7.

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—Espero que eso haya respondido todas tus molestas preguntas, Kwon.

—Lo hicieron y no a la misma vez. ¿Estarás conmigo de nuevo?

Esperanzado, Ji giró la silla de Lee obligándole a verlo. Él le veía esperanzado y sintió que todo el tiempo que trabajó en la empresa tenía sentido. Su pequeña amada al fin regresaría a su lado y de solo pensarlo todo su cuerpo se llenaba de felicidad.

— ¿Qué te hace creer que quiero eso? ¿Aún crees que tengo algún interés en formar una familia o siquiera tener una pareja? No seas idiota. Solo odio que ella esté a tu lado. Yo no te amo, ya no lo hago.

Su lengua decía cosas que ella verdaderamente no sentía. Le amaba y nunca dejó de hacerlo pero una parte de sí misma se trataba de convencer que no le necesitaba, mientras la otra sí lo hacía. Ji se negaba a creerlo, sabía que ella le mentía. Su beso no se sintió como si le reclamara solo por alguna estupidez de celos, se sentía como si hubiese dejado en claro quién era su dueña. Pero esa sonrisa arrogante que ella poseía en sus labios, lo hizo dudar.

Estaba rechazando una gran oportunidad al lado de Kiko. No solo porque ella fuese una modelo, sino por todas las ventajas que eso podría representar. Todo eso por alguien que decía no amarle. ¿Acaso valía la pena? ¿Valía la pena tratar de volver a alguien que solo ve hacia otro lado cuando sus miradas se conectan? ¿Ella lo vale?

— ¿Me deseas o solo me ves como algo de tu propiedad?

Las manos de Ji se encontraban en los reposa brazos de la silla de Chae, impidiéndole huir de allí.

—Un poco de ambas. No es que odie a Kiko o no te quiera ver feliz. Solo que ella jamás podrá tenerte a como yo lo hice, solo eso.

—Consíguete una mejor excusa para no aceptar que aún me amas, porque no eres así. No podré traer tus muertos de vuelta ni cambiar por lo que pasaste, pero te puedo hacer feliz. Chaerin ¿Qué quieres de mí? He estado tratando de tenerte de vuelta desde el momento en que te vi, cuando pensé que estabas comprometida pude sentir al mundo volcarse para mí. Y no sabes la felicidad que sentí cuando entendí que ese anillo era de Harin y ese que siempre cuelgas en tu cuello era de Wang. Tampoco has tenido a nadie permanente luego de mí. Lo sé, no hace falta preguntar y de la misma manera sé que aunque tus labios dicen algo, tus acciones y ojos desmienten eso. Nos amamos ¿Así que por qué no tragas tu orgullo y vuelves conmigo? Eres lo único que amo y no te quiero decir adiós.

Ahora mismo la mente de Chae odiaba a Ji, todas la barreras que trató de poner él las estaba destruyendo. Odiaba el hecho de que pudiera leerle tan fácilmente, o más bien, que él pudiera leer entre líneas su comportamiento. La mayor parte de todo este tiempo ella le ignoraba, le veía con superioridad, le daba trabajo pesado, inclusive le chocaba el auto. Ni una solo vez se había enojado con ella. Por más que ella tratase de ocultar que lo amaba no podía hacerlo al 100%. Si de verdad no lo hacía ¿Por qué se seguía preocupando por él? Inclusive lo buscó por varias horas la noche que bebió sin medida, si bien eso lo hubiese hecho cualquier "buen samaritano" ella lo hizo porque aún le ama. Aunque lo reprima, aunque crea que alejándolo lo olvidará. Lo peor es que ella creyó lograr olvidarle, ¿quién era el iluso ahora?

—Vuelve a tu trabajo, Kwon. Ahora.

De la manera más cobarde ella desvió el tema, de nada ayudaría pero por el momento serviría. Necesitaba ordenar sus ideas y con su presencia la distorsionaba un poco.

—De acuerdo, jefa. Pero debe saber que nada la salvará de mí esta noche. Pasaré por ti y la pequeña.

—No hables como si decidieses por mí, acepto pero cállate y trabaja.

¿Podrías volver a casa?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora