pero usted era su madre y abuela, yo solo era amigo de...-No podía pronunciar su nombre.-de...-

-Alec, puede que a mi hija la engañaron, pero digamos que no eran especialmente cuidadosos.-automáticamente mis mejillas tomaron un tono carmín.- La manera en la que se miraban y sonreían, las maravillas que hablaba Jason de ti... el si que estaba enamorado y la vez que nos vimos, supe que eras un muchacho maravilloso y que lo amabas.-Nuevamente me abrazo y no sólo lloraba ella, ahora yo la acompañaba.

-Yo lo siento tanto, todo es mi culpa...-josefina me miro directamente a los ojos.

-Claro que no es tu culpa, era algo inevitable e impredecible.-paso su mano delicadamente por mi mejilla.

-Pero yo presentía que algo malo le pasaría, yo puede avisarle, hace tiempo que no detectaba accidentes, pero este lo sabia y yo...-Yo lo deje ir.

-Conociendo lo testaruda que es mi hija, hubieran ido de todos modos, no te culpes por algo que no es tu culpa.-

-Esta..bien.-

-Prometeme una última cosa.- a pesar de ya llevar varios minutos hablando seguíamos abrazados.-prometeme que seguirás con tu vida y encontrarás tu felicidad, porque tu mereces ser feliz.-

No sabía si iba a volver a ser feliz, pero sólo por ella...- Lo prometo.-

Los dos se despidieron y alejaron, pronto sería el entierro y me quedaba poco tiempo para despedirme.

Los ataúdes más cerca eran los de sus padres y luego los de sus hermanos, así que visite esas antes.

Su madre era como ver a Jason en una mujer, era hermosa. La única diferencia que pude encontrar era el color de sus ojos y cabello. Su madre tenía el cabello y los ojos, aunque en este momento estaban cerrados, eran color avellana. Pero en cuanto vi a su padre supe porque tenía el pelo y los ojos de otro color, su padre tenía los cabellos negros y según recuerdo, tenía los ojos azul cielo igual que Jason. Cerre los ojos y rece por ellos.

Luego estaban sus hermanos, tan pequeños e indefensos, ellos no tenían porque morir tenían toda una vida por delante, su carrera, casarse, tener hijos...ellos aún no habían vivido.

Por último lentamente me acerqué al último ataúd, aún no puedo aceptar que le este muerto. Verlo tumbado ahí inmóvil, palido y sin vida me hizo caer en cuenta que nunca volvería a despertarme a su lado, que ya no me diría Te amo cada día, ya no me molestaría mientras escribo, ya no comeriamos juntos, ya no lo vería entrar en mi habitación, ya no...

Me agache sobre el ataúd y besé sus labios, se que había mucha gente y posiblemente todas me están viendo, pero ya no me importa, porque esa sería la última vez que podría hacerlo, la última vez que podré decirle...
-Te amo.-y la última vez que podre besar su frente.

Y antes de dejar que cerrarán el ataúd le agradecí. Le agradecí  por darme los mejores momentos de mi vida.

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A pesar de que fue hace años aún lo recuerdo perfectamente, en realidad aunque le prometí a esa mujer mi felicidad nunca pude encontrar una porque como dije, estos recuerdos se llevaron todo hasta mi felicidad.

Hace poco escuche una historia: "El hilo rojo del destino"

La leyenda dice que las personas que están destinadas a conocerse están conectadas a través de un hilo rojo, ese hilo permanece atado a pesar de lugar, del tiempo y las circunstancias...
Y te conecta desde lo más profundo del corazón. Este puede enredarse o tensarse, pero nunca romperse.

Esa es la historia que escuché y algunas personas estamos dispuestos a seguirla para escapar de nuestra soledad y encontrar el amor. A veces nos preguntamos que persona será la que se encuentre al otro lado.
Pero es seguro que la encontraremos porque así lo depara el destino, pero al llegar al final me doy que cuenta que no a todos...

el destino

nos tendrá a alguien

esperando...

Al final del hilo rojo...

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Y con esto llegamos al final espero que les haya gustado. Es cierto que este capitulo es más corto que los demás, pero aún así no pierde su magia. Gracias por leer 😄

A través de historias y poemas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora