-No creo que sea buena idea que vaya, will- dije algo aburrida- además tengo cosas mejores para hacer, que estar pendiente de que vestido va mejor con cual par de zapatos.
-No necesitas estar pendiente de eso, sabes perfectamente que con todo te ves hermosa- dijo con una sonrisa - y sabes que te encantan esas fiestas.
-Claro que no- miré a otro lugar ocultando mi sonrisa - Will no me hagas mas difícil negarme a ir.
-Entonces no te niegues y ve conmigo- su sonrisa como siempre encantadora, me hacía mas difícil todo- sabes que quieres ir pequeña, y te hará muy bien despejar tu mente, con algo de diversión-terminó con un guiño.
-Admito que estas logrando convencerme-dije pensativa- y reírme un rato de Anabell coqueteando contigo, puede que me suba el animo.
-No puedo creer que vayas solo para reírte y no por mi- dijo secándose una lágrima imaginaria
-Es obvio que voy por ti - le dedique una sonrisa tierna- solo que por nada del mundo, me pierdo las escenas de niña caprichosa de Anabell, por ti- dije entre risa- que tonta niña.
-¡Oye!- dijo mi amigo serio- tampoco es para tanto.
-Solo estoy bromeando Will, no te tomes todo tan en serio- le di un pequeño golpe en el brazo, para quitarle importancia.
-Lo se pequeña- acarició mi cabello- pero no es divertido tenerla siempre pegada a mi. Puede llegar a ser una gran molestia- soltó un pequeño suspiro.
-¿Qué ahora no es simpática?
- Al comienzo lo era, pero últimamente solo habla de vestidos, dinero, clientes que tiene su padre, y para mi eso es una molestia- volteó a verme- Andrea no te rías, estoy hablando en serio- soltó un suspiro largo- en fin simplemente me aburro con ella.
-Y yo que pensaba que la mocosa esa dejaría de ser Adams y se convertiría en Toms- solte una carcajada sin querer- pero...- vi que Will se alejaba molesto- ¡William! No te moleste- corrí hasta su lado- era solo una broma.
- En fin Andrea- se detuvo - ¿irás o no al baile del señor Adams?
-Sí, si voy, pero no te moleste Will.
-Andrea, no todo gira alrededor tuyo- toco sus cienes- lo siento, pero tu vida no es la única difícil en este momento- dio un pequeño movimiento para irse- nos vemos mañana pequeña- dijo sin voltearse.En mi vida solo he visto a Will molestarse pocas veces y hasta ahora ninguna había sido conmigo.
¿Es que nada me va a salir bien ahora?- dije en un pequeño susurro y creo que estaban de acuerdo conmigo , porque en ese mismo momento un chico me empujó y caí rasgando mi falda favorita.
- Por dios, es que no ves por donde caminas- dije omitiendo la mano que me ofrecían- puedo levantarme sola- sacudí mi falda o mejor dicho lo que quedaba de ella. Era peor de lo que imaginaba, mi madre iba a matarme.
-Disculpa, de verdad no fue mi intención es que estaba buscando algo-levante mi mirada y lo vi, un chico pelinegro, ojos tan claros como el cielo azul , algo mas joven que yo, pero para ser sincera muy apuesto.
-No importa, ya llevaba un mal día, no tenía esperanza de que mejorara- respiré profundamente, sacudí mi falda e hice amago de irme cuando escuche un grito.
-¡Tomas!- se acercaba un joven alto, muy apuesto, con el mismo cabello negro un poco ondulado en algunos lugares, pero el azul de sus ojos era más intenso- ya vas a ver cuando lleguemos a casa- le advirtió el recién llegado.
-lo siento hermano, pero tenia que venir a ver le- la voz del más joven, se quebraba mas con cada palabra- antes que se fuera- las últimas palabras las dijo con una notable tristeza.
-Ya no puedes hacer nada Tom- el mayor hablo con más cariño al pequeño- se como te sientes- parecía como si de verdad lo entendiera- pero ellos se fueron ayer, no hoy- el más pequeño comenzó a sollozar en los brazos de su hermano-Tom se que es duro pero ya hay que irnos- el joven se percató de mi presencia, y se levantó alarmado al entrar en razón que yo estaba allí desde hace algún tiempo- ¿que tanto oíste?- su voz fría me asustó, solo caí en cuenta que el joven me llamaba a gritos, cuando ya estaba muy lejos, no deje de corre hasta llegar a mi casa.
Se que no debía ser tan duro con Andrea, pero no soporto que crea que todo los problemas del mundo caen en ella.
La quiero, solo dios sabe cuanto la quiero, pero aveces me pregunto si ella piensa en mi, como yo en ella.
Recuerdo la primera vez que vi ese ondulado cabello castaño oscuro volando en el viento, mientras todos estaban parados junto a la tumba de mi madre.
El día era terrible, el cielo gris amenazaba con dejar cae una tormenta y el viento azotaba todo a su paso. Pero allí estaba ella ofreciéndome broche preferido.Desde la primera vez que la vi nunca se lo había quitado, pero allí estaba ella regalado me esa pequeña joya.
-No importa que tan mal puedas creer que va todo, siempre te espera algo mejor- me regalo una sonrisa, que hizo mover mi corazón. Por otra parte sus ojos fueron los que me ayudaron a aliviar el dolor de la perdida. ¿Cómo era posible que sus ojos fueran, tan grises como el cielo, pero solo reflejaran calma?.
Desde ese día esa pequeña niña se convirtió en mi mejor amiga, siempre estaba allí para mi, incluso sin decir nada, ella ya lo sabia todo.-Willi , willi - una voz chillona y persistente me sacó de mis recuerdos-¿William, estas bien?-¿Qué si estoy bien? Pues claro que no, ¡odio mi vida!, ¡odio todo este mugriento pueblo!,¡odio mi nueva familia! ¡Simplemente odio TODO!.
-Si Anabell, estoy bien- solté un suspiro quedo y baje mi mirada a esa pequeña chica pelirroja de ojos verdes.
Anabell podrá ser mas joven que Andrea, pero tenia todo el arsenal de esta, aun mejor me atrevo a decir. Al ser la hija única de la familia Adams tenia todo lo que quisiera, eso incluía a la conquista que deseara. Todos los chicos caían a sus pies, y no los culpo, Anabell era hermosa,grácil, rica y coqueta, por supuesto podía tener a cualquier chico, pero por alguna razón se había fijado en mi. Terrible error.Like si les gusta y la sigo. Gracias por leer
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Eres mio y yo soy tuya. #Dammys2018
Teen Fictionnunca pensé que me iba a enamorar de alguien. Desde hace mucho tiempo el amor para mi no existe. Me han lastimado de tantas formas que se me olvidó que se podían sentir tantas cosas por alguien...pero todo cambió... por él Se prohíbe la copia y...