Capítulo 6

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     Es lunes, estoy en mi descanso de media mañana sentada en un bar cercano a mi oficina, tomándome un café y un dulce. Empiezo a revisar mi correo en el móvil, cuando empieza a sonar, en la pantalla aparece un número que no reconozco y que tampoco tengo guardado en la memoria. El primer pensamiento es que es alguna compañía de teléfonos para ofrecerme alguna tarifa novedosa o para tentarme con alguna oferta con muchos supuestos "REGALOS" para que te cambies. Pero de repente recuerdo a aquel chico del bar. ¿Cómo se llamaba...? Bueno da lo mismo, lo cojo por si acaso sea él.

      No, no mi intuición no me fallaba, es una compañía telefónica intentando engatusarme para que cambie mi línea con ellos. Yo que me había hecho ilusiones resulta que me lleve una gran decepción. Una vez consigo colgar el teléfono, no he terminado de ponerlo en la mesa y empieza a sonar de nuevo con un número que tampoco reconozco.

–Mire señorita no quiero cambiarme a su compañía, estoy muy bien en mi compañía...-Digo desde que descuelgo la llamada para que dejen de llamarme

–Muy interesante que estés contenta con tu compañía pero creo que no he cambiado de sexo desde la última vez que nos vimos-me contesta una voz masculina con sorna

     La vergüenza me mata. Reconozco la voz, es el chico de la discoteca y yo siendo tan borde pensando que era la chica de la compañía telefónica.

­–Lo lamento muchísimo. Es que me acaban de llamar para ofrecerme tarifas y demás cosas y no supuse que me llamaras-dije avergonzadísima

–No te preocupes, Me lo había imaginado. El que se tiene que disculpar soy yo por no haberte llamado antes, he tenido bastante trabajo y no he podido. ¿Te podría invitar a comida para redimirme y pedirte disculpas?

–Si es por cuestión de trabajo te acepto esas disculpas, pero preferiría que esa comida fuera una cena porque trabajo hoy hasta tarde.

– ¿Qué tal si te recojo a las nueve y vamos a un restaurante italiano?

–Por mi perfecto. Te enviare mi dirección hasta luego.

        Una vez cuelgo el teléfono le envió mi dirección, pago la cuenta y me vuelvo al trabajo. Mi jornada se desarrolla como siempre, corriendo de un lado a otro sin parar. Sin darme cuenta llegan las siete y media, momento de regresar a casa y prepararme para la primera cita después de mucho tiempo. Ahora que me doy cuenta de esto, me empiezo a poner nerviosa ¿Qué me voy a poner? ¿Qué me voy a hacer en el pelo? ¿Y me maquillo o no? "Bueno no pasa nada las chicas creo que podrán ayudarme" pienso para calmarme. Cuando llego a casa les explico la situación ellas me mandan a ducharme y a que me maquille mientras ellas me deciden la ropa. Después de hacer lo que me han ordenado regreso a mi habitación donde están ellas.Me han sacado un traje rojo carmesí largo de tirantes con una abertura lateral hasta un poco más arriba del medio muslo, el cual solo me he puesto una vez, ya que a cierto capullo no le gustaba que me lo pusiera porque decía que era demasiado sexy para mí. Aún están decidiendo los zapatos y el abrigo así que me aconsejan que me ondule el pelo que me quedara mejor. Una vez terminada mi tarea me traen un conjunto de ropa interior rojo de encaje, el vestido, unos zapatos de tacón negro, en ese momento tocan el timbre. Ellas salen corriendo a abrir la puerta para poder interrogarlo. En el momento que aparezco por la sala de estar veo que están riéndose. Él esta guapísimo con una camisa color rojo burdeos, un traje de tres piezas negro, una corbata negra y unos zapatos a juego con todo su espectacular conjunto. Cuando Lionel (las chicas me recordaron su nombre, yo es que soy bastante mala para los nombres y peor aún cuando bebo) me vio, cambio su expresión instantáneamente.

Sibisse (pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora