–...mi nombre real es Armand- su cuerpo se relaja un poco entre el mío, pero a la vez siento como se esta aguantando las ganas de decir algo-Suéltalo, ¿Qué estás pensando?
– ¿No me estarás mintiendo otra vez?
Me separo un poco para verle la cara que me mira con preocupación, le ofrezco una media sonrisa para que confíe en mí.
–Es mi nombre real. Mi madre me lo puso porque estaba leyendo una saga de libros y cada vez que leía ese nombre dice que me ponía bastante revoltoso dándole patadas. Y te cuento esto porque al igual que estando medio moribundo mi subconsciente me trajo aquí, a tu casa, y tú me ayudaste sin dudarlo, sé que puedo confiar en ti. Pero no te puedo contar nada más si no te pondré en más peligro del que te he puesto ya, y es lo último que quiero
Su cara refleja su confusión y sus ganas de hacer muchas preguntas que quisiera responder a todas ellas, pero no puedo, mejor dicho no debo decirle toda la verdad. La pondrá en el punto de mira de todos. Solo quiero protegerla pero tendría que haberlo pensado mucho antes, en esa noche que la ayude me debería haber esfumado si darle mi número, y mucho menos haber seguido hablando con ella y con ello queriendo estar más cerca sin poder estarlo. En que lios me meto.
Mientras espero que deje de darles tantas vueltas a sus pensamientos una pequeña cosa peluda se empieza a pasar entre los dos pegándose a mi cuerpo. Es el precioso gato que anteriormente tenía en brazos, lo vuelve a coger y se disculpa.
–No te disculpes, me encantan los gatos- le digo mientras acaricio al pequeñín-¿Cómo se llama?
–Shadow pero no debería estar cerca de ti, se te puede infectar la herida
–No pasa nada por un ratito- le empiezo a hacer pucheritos y veo como se relaja y se empieza a reír. Se ve mucho más joven de lo que es cuando esta tan relajada. Pero seguimos debatiendo si el pequeño Shadow se puede quedar en la cama o no.
Gracias a mi "poder" de persuasión Shadow se quedó en la cama y la verdad que creo que cedió también porque el animalito se acostó en el medio de ambos. A medida que transcurre las horas me siento cada vez más agotado y se me cierran los parpados solos, pero no quiero dejar de mirarla porque tengo miedo de que todo esto sea solo un sueño y que al despertar no la tenga mi lado. A esa mujer que un día se tropezó conmigo y que desde entonces se ha creado un hueco en mi mente. Pero aun así cedo ante el cansancio y dolor.
¡¡Ring...!! ¡¡Ring...!!Un teléfono suena. Me cuesta abrir los ojos, cuando lo consigo miro al otro lado de la cama. ¿Sibisse? no está. Busco de donde viene el sonido tan estridente que me martillea la cabeza. Es mi móvil está en el montón de harapos que se suponía que era mi ropa. Me levanto de la cama como puedo y contesto lo antes que puedo
– ¿Dónde estás? No se nada de ti desde que fuiste a supervisar- es Robert
Robert/Andrew esta en Alemania. Se quedó con mi "queridísimo" suegro, ironías aparte. Él intenta avanzar por un lado mientras yo voy por el otro. En todo este tiempo la táctica nos ha ido bien, un tanto lenta pero segura. Ahora que supuestamente voy a entrar en la familia (más que nada porque he convencido al papaíto de Inna que adoro a su hija. Que parece broma pero me he visto en muchos apuros por eso mismo. Una vez casi me quedo sin mis partes nobles) parece que las cosas por mi parte van un poco mas rápido. A Robert le está costando un poco más ya que él supuestamente es un empresario muy afamado que quiere hacer negocios con el señor Werner.
–Las cosas se complicaron pero estoy en un sitio seguro.
– ¿Cómo que se complicaron?
En ese momento oigo como alguien gira el pomo de la puerta de la habitación.
–Ya hablamos- Cuelgo el teléfono sin ni siquiera esperar la respuesta, que me imagino que será cualquier queja debido a los pocos datos.
Cuando la puerta se abre, aparece Sibisse con una bandeja repleta de comida. Al verme junto a mi ropa da un pequeño bote.
– ¡Que susto! ¿Qué haces ahí? tienes que estar en reposo, si no eso –dice ayudándome a levantarme y señala la herida- no se currara bien.
Se me hace raro que alguien que no sea de mi sangre se preocupe tanto por mí. En este trabajo solo te enseñan a dejar a los más débiles atrás, y a protegerte las espaldas porque nunca sabes quién te puede traicionar. Incluso Inna se preocupa más por su aspecto que por mí o por cualquiera que no sea su padre, y seguro que no se ha dado cuenta de que no he vuelto al hotel. Es una mujer demasiado egocéntrica a la que jamás le hubiera pedido matrimonio si no fuese por este trabajo. Pero es lo que tiene esto, debes ser un perfecto actor, matemático, informático, traductor, un deportista olímpico y un montón de cosas más para que salga todo a la perfección. Y Lo único que se supone que no podemos hacer y lo hago es poner en peligro la operacion. Pero ella, la pequeña caperucita, solo quiero estar cerca, conocerla mejor, pero no puedo ni debo ya que es la novia de alguien a quien estoy investigando y no se que podria pasar si se entera de todo.
–No se lo que te gustaba así que he hecho tostadas, tortitas, he traído cereales galleta leche zumo café algo de miel azúcar....
– ¿Cómo has traído todo eso si solo tienes una bandeja en la mano?
–Bueno para pagarme los estudios tuve que trabajar en una cafetería y aparte de eso hice un par de viajes hasta la cocina.
Me había preparado un banquete para reyes y la verdad que esta esquicito.
– ¿Qué hora es? ¿No trabajas los lunes?
–Son las Doce y he pedido el día no te podías quedar aquí, así y solo.
–¿Hace falta que me recuerdes lo del hombro cada vez que hablamos?- Pegunto con sorna y sigo intentando sacarle una sonrisa- Solo es un hombro, no sirve para nada más que unir huesos, tendones, músculos, nada importante. Esto mañana me lo quito y me sale uno nuevo como las estrellas de mar.
En ese momento se ríe tanto que se queda sin respiración y encogida en parte de la cama. Una vez puede hablar afirma que no se había reído tanto desde hacía mucho tiempo.
–Si pudiera haría que rieras hasta dejarte exhausta de felicidad y no permitiría que dejaras de sonreír ni un solo día de tu vida.
He dicho todo esto sin pensarlo, su cara se ha quedado totalmente seria y mirándome fijamente. No sé si esto es bueno o malo.
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Sibisse (pausado)
RomanceArmand no es un hombre normal, tampoco tienes un trabajo normal y esto hará que Sibisse se vea enredada en un triángulo amoroso y en una trama secreta para desmantelar una red internacional criminal.