los putos puntos de la vida.

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-¿Tienes miedo?-, preguntó el.
-no, confió en ti-, ella mentía, tenía pánico, y no confiaba en el.
-estas mintiendo, ¡Se que no confías en mi!-grito el, la sujeto de los brazos, le dio un golpe, y así comenzó el amor enfermo.

Después de varios meses ella empezaba a notar cambios en su cuerpo, sus ojos hundidos, sin esa chispa, rastros de golpes en su cuerpo, ella no se reconocía, «¿Cómo el pudo hacerme tanto daño?» pensó ella, amarlo de esta manera está mal.
Ella se acercó al espejo, subió la mirada despacio, sus ojos empezaron a derramar lágrimas de dolor, su cuerpo, su cuerpo estaba destrozado por el.
Ella no podía creerlo, se sentía tan sucia recordando esas noches de dolor, esos momentos donde el la tomaba a la fuerza; se fue lentamente hacia su bañó, vio la tina, se veía venir lo que iba a suceder, ella lo sabía, tomó sus navajas de doble filo, se sentó en la bañera prendió el agua, mientras ella se repetía miles de veces en sus pensamientos
«¿cuando cambió? En realidad me amaba», «voy a terminar con esta tortura, no puedo más», empezó a llorar más fuerte, sus lágrimas eran ahogadas por el agua, vio sus piernas recordó que alguna vez fueron hermosas, tomó en sus manos la navaja, se la fue enterando lentamente, pero lo único que pasaba por su mente era «más dolor siento adentro de mi, que en todos esos golpes y cortadas», lo repitió varias veces en sus piernas cortaba, se sintió bien hacerlo.
Se limpió, no tomó molestia alguna en taparse con alguna manta, se acercó al espejo, lo miro por algunos segundos, su mano lo formo en un puño, golpeó el espejo haciéndolo añicos, se lastimó pero no sintió nada.
Su mirada oscura, sus recuerdos podridos, su alma vacía, con un corazón que latía dolor.

Pasó aún más tiempo, pero el no cambiaba, como iba a cambiar, si el no la quería, sólo era su juguete sexual, su esclava, algo sin importancia, un día el tomó la decisión de dejarla, afín  cuentas el no la amaba, sólo la quería hacer Mierda, y lo había logrado fácilmente, pero había algo diferente en ella, el no lograba entender que era eso, su actitud, sus hermosos ojos color oscuro.
El se acercó a ella la tomó de la cintura, la beso intensamente, ella tenía miedo, a el no le gusta que lo desobedeciera, y se dejó llevar, el la jala del brazo la sentó es su regazo y le dijo;
-lo he pensado bastante hace tiempo esta relación no es satisfactoria, quiero que mañana te bayas de mi casa, ya no eres requerida.
Ella se sentía tan sucia, dio todo y perdió por el, ella no sabía que iba hacer si no era sólo ella ahora sino también su pequeño bebé que aunque en su vientre.
-pero, ¿Porqué? Ha donde ir no tengo nada, ¿Por qué me haces esto?- con lágrimas en sus ojos lo decía.
-sólo has lo que te digo, te daré una buena cantidad de efectivo y te vas.
-pero estoy...-fue interrumpida
-mañana te irás y nunca regresará a esta casa- se levantó se fue caminando lentamente hacia la salida de esa habitación, pero ella lo detuvo diciéndole;
- yo se que me vas a rogar que regrese, pero va ser demasiado tarde-el siguió caminando riendo, el pensaba que sólo era una estupidez lo que dijo- te arrepentirás de hacernos hecho tanto daño-el no entendió lo de nos, a que se refería pensó el, es imposible que ella este embarazada, Dios el lo que quería era que dejará ya de sufrir con el, Porqué el era un monstruo esclavo de su ser maligno, pero aún así llegó a sentir algo por ella.
Ella se levantó temprano al día siguiente, recogió sus maletas, junto el sobre de dinero, ella pensó«este dinero lo tomaremos para poder comprar una pequeña casa, para Empezar mi bebé, Mami no te dejará, te amo mi pequeño», sus ojos le picaban señal de que iba a llorar, pero se relajó suspiro, salió, tan mala era su suerte para que en la puerta se encontraba la amante de el, se sintió mal, la remera esa, tenía una sonrisa en su rostro, pues pensaba que había ganado, que estúpida, ella le regresó la sonrisa, se acercó al despacho de aquél hombre que alguna vez amó con tanta locura pero que ahora sólo sentía dolor, toma un sobre amarillo lo paso por debajo de la puerta y se fue, ella al llegar al aeropuerto tomó cualquier boleto, el siguiente vuelo, lo pagó, y espero para su libertad.

El se acercó a ese sobre amarillo, lo tomó en sus manos mientras, lo abría su amante lo observaba desde un lugar del despacho, el empezó a leer, lo carta de su viejo amor;

La verdad no se como comenzar con esta carta, no te voy a mentir que lo estoy escribiendo con lágrimas en mis ojos, fueron tantos momentos, no te reclamare nada, sólo te deseo buena suerte con ella, sólo quiere tu dinero, es más bonita que yo lo admito, pero mucho más vacía por dentro, me marcho hoy, te ame tanto, hasta el punto de destruir todo de mi, te ame, te amo.
Para cuando lo hayas terminado de leer estoy segura que ya me habré ido lejos, espero que a ella también la trates mal, como lo hizo conmigo, no lo tomes a mal, pero por ella me golpeabas.
Bueno te perdonó, cuida te, te deseó lo mejor, suerte...
Te amo

L.a
Al terminar de leer la carta el, vio algo dentro del sobre, todavía quedaba algo, sacó una prueba de embarazo que era positiva, el iba ser padre, se emocionó, se sintió completamente diferente, eso era lo que sucedía el si la amaba sólo que no lo quiso aceptar, salió corriendo al auto, manejo hasta llegar al aeropuerto, la busco con la mirada, ella apenas iba subiendo al avión toco fuerte el vidrio de la ventana para que ella volteara a verlo, y lo logró, pero ella se sentía mal, se paró pensando y si me quedó, pero pensó «el no cambiará, no te engañes Laa, sólo recuerda las veces que te dijo te amo y te maltrató, abusó de ti, eso no quiero para mi bebé» lo volteó a ver, sus ojos traicioneros comenzaron a soltar lágrimas, se subió al avión, el se sentía mal, le gritó te amo, ella lo leyó de sus labios, y aún así se subió, tantos años esperando esperando que el le dijera un te amo, pero sólo recibió golpes, el empezó a llorar, era su mujer con su hijo, pero ya era tarde, por que ahora decía que la amaba, que era su mujer, si algún día le llegó a decir que era su juguete, haciéndole Mierda.
Ella lloraba silenciosamente, su celular comenzó a sonar, era el, contestó;
-por favor qué date, prometo que no te dejaré sola nunca, te amaré, te respetaré, nunca más te aré daño sólo quédate por favor
-hace tiempo quería escuchar eso, pero no lo hiciste, hasta ahora, regresare cuando mi hijo nazca, crezca, ame, y quiera saber de ti, mientras quédate con ella, conmigo ya se perdió todo, me hiciste tanto daño, y no me valoraste.
-lo siento Perdón Me
-es tarde...hasta nunca, eso espero.
Favor de apagar sus teléfonos celulares, ponerse el cinturón de seguridad...

-que seas feliz cariño hasta nunca.

Apago su celular, miro por la ventanilla, se sentía mejor de haber dicho eso.

Murmuró a sus recuerdos «hasta que la vida nos junte, pero por mientras se feliz, por que yo si lo seré»

...fin

365 Días oscurosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora