¿Acaso este el final de nuestra historia?

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Subí al auto y aceleré haciendo rechinar las llantas. No sé qué era, no sé si era tristeza, enojo o decepción. Tal vez un poco de las tres o más bien las tres.

Changmin iba a pasar por Jisung y Sulli. Los cuidaría en casa hasta que Kibum y yo llegáramos, cosa que no pasaría. Kibum regresaría a su casa o no me importa a dónde demonios vaya, solo lo quiero lejos de mí.

— ¿Por qué tan temprano? — preguntó levantándose del sillón.

—Qué te importa— dije de mala gana, no estaba de humor.

—Huy— se burló —El Minho gruñón ha vuelto— dijo antes de salir por la puerta.

Me dejé caer en el sillón, sentía un horrible dolor en el pecho. Como podía haber sido tan estúpido como para enamorarme de él. Había logrado por completo su propósito: Enamorarme y Destrozarme.

Todas las veces cuando al inicio me decía 'Me las voy a cobrar todas Choi' ahora lo cumplía. Si ese día en el partido no lo hubiera seguido a casa y no le hubiera confesado nada, esto no estaría pasándome. Realmente me arrepiento de todo.

El sonido de la puerta de un auto cerrarse me sacó de mis pensamientos. Rápido me puse de pie y prácticamente corrí a la ventana de la sala e hice a un lado la cortina.

Traía los zapatos en la mano, su cabello completamente desordenado por el aire y su maquillaje corrido por las lágrimas. Qué ganas tuve de correr hacia él... abrazarlo, besarlo y hacerlo mío una y otra vez... Pero Kibum nunca fue mío. Sólo fingía serlo.

Volteó hacia la casa y después se recargó en su auto cubriendo su rostro, lloraba.

Cerré la cortina y apagué la luz de la sala para subir a mi habitación.

****

— ¿Minho? Minho... ¡Despierta! ¿Minho?- unos golpes en mi mejilla me hicieron abrir los ojos sorprendido.

— ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Qué? — dije aceleradamente mientras trataba de deshacer el nudo que se había hecho con las sábanas y mis piernas. Ambos rieron —Qué quieren enanos— les dije acostándome de nuevo frotando mis ojos.

— ¿Minho donde está Kibum? — Preguntó Sulli abrazándome —Su auto no está y tampoco está en su habitación— hizo un puchero —Y tenemos hambre— ambos rieron nuevamente

—Pero tampoco están sus cosas— agrego Jisung y Sulli asintió con la cabeza.

— ¿É-ÉL nos dejó? — los ojos de mi hermana comenzaron a cristalizarse. ¿Qué no le bastó con hacerme daño a mí? Sino que también les hace daño a ellos.

—Sulli, Jisung...— resoplé y me enderecé sentándome en la cama. —Él ha vuelto a su casa...— no tenía ni la menor idea de que decirles.

— ¿Por qué? ¿Ya no nos quiere? — las lágrimas no tardarían en hacerse presentes en su rostro. No pude decir nada. No podía decirles que nos había mentido a todos —Pero Kibum prometió que estaría aquí.

—SULLI NO LLORES ¡SÍ! — dije en un fuerte tono que lejos de tranquilizarla la asustó y la hizo llorar con más intensidad. Jisung salió de mi habitación tras su hermana quien había salido corriendo.

Fin de la narración de Minho

****

Narra Kibum

Bajé del taxi, mi cabello ya era un desastre, mi conjunto estaba hecho un desastre por la lluvia: sucio y roto para ser exactos y seguramente mi maquillaje estaba más que arruinado. Saque las llaves de mi bolsa y miré hacia la casa Choi. Todo en mi interior se retorció. No pude más y me recargué en el auto y comencé a llorar una vez más con todo el sentimiento del mundo. Traté de tranquilizarme y subí.

Del odio al amor [MINKEY || FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora