Su odio llegó a un nivel al que ni ellos mismo podían remediar. Frente a sus fans eran otras personas, pero cuando era de estar en sus hoteles, se despreciaban uno al otro.
Harry y Louis nunca iban a ser mejores amigos, cada uno era orgulloso y ter...
Todo parecía falso. Todo parecía como si todo hubiera sido un sueño, y si era un sueño no quisiera despertar nunca. A veces todo parece hermoso y crees que todo está bien y cuando vienes a ver, es un sueño. Pero en mi caso, toda mi vida había tenido una vida ocupada, mi sueño de ser cantante se había vuelto realidad pero nunca creí que la persona que iba a robar mi corazón iba a estar en la misma banda que yo. Nunca en mi puta vida habría pensado en enamorarme de un hombre y estoy orgulloso de decir que soy gay y que estoy feliz junto a él.
Todas esas cosas que pasaron en el pasado, creí que iban a arruinar mi futuro. Pero no fue así. Todo pasa por alguna razón y todavía no creo que me casaré con Louis, aún me cuesta creerlo. Él era lo único que quería en mi vida y ahora lo tendré a mi lado para siempre.
Salí de mis pensamientos y miré la foto que estaba en mis manos. Era una foto que Louis y yo nos habíamos tirado el primer año que nos habíamos mudado a Turkía y es la foto más hermosa que he tenido. Sonreí con melancolía y acaricié la foto unos segundos más.
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Puse la foto en la maleta y cogí otra foto que nos habíamos tirado otro día y me reí un poco. Ese día Louis casi encendía la cocina en fuego pero eso pasó en la tarde. Vivir aquí no fue tan malo, al contrario. Esta pequeña casa se quedará con varios recuerdos, este fue nuestro pequeño escondite y tuvimos nuestra privacidad que tanto queríamos. Volví a ver la foto y le di un pequeño beso, me encantaba esa foto.
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Escucho que alguien tocar la puerta y me giro, dejando la foto en la maleta. Veo a Louis entrar a la habitación y camina hacia dónde mi con una sonrisa.
— Ya es hora de irnos amor.— Asentí dándole un último vistazo al cuarto.— Hey...no te pongas triste.— Su pequeña mano acaricia suavemente mi mejilla y le sonreí con mis lágrimas en los ojos.
— L-lo siento.— Río un poco entre lágrimas.— Es que...pienso que este lugar ha sido muy especial ¿no lo crees?.
Louis asiente con una sonrisa.
— Claro que si, esta casa es de nosotros y podemos volver cuando queramos. Le dejaré a Gustavo la casa, él se hará a cargo de la casa.— Asentí. Gustavo era un amigo de nosotros, muy bueno en realidad.
