Me levante como un día normal, un viernes, como siempre algo me faltaba pero ya estaba acostumbrada a esa sensación. Al ir al Instituto me planteaba que hacer y se me ocurrió algo. ¿Por que no irme lejos? A un sitio en el que hacer borrón y cuenta nueva, empezar de cero, nueva vida, Colegio, amigos, entorno...
Pero al instante esa idea se esfumó porque me detuve a pensar en mis padres, ¿qué seria de ellos? ¿Y su trabajo? No podía hacerles algo así.
En clase, me aburría mucho así que pensé y pensé y me decidí a decirselo a mis padres pasara lo que pasara. En el recreo mos amigos me dijeron de quedar pero les dije que no porque tenía cuestiones familiares pero en realidad era porque no me apetecía nada. Al llegar a casa almorce mi comida favorita: arroz chino, y aprovechando el momento me lancé y lo dije. Me respondieron que me calmara y que lo iban a pensar. Después de una larga espera me dijeron que nos mudábamos a Barcelona. Para mí una gran noticia la verdad. Por la noche se lo dije a mis amigos y amigas. Mi madre al ver mi impaciencia me dijo que nos mudábamos mañana y que cuanto antes es mejor.
-Eres lo más importante de esta casa y queremos tu felicidad no te preocupes por nada que vamos a conseguir olvidar esa mala sensación. Un beso y que descanses.- Me dijo mi madre con una pequeña sonrisa.
-Hasta mañana- le contesté