Despedida

139 24 2
                                    

–Te quiero, Taemin. –Suspiro Minho –perdóname.

*****

Su hermano y su mamá llegaron antes de lo que pensó.

En un abrir y cerrar de ojos estaba con Taemin acostado en la cama y al otro ya estaba en la sala con sus maletas en mano. Tan solo se iría por dos semanas y regresaría a la casa de Taemin, pero sus maletas llevaban ropa como si se fuera a quedar todo lo que restaba de su vida.

–Quisiera hablar con Taemin, ¿dónde se encuentra? –la señora Choi, una mujer de no más del metro sesenta y tantos y eso, porque llevaba zapatillas porque si no del metro cincuenta no pasaría. Cabello negro como el de Minho y corto como el de ambos hijos, aparentaba menos edad de la que tenía, unos centelleantes labios rojos pasión delataban mucha ternura. Los ojos eran los mismos que los de Minho.

–Iré por él –Minho camino hacia la habitación que dejaría de compartir con Tae, a partir de ese día hasta dos semanas después. Iba con paso lento y desganado como si no quisiera llegar nunca...

Después de limpiar cada una de las lágrimas que derramaba Taemin, Minho se acostó junto a él y comenzó a acariciarlo. Reconfortándolo y dándole todo el amor que Minho sentía debía regresar como favor de todo lo que Tae había dado por él. Estuvieron a punto de caer dormidos los dos hasta que Kibum toco a la puerta avisando que su familia había llegado y con ello más lagrimas de tristeza fueron derramadas.

–Tae, ábreme la puerta por favor –Minho toco lo suficiente antes de comenzar a gritarle. –Tae, por favor abre, quiero que hablemos.

–¿Qué necesitas?

Por el pequeño espacio de separación que hizo Taemin entre la puerta y la pared Minho pudo ver el ojo hinchado y rojo de Taemin por todas esas lágrimas que voto y que estaba votando por él.

–Podemos hablar, quiero que hablemos, abre por favor. –Minho no se daba por vencido. Algo que lo caracterizaba y que a pesar de no recordar nada, sabia hacia, era eso, ser terco era lo que mejor se le daba.

–No quiero hablar contigo, ¿por qué no te vas de una buena vez?

–Porque quiero despedirme de ti, por eso. ­ –Minho empujo un poco la puerta para tratar de entrar –Abre, no quiero que sigas así, tan solo serán dos semanas ya te lo he dicho.

Taemin se maldijo en su propia mente por ser tan débil, por dejar que Minho entrara y no respetara esa depresión que él estaba cosechando.

Cuando logro entrar lo primero que hizo fue apretar a Taemin en un abrazo que los reconfortara a ambos.

–Tan solo serán dos semanas, te lo prometo –Le susurro Minho –Tan solo dejare de molestarte dos semanas, creo que es tiempo para ti y nadie más que tú, y bueno mi niña preciosa, debes cuidar de Azucena en mi ausencia. –Le estaba dando suaves caricias en su nuca –no quiero que te pongas triste, no voy a desparecer, ni tampoco me iré a otro lugar, no te voy a olvidar o andaré con alguien más estas dos semanas, te lo prometo.

–Me lo prometes –Taemin salió de su refugio (el cuello de Minho) –Prometes que no me dejaras de amar en estas dos semanas, en unos meses o hasta en un año próximo, promételo por favor.

Sabía que sonaba exagerado, desesperado e inseguro pero si no lo hacía sentía que esas dos semanas serían como su propia cárcel.

–Te lo prometo, mi amor.

Minho se acerco a él tan lento, que Taemin pudo contar cada una de sus pestañas, cada una de las manchitas de su rostro antes de culminar la promesa con un beso tan cargado de cariño. Era uno de esos besos de "te amo", "eres mío", "eres lo más importante que tengo", "no quiero perderte", era un beso tan cargado de sentimientos que Minho por fin pude sentir como era de verdad sufrir por amor, amar a alguien a tal punto de necesitarla las veinticuatro horas, los trescientos sesenta y cinco días. Minho se separo antes de lo que Taemin pensó. Le beso la frente y le tomo la mano.

Open Your Heart ; twominDonde viven las historias. Descúbrelo ahora