Que día el de hoy. Primero creo que Lionel después de haber estado distante un par de días (cosa que he agradecido, ya que tenía al capullo de Armand/Enzo/Zairus bueno como quiera que se llame en mi casa) me dice de salir en barco todo el día, pero no me dice que también vamos a salir a navegar con "Zairus" y su Inna. Luego mi cuerpo tiene mariposas cada vez que ve a ese idiota aun estando enfadada con él. Y se le añade que su novia quiera comprar una casa aquí y quiere que trabaje con Lionel, con lo cual lo tendré que ver más a menudo. También que me intentara pedir perdón cutremente, que me volviera a recordar las dudas que tengo de Lionel y cómo no, decirme que hace las cosas para protegerme. ¡¡Aaagggrrrr!! No soporto las intrigas que me da este hombre.
Después de despedirnos de Zairus e Inna, fuimos a cenar. Lionel se ha puesto muy cariñoso y ahora vamos a su casa. Por fin voy a poder salir de dudas.
–Preciosa ya hemos llegado ¿estás bien? ¿Te veo distraída?
¿Ya estamos aquí? No me había dado cuenta. Lionel esta justo a mi lado sujetando la puerta del coche y tendiéndome la mano
–No es nada solo estoy algo cansada-digo bajando del coche con su ayuda
Él me da un casto beso y me dirige al lobby de su casa. Ahí me besa apasionadamente, a lo que yo le respondo aún más enérgicamente, no sé si por la frustración que tengo por no poder resolver todos los misterios e incógnitas de Armand o si es más por qué el otro día me rechazo Lionel cuando nunca lo había hecho. Subimos a la habitación entre besos mientras vamos dejando un reguero de ropa por toda la casa.
Cuando llegamos a la cama le quito la camisa. Y ahí está la herida donde me había dicho Armand. Él no me había mentido. Me dijo la verdad y no le creí. Intento disimular lo mejor que puedo, pero ya no me lo puedo quitar de la cabeza. Así que tocara hacer que estoy mala del estómago. Finjo una arcada y salgo corriendo al baño, cierro con la llave y que empiece el show de los sonidos. Oigo como desde la otra puerta Lionel me llama y me pregunta lo que me pasa, mientras yo sigo imitando los sonidos de una indigestión lo mejor que puedo.
Después de una media hora en el baño haciendo soniditos abro el agua me mojo la cara y salgo del baño. Veo que Lionel está sentado con la cabeza baja y pensativa. Me da pena verlo así, pero esa herida me confirma lo que Armand me había dicho. Levanta la cabeza cuando estoy justo a su lado.
–Sera mejor que me vaya no me encuentro nada bien. Creo que algo me sentó mal. No quiero estropearte la noche aún más
–No quiero que te vayas. Hace días que no te quedas aquí y esta mala. Quiero cuidarte.
¿Ahora qué digo yo para poder escaquearme de aquí? No lo sé pero tengo que hacer algo. Lo que voy a hacer es una locura pero no me queda más remedio
– ¿Qué te ha pasado ahí?- señalo su herida
Si me miente lo sabré. No solo porque Armand me dijera que se lo hizo él, más bien, es porque también me dijo sus tics.
–Esto- dice señalándolo él también- me lo hice el otro día cuando fuimos a la montaña con los chicos....
Me está mintiendo descaradamente. Esta tenso y como me informo Armand se toca mucho el lóbulo de la oreja izquierda.
–La próxima vez ten más cuidado- le digo con la voz más maternal que puedo sabiendo que me miente como un bellaco- ¿Me puedes llevar a casa o llamo a un taxi?
Nos vestimos y me trajo a casa. Menos mal que con el numerito de la indigestión no me volvió a besar. Ahí hubiese notado lo nerviosa que estaba. Entre en mi habitación, después de asegurarme que Lionel se había ido, llamo a Armand, quien contesta a la primera un tanto alterado. No me extraña ya son las dos de la mañana y no creo que estuviese despierto, pero hay que reconocer que tendría el teléfono bastante cerca o es adivino.
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Sibisse (pausado)
RomanceArmand no es un hombre normal, tampoco tienes un trabajo normal y esto hará que Sibisse se vea enredada en un triángulo amoroso y en una trama secreta para desmantelar una red internacional criminal.