Como el chocolate

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— ¿Aún sigues pensando que perderé?— le pregunté a Taemin riendo

—Debo aceptar que me sorprende— dijo incrédulo — ¿Y qué es eso?— preguntó señalando con la mirada la caja blanca

—No lo sé— contesté sincero mientras tomaba la tapa para abrirla, al ver el contenido me fue imposible no reír, eran las botas que yo había tirado ayer.

—Está loco si piensa que tú usarás esas— dijo seguro Taemin

—Yo las compré— le dije y sus ojos se abrieron como platos

—Imposible.

—De verdad— reí —Ayer me dijo que yo no era su tipo y las compré— le expliqué —Según él, aún asi seguía sin agradarle y cuando llegué a mi casa las tiré a la basura— Taemin negó con la cabeza

—Ese tipo está pisoteando a Kim Kibum— rió

—Por ahora— sonreí —Me las cobraré todas Taemin.

—Hay ahora si quedaste lindo— esa hipócrita voz — ¿Que vendrá después? ¿Pantalones rasgados y chaqueta de cuero negro?— soltó una carcajada

—Olvide que querías los zapatos— hice una mueca de molestia —Pero seguro que los encuentras en el basurero del segundo piso— seguí caminando sin siquiera voltear a verlo, no me interesaba ponerme a discutir ahora.


****


Las clases pasaban rápido, me era difícil poner atención tratando de encontrar el motivo por el cual Choi quería verme en la salida, siendo que no paraba de decir 'Aléjate de mí'

Era divertido ver como todos se sorprendían ante la ausencia de mis zapatos, había sido un cambio drástico.

Finalmente el último timbre del día y la 'fabulosa' profesora no se cansaba de hablar. Típico, quieres salir temprano y a los maestros se les ocurre quedarse más tiempo. La profesora cerró su boca y por fin nos dio la salida, junté mis libros para poder ir a mi casillero y dejar los que no necesitaría para hacer tareas.

Habíamos sido el último salón en salir, seguramente Minho ya se habría ido, algo desilusionado salí del edificio, de verdad quería saber que era lo que me iba a decir.

Bajaba las escaleras del edificio cuando logré verlo, estaba sentado en una de las bancas de la acera del plantel, viendo hacia el estacionamiento. Sus codos estaban recargados en sus rodillas donde estaba su chaqueta, ahora solo vestía una blanca camiseta, la blanca y provocativa camiseta.

—Acéptalo te agrado— le susurré al oído y después besé su mejilla

—Basta— dijo serio poniéndose de pie, tratando de liberarse de mi abrazo —Sabes bien lo que pienso de ti— rodeé la banca para acercarme a él

—Y quiero cambiarlo...— le dije seriamente — ¿No te das cuenta?

—Lo que no entiendo— negó con la cabeza — ¿Por qué conmigo? ¿Qué no puedes seguir a otro de los cientos de chicos de aquí?— dijo con fastidio —Por enésima vez, aléjate de mi, búscate a otro y asi los tres salimos ganando— pasó su mano por su cabello-

— Me agradas. Si, si puedo seguir a cualquiera de los otros chicos de aquí pero... no quiero— le respondí sus preguntas.

— ¿Por qué?

—Porque cualquiera me diría que sí a la primera...— reí —Y dicen que lo que fácil viene fácil se va— acomodé mi bolsa en mi hombro —Pero no te molestaré más, como te dije hace rato, ya fui suficientemente rechazado— hice un intento de sonrisa —Rompiste record Choi— suspiré — ¿Era para eso que querías verme?— que patético, yo esperaba que fuera para decirme que está enamorado de mi y quiere gritarlo a los cuatro vientos. Exagerado ¿no creen?

Del odio al amor [MINKEY || FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora