Eran las dos de la tarde y todo estaba tranquilo, las madres y los padres todavía estaban en su casa junto a sus queridos hijos pensando qué podían hacer para solucionar sus impagables deudas y las solitarias hamacas esperaban con ansias la hora en que sus pequeños motorcitos lleguen. Cielo estaba quieto, sin ninguna nube blanca que le estorbara a Sol ver el hermoso espectáculo que pronto montarían los pequeños puntos danzantes de la Tierra. Lo amaba tanto que siempre siempre se quedaba hasta tarde mirándolos, porque en el momento en que giraba su cabeza, esos puntos danzantes habían detenido su hermoso baile y Sol sólo veía oscuridad, un espectáculo que no tenía nada de espectacular porque faltaban sus bailarines principales. Pero ahora podía disfrutar de él porque en la Tierra ya se encontraban algunos puntos danzantes que cada vez eran más. Sol no lo sabía, pero aquellos puntos eran los padres y las madres que habían decidido dejar sus problemas para después y ahora algunos jugaban con sus hijos para intentar escapar de la realidad, mientras que otros los dejaban solos y buscaban refugio en las palabras otros padres y otras madres allí sentados vigilando a sus queridos hijos jugar sin cansarse durante horas.
El tiempo pasa y Cielo ahora se cubre con algunas nubes que le impiden disfrutar a Sol del espectáculo, pero no le importa, porque siempre es un movimiento nuevo, siempre hay algo que se pierde y ya aceptó que habrá veces en las que no los podrá ver danzar, como esas veces en las que él y Cielo tienen una discusión y Cielo no lo deja ver su espectáculo diario con claridad por lo que tiene que adivinar los movimientos de los puntitos danzantes.
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Un Pedacito de Mi
Storie breviEstamos siempre pensando cosas sin sentido que de alguna u otra manera se relacionan con lo que somos, con lo que queremos ser, con lo que podemos llegar a ser, con lo que no queremos ser... Pensamos sin darnos cuenta y muchas veces no nos detenemos...