Capítulo dieciséis

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-¡Arthur! ¡Bobo no duermas ahora!-gritaba Sam molesto- tch me preocupo por estar aquí y tu te duermes-pero fue abrazado.

-no lo haría-

-...ten tu regalo-dijo ofreciendo la bolsa a Arthur- no es mucho, pero espero te guste-

Arthur abrió la bolsa y miro dentro, un linda caja y un cuadro con una foto

-fue cuando nos conocimos...-susurro Sam sonrojado.

-y cuando te di un abrazo y a los segundos me empujaste y creo que si no fuese entonces tu jefe me golpeabas-ese comentario hizo reír a Sam y a sí mismo. 

-quizá tengas razón...-

-¿y esta caja?-

-abrela-dijo feliz, era un reloj que Arthur amba por su epoca antigua-es el que deseabas...-

-...¿como lo conseguiste?-pregunto impresionado.

-no fue nada, sólo empece a buscar por ahí y ya-pero no fue así, estuvo hasta la madrugada buscando el objeto por días, pero valió la pena, Arthur lo abrazó tan fuertemente como le gustaba, sentir su fuerza, su cariño y calor, era algo que lo convertía en el amor en vida y andante torpemente. 

-te amo-eran esas palabras las que lo sacaron de su estado de paz, ¿lo amaba? su corazón empezó a latir tan fuerte que tuvo que alejarlo.

-... no exageres-dijo riendo-no fue nada, a-ahora... emmm...¿que tal si bebemos algo? supongo te queda algo de licor-

-por favor ¿con quien crees que hablas?-hizo como si nada por cuan adorable le parecía su actitud. 

Las horas entre trago y trago pasaron tan rápido como los vasos de llenos a vacios, todo en un juego para molestar al menos resistente al alcohol y que aun así, por complacer a quien le gustaba era capaz de emborracharse hasta perder la conciencia, pero pararon antes que pasara o por lo menos Arthur le quito el vaso y se sentó a su lado. 

-¡hey! dame, yo puedo-dijo casi cayendo en su pecho por culpa que este levanto el vaso y siendo más alto este sólo tenía que arrimarse a él para conseguirlo.

-tu ganas, tu ganas-dijo ya cansado de estirar su brazo.

-¿gane?-pregunto con emoción-...¿gane?...¡ah! ¡si gané!-por un instante se le olvidó y lo recordó, pero dejó caer la cabeza en el pecho de Arthur. 

Quedaron en silencio, Arthur pensó que se durmió, lo intentó levantar, pero este reaccionó.

-no... tonto... me gusta aquí-

-¿encima mio?-

-si, eres super comodo...es una de las cosas buenas que tienes-

-¿como que cosas?-

-...son demasiadas-susurro.

-Sam... siento tu corazón-

-¡calla!... no es mi culpa sentir esto-

-¿sentir que?-

-no seas idiota, bobo, que siempre que te vea me haces sentir como un tonto, soy feliz de sólo ver tu sonrisa, sentirte y oir tu dulce voz que siempre me hipnotiza-dijo mientras se posicionaba arriba de Arthur. 

-...Sam-

-me gustas-lo agarró del cuello de  su traje para besarlo y ahogar el deseo con sus actos. 

Arthur estaba paralizado por la impresión, pero cuando sintió a este mover sus labios lo hizo reaccionar, sus brazos fueron a parar en sus caderas y subían y bajaban a su gusto causando que Sam temblara y se moviera contra su cuerpo. 

Cuidando Al Maldito De Mi Jefe ♢Yaoi/Gay♢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora