"No me iré"

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–Vamos Taemin, abre esta maldita puerta

–Lo mejor será que lo dejes esta siendo un poco complicado para él –Kibum estaba a un lado del que se hacía llamar su mejor amigo, Jong algo había dicho que era su nombre.

–¡¿CÓMO ME PIDES LO DEJE DESPUÉS DE VER COMO ESTA?!, ¡TAEMIN ABRE ESTA JODIDA PUERTA AHORA!

Minho estaba colérico en niveles extremos.

–Hijo tal vez lo mejor es que si lo dejes descansar un momento, el debe estar muy estrazado por todo esto y necesita tomarle el peso a la situación. –la señora que hacía llamarse sus mamá opinaba en cosas que no le incumbían tal y como Taemin había dicho. –Si quieres mañana con tu hermano pueden regresar a echarle un vistazo al muchacho.

–No lo voy, lo mejor que pueden hacer es darle un respiro todos ustedes a él, mira que aparecer de la nada querer cambiar todo, no se me hace correcto –se estaba tranquilizando, estaba tomando el aire necesario.

–Pero fuiste tú quien acepto después de todo, cabrón.

Al tal Kibum no le paraba la boca y se metía en todos lados.

–Y tú que te crees, te haces llamar mejor amigo de Taemin y mira cuanto apoyo le estas brindando.

Jonghyun tomo uno de los brazos de Minho, en un signo de que se calamara.

–por qué no te relajas un momento, nadie te está atacando, tranquilo.

Minho camino a la sala de estar y se sentó en uno de los sillones. Su agotamiento físico y emocional era palpable hasta en el aire.

Se sentía pésimo, la peor persona en todo el universo.

Taemin había perdido un montón de cosas a causa de él, y lo único que pedía era su cariño, su amor y como le había pagado enojándose con él por algo tan estúpido como según el propio Minho ocultarle su pasado que él no había preguntado antes, él mismo tampoco había intentado indagar, acepto irse un tiempo con su familia, sin importarle en lo más mínimo Taemin. Vio como poco a poco se iba derrumbando y no hizo nada por cambiar eso.

–Se que estas conmocionado por todo esto, que tanto para ti como para Taemin es difícil, después de todo vivieron un montón de tiempo juntos, pero ambos deben de avanzar o es que, ¿acaso a ti te gusta Taemin?, ¿estás enamorado de él? Porque si es así, ni mamá ni menos yo podemos intervenir, al fin de cuentas ya eres mayor.

Minseok así se había presentado ante él, su hermano mayor.

El único que no le pedía que dejara solo a Taemin.

–Yo... yo, bueno yo soy el novio, su novio, pero no sé, o sea si lo quiero y si me gusta, pero, pensé, no, en nada, olvídalo.

–Se que te cuesta trabajo sincerar tus pensamientos conmigo, después de todo no me recuerdas. Pero si necesitas que te escuche sabes que aquí estoy, no te guardes todo lo que desea salir.

Minseok, en cierto punto físico eran bastante parecidos a Minho, ambos con los ojos grandes, el cabello oscuro y una tez más opaca que lo normal. Su apariencia denotaba unos años más que él pero no tantos como para decir que era mayor a los 30 años.

–Se que quieres ayudarme, pero justo ahora lo único que me ayudaría sería ver salir a Taemin de esa habitación.

Sin más Minho se paro del sillón y regreso a caminar por ese pasillo (que justo ahora para él se estaba volviendo eterno), Kibum y Jonghyun seguían parados en la puerta, Jonghyun le hizo una seña con la cabeza de negación a la pregunta no expresada por Minho.

Taemin al parecer se había quedado dormido o estaba despierto y nada más no quería abrir.

Minho volvió a tocar y con la voz lo más controlada posible casi le susurro a la puerta un "Taemin, abre por favor", que fue rotundamente ignorado.

Minho acerca su oreja derecha para intentar escuchar algo, pero tan solo los maullidos de Azucena se lograban escuchar.

–Minho, Kibum y yo, nos iremos y regresaremos mañana, ¿Por qué no te vas a descansar con tu familia?, nosotros vendremos y te informaremos como sigue.

Jonghyun le tendía una mano en señal de despedida que Minho rechazo, él no se iba a ir.

Vio caminar a la pareja por el pasillo y así quedo solo él, la puerta de la habitación de Taemin y nada más.

Minho pego su boca a la puerta y suavemente susurro:

–Oye Tae, prometo que si me abres la puerta, me quedare, no me iré de tu lado y mandare a todos a la mierda, pero por favor abre.

Pero nada pasaba y eso si estaba preocupando de sobre manera a Minho. Se levanto del suelo donde se había sentado y camino lo más rápido posible a la cocina, paso de largo la sala donde su madre y su hermano conversaban íntimamente. Tomo uno de los cuchillos del cajón de utensilios y prácticamente corriendo con el cuchillo en mano llego a la puerta del cuarto de Taemin.

Su madre lo vio correr con el cuchillo y lo siguió junto a su hermano.

–¿Qué planeas hacer Minho?

Los ignoro a ambos, ignoro todo lo que ese día había conllevado y lo había hecho tomar las decisiones que tomo y los condujo a este desenlace que a ninguno de los dos, les estaba gustando.

Con la punta del cuchillo la enterró en la cerradura de la puerta, queriéndola forzar. Así estuvo un par de minutos hasta que el sonido más hermoso que escucho le llego de lleno.

"Clic"

La cerradura había cedida y lo había dejado entrar, como pudo empujo la puerta pero un peso muerto le evitaba el paso.

Miro a sus pies y pudo ver como Azucena le agradecía la libertad, tallándose contra su pierna mientras ronroneaba, y ahí junto a ellos, estaba el cuerpo de Taemin, sus mejillas llenas de lágrimas secas, con el cabello revuelto y lleno de mocos. Contrajo su vientre y empujando un poco más la puerta entro en la habitación. Se admiro de ver cómo a pesar de lo triste que era el semblante de Taemin, no perdí la belleza que lo caracterizaba, se acerco a su cuerpo, lo cargo y lo puso en su cama, lo acomodo lo mejor que pudo y lo abrigo tanto hasta que para él estuviera bien.

Sus ojos vieron como el menor suspiraba, por los sueños que debería estar teniendo, que esperaba fueran buenos. Se acerco a él y lleno el rostro del castaño de besos, beso sus mejillas, sus ojos, su frente, su boca, su mandíbula, beso todo lo que estaba a su paso, sin dejar ningún pedazo de piel, libre de él.

Hasta que Minseok lo interrumpió.

–Convencí a mamá de dejarte hoy aquí, vendremos mañana, para saber si aún quieres irte con nosotros o si desistes, y te recuerdo que lo más importante aquí es tu felicidad, hermano.

–Gracias, supongo.

Y con una sonrisa en el rostro, Minseok salió de la habitación. Dejando solos a dos almas que a pesar de no decirle, se gritaban cuando se necesitaban. 






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