12 {especial navideño}

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Mención honorífica: TiaEdgarHD
Pueden ser las 6 de la mañana y vo cabra culiá lees esta wea fome. Te amo conchetumare.

—Perdón.

El Edgar me miró, sorprendido.

—¿Por qué?

—Por todo lo que pasó. Te juro que no lo vuelvo a hacer más. —Le respondí.

Volvió a mirarme, y se rió.

—Es cómo cuando un alcohólico dice que va a dejar de tomar. Tú eres co-dependiente de las pastillas, y de ver correrte la sangre por el brazo.

Mal chiste, pero igual me reí.

—¡El único weon capaz de dejar a la Sofía por un pedazo de pico!

Risa general.

Suspiré. El Edgar me abrazó.

—No le hagai caso a estos weones. Son todos unos estúpidos culiaos que se llenan la boca con palabras.

Llegaron el Nico, el Jaime y el Bestia. El primero me mandó un pape, y bien merecido que me lo tengo weon.

—Cabro conchetumare. Ya habíamos hablado de que no lo ibas a hacer más.

Asentí, como cabro chico regañado.

—Calmao, calmao. —Dijo el Bestia. —Como que ustedes andan muy amorosos weon.

—Sí, iba a decir lo mismo. —Comentó el Jaime. Me puse rojo.

—¿Tan pololeando malditos bastardos?

—No, Nico re culiao.

—¿Y qué tan de cierto hay en eso de que terminaste con la maraca culiá de la Sofía por mi semental?

Me sentí mal.

Puta la wea, odio mi vida.

—Puta, Nico culiao, la cagaste weon.

El Bestia le pegó un guate.

El Edgar me abrazó.

—No te preocupí, yo te quiero weon.

—Te quiere puro dar.

Se empezaron a reír, mientras que yo me sentía como el reverendo pico. Nico culiao.

Me acurruqué en el pesho del Edgar, y me dio un beso en la frente.

—Es la envidia coleaos.

Los chiquillos se rieron.

Si se puede decir así, desde ese día que el Edgar me pilló todo locote, han pasado algunas cosas.

Somos un poco más íntimos ahora. Por así decir, somos "amigos con ventaja".

Nadie sabe, y me siento pendejo sinceramente al guardar ese secreto.

Últimamente mi estado anímico ha mejorado, ya no estoy tan aweonao como para seguirme cortando, aunque igual me dan las ganas, no lo hago.

Con tanta frecuencia, al menos.

—Te noto medio nervioso Naiko weon. —Dijo el Nico.

—Estai volao weon.

—Ese soy yo. —Intervino el Bestia, haciendo que nos riéramos como enfermitos mentales. —Aunque eso de que estai nervioso hasta yo lo noto weon.

Puse los ojos en blanco, aunque para ellos era más que obvio adivinar que algo pasaba entre el Edgar y yo, me tenía abrazado, todo atrapado.

Se empezaron a reír, y empezaron a webiarnos.

Todo era diversión y unicornios, hasta que se apareció la última persona que quería ver en este minuto. La rubia de ojos claros.

—Nico, ¿Podemos hablar?

Los chiquillos la quedaron mirando mal al tiro, incluído el Edgar.

—¿Por qué tendría que hablar contigo? —Pregunté cortante, o sea, #NaikoPerraSinCorazón.

—Es algo importante.

El Edgar me sonrió, y me soltó. Bipolar conchetumare.

Me paré, y la seguí.

No faltaron los weones chistositos que se pusieron a gritar weas, lo de siempre, y los de siempre.

No me afecta tanto, más bien me molesta.

No sé dónde mierda me está llevando esta weona, no les voy a mentir.

Pero la cosa es que en determinado punto, paró, e hice lo mismo. No había demasiada gente, así que podíamos tener una conversación civilizada sin que hubiesen tontitos gritando cosas en mi contra.

Uf, que alegría más grande.

—Te quería pedir perdón.

—¿Perdón de qué? El daño ya está hecho. Yo pensé que te lo habías tomado bien, y bien mal que pensé.

—Estaba enojada. —Se acomodó el pelo. —Por lo mismo quiero que me disculpes.

—No sé si confíar de nuevo en ti. Lo que hiciste fue bastante malo. Hiciste que medio liceo me empezara a putear. ¿Sabes lo que provocaste? Un casi éxitoso intento de suicido.

Me miró algo apenada, y bajó la mirada.

—No era mi intención, te lo juro.

—Pero casi lo lograste.

—Nicolás, perdóname.

La miré, siento que igual sería weon de mi parte no llegar a buenos términos.

—Con una sola condición.

Le brillaron los ojos.

—¿Cuál?

—Vamos a terminar como amigos, no mandes a nadie a putearme ni a mí ni a mis amigos, ¿Vale?

—Sí. Gracias Nico. —Sonrió y me abrazó.

—De nada.

La solté, y me devolví donde estaban los cabros.

Me tiré encima del Edgar.

—A la chucha todo loco.

Le chanté un beso.

•••

WENAAA CULIAOS Y CULIÁS

LES DESEO DE ANTEMANO UNA PRECIOSA NAVIDAD JUNTO A SUS FAMILIARES ♡♡♡♡

SE VIENEN LOS WENOS CAPÍTULOS PA COMPENSARLES ♡

ESPEREN CULIAOS

-Cami.

emo; ednaikoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora