-Eh, psss, eh. Despierta.
-¿Eh?- Izzy abrió poco a poco los ojos y vio a un palmo de su cara a Bruno sacudiéndole los hombros con excesiva bruteza.
-¡Ayy, quita me haces daño!- Se dio cuenta de que se había quedado dormida con los auriculares puestos y aun sonaba una de las canciones de los Greeners que se había puesto en el viaje.
Bruno sonrió y ayudó a Izzy a levantarse. En menos de un minuto ya habían bajado los tres al aparcamiento de autobuses, que se encontraba cerca del festival. Nos les hizo mucha falta saber donde se situaba el concierto, ya que a lo lejos pudieron ver una muchedumbre de gente apelotonada justo en frente de un edificio grande y plateado con arquitectura geométrica, cuyo techo parecía un platillo volante. El StagePerform Music.
Se acercaron allí y rápidamente se pusieron a la cola de gente, que no era muy larga, ya que habían intentado llegar lo antes posible para poder entrar de los primeros.
-Flipante. -Expresó Alice en voz alta.
-Sí, parece estar muy bien. Los conciertos en Nueva York no los supera nadie, ¡nos lo vamos a pasar de puta madre!- Gritó Bruno.
-Solo son las dos de la tarde, reservar energías chicos. Hasta las siete de la tarde no empieza, así que vamos a tener que organizarnos para ver quien se queda en la cola mientras los demás van a por algo de comida.
-Joder, ya viene la abuelita a darnos consejitos. ¡Gracias abu!- Dijo Alice mientras ponía los ojos en blanco y Bruno se reía.
-Pero tenéis que admitir que gracias a mí siempre os salen las cosas mejor, porque los sois unos imbéciles que no hacen otra cosa que gritar por ahí: ¡Flipante!- Ella sonrió mostrando todos sus dientes y se fue a sentar en el suelo apoyando la espalda en la pared.
Cada uno fue arreglándoselas a su manera para no aburrirse durante esas cinco horas de espera. Seguía haciendo un frío terrible y gracias a Bruno (que había traído un par de mantas) pudieron sobrevivir.
Alice había ido a una cafetería al otro lado de la esquina para comprar unos Donuts y café. Bruno estaba al lado de ella, que por lo que parecía, estaba jugando con su móvil a causa de su cara de concentración. Izzy lo observaba mientras escuchaba música con sus auriculares. Observó que sus amigos siempre llamaban la atención allá a donde fueran. Bruno, aparte de su vestimenta, era alto y pelirrojo y gritaba bastante al hablar. Alice, sin embargo, no sabía muy bien por qué llamaba tanto la atención, tanto de chicos como de chicas. Era bajita, con el pelo negro como el azabache, tenía un poco de rasgos asiáticos e intentaba vestir impecable. Siempre había tenido aires de superioridad y era el centro de atención de cualquier grupo. Ambos tenían, sin embargo, un comportamiento bastante inmaduro para sus casi dieciocho años. De hecho, Bruno los había cumplido en junio.
Así continuaron durante cuatro horas más. Turnándose para ir al baño, que por cierto, estaba atascado y había un olor bastante intenso cada vez que tenían que hacer sus necesidades. Además, no podían ir a otro lugar porque era el único bar donde habían consumido. Olvidando aquello, los tres se dieron cuenta que la fila iba avanzando poco a poco, donde en el principio, había varios seguratas registrando mochilas. Todos los fans llevaban camisetas de la banda irlandesa los Greeners y algunos llevaban carteles mostrando admiración hacia sus ídolos.
Les tocó su turno y los seguratas revisaron la única mochila que llevaban, la de Bruno. Todo pareció ir bien y en media hora ya estaban instalados en el concierto. Estaban bastante alejados del escenario, pero tenían la puerta de salida muy cerca, cosa que les tranquilizó a causa de que se produjera algún accidente. El sitio estaba casi lleno y en al cabo de veinte minutos cerraron las puertas. El StageMusic por dentro no era tan grande, como en un principio lo parecía. Mas bien parecía una fiesta privada que un festival, haciéndolo aun mas genial.
-Me han dicho que primero van a salir los teloneros,-dijo Bruno- Winter Soul creo que se llamaban.
-¡Nadie puede superar a los Greeners, tengo muchas ganas de que empiece ya!- Gritó Izzy, ya que con el ruido que había allí, apenas era audible su voz.
Las luces se apagaron y la multitud estalló. Unas luces azul neón se reflejaban en la densa niebla artificial que cubría el escenario. Se pudieron ver tres negras siluetas a través de la niebla, dos de ellas con guitarra eléctrica y bajo y el tercero con la batería.
La música inundó la atmósfera.
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Corazón de Música.
Ficção AdolescenteSe podría decir que Izzy no tenía una vida perfecta, vivía en un mundo lleno de prejucios, desilusiones y gente tóxica. No todo le sale como cabría esperar. Hasta que todo cambia el día que decide ir a un concierto haciendo que su vida diera un vuel...