Capítulo Doce

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Sus mentes se conocieron el uno al otro, dando por ver que no eran tan distintos como creían.

Los días juntos fueron los más divertidos y en ya bastantes ocaciones iban con su hermano por parte de Dirk y con su hija por parte de Sam, se llevaban todos muy bien.

Pero algo nacio en Sam, algo que bloqueaba siempre que podía, cada vez que Dirk le sonreía, cada vez que lo abrazaba, cada vez que se acercaban era una aceleración cardiaca peligrosa para Sam.

¿Por que? ¿Por que sentía eso? Eso no era normal y siempre le preocupaba, por eso intento alejarlo fisicamente, parecía que Dirk estaba muy acostumbrado al trato que aun con esas lo hacia.

Ese día se juntarían a cenar solos, solo como cualquier otro día, pero sentía algo de temor a estar cerca de él.

Acabo la jornada y fueron en auto al departamento de Dirk. Entre charla y temas normales y según este viniera a la mente de uno.

-entiende que ese no es el final oficial, el juego tiene para tomar distintas rutas-se quejaba Sam, lamentablemente este acabo adentrándose al mundo de los videojuegos.

-¿entonces cual es el oficial? Según el trailer aparece ese final-

-tch que no, aparecen partes, pero en el 4to final tambien se parece y no es el mismo-

-¿cual sacaste tu?-

-2do y 6to-

-¿me enseñas a sacarlo?-

-quizá, pero tengo hambre-

-vale, tu sirve, debo ir a quitarme esto-dijo quitando la corbata y desabotonando su camisa-

-...vale-dijo ordenando las cosas y evitando verle, quería ahorrarse los momentos incómodos.

Puso las cosas en la mesa para ver la televisión o mínimo podría ver a Dirk mientras comen.

Deseaba no hacerlo, pero el tenerlo tan cerca, con ropa tan delgada, era mucha la tentasión, no penso en que era lo que sentía.

Pero desde que lo defendió sintio algo y tras cada visita, junta y sueños era peor.

-¿no te cambiarás?-pregunto abrazandolo por detrás.

Sintio su aroma atacar su oxigeno, su latido y respiración se detuvieron momentáneamente.

-¿que te he dicho sobre abrazarme por detrás?-pregunto molesto quitando el abrazo, pere fue abrazado nuevamente mientras se alejaba y esta vez en el cuello.

-que no haga, pero realmente me gusta hacerlo-dijo ahora moviendose hacia abajo a su estomago.

-¡Para!-grito golpeandolo, pero vio como se quedo sin aire, se asusto y se lanzo a él, no deseaba matarlo-¿D-Dirk? ¡Dirk! ¡respira!-grito tocando donde lo golpeo mientras mantenía sus cuerpos muy juntos en el sofá.

-te la creíste we-dijo riendo mientras lo agarraba de la cintura y este seguía casi encima de él con sus manos en sus hombros.

-maldito imbecil, ¡me asustaste!-grito rojo de furia.

-y tu me pegaste fuerte-dijo molesto.

-lo lamento-susurro acostandose y posando su mentón en la clavícula de Dirk.

-disculpa aceptada-dijo sonriendo tan cariñosamente que resonaba en su hablar haciendo que fuera inevitable que Sam lo mirara.

-vamos a comer-dijo cuando sintio fue demasiado.

Se sentaron a comer en silencio, todo era tranquilo, hablaron un rato y vieron el final de temporada de cierta serie para que Sam acabara la noche con algo de alcohol gracias a Dirk.

Solo por diversión cuando la última vez fue grandioso y ¿por que no hacerlo? Nadie sufría y solo había diversión en esas noches.

Sam bebio hasta perder la memoria, era entonces, cuando el hablaba notablemente cualquier bobería u se equivocaba, empezaba lo bueno.

Bastantes noches pasaba y aún así todo seguía como si nada. Hasta aquel día, donde Sam iba a ir a casa de Arthur.

Finalmente acepto sus desesperadas disculpas, estaba notablemente arrepentido y a decir verdad Sam lo extrañaba muchísimo, lo quería demasiado para que un sólo detalle arruinara todo.

Igual le parecía muy guapo, pero... hacia ya mucho que evito ese sentimiento, cuando supo de su familia acabo por rendir toda ilusión por ser amado.

Cuando lo veía con su esposa le dolio demasiado, si no fuera por su pequeña en camino no hubiese sido capaz de seguir con su corazón roto.

Al verse solo sonrieron y Sam lo abrazó.

-muchas gracias-dijo Arthur correspondiendo fuertemente.

-no tienes porque darmelas, siempre voy a ser tu amigo-

El día con las dos familias paso rápidamente, pero lo más importante pasó a la noche, donde los mayores, osea Dirk, Arthur y Sam bebían.

-Sam-lo llamo divertido en el sofá, este se apoyo en sus brazos atontado mirando desde ahí a Dirk quien estaba sentado al lado suyo y lo miro.

Dirk tomo del mentón a Sam y lo beso sin más, este gimio recibiendolo torpemente.

Sam impulsado por lo hipnótico de sus labios lo llevo a levantarse y dejar que lo tiraran al sofá esta vez por Dirk.

Este en un abrir y cerrar de ojos ya le estaba quitando la camisa.

-idiota... ¿por que tienes que ser tan sexy?-pregunto Sam mirando a Dirk quitarse la camisa botón por botón.

-¿no te gusto así?-

-claro que lo haces, no estaría imaginando esto-dijo mirandolo directo a su entrepierna- aun sigo pensando si en la realidad lo tienes tan... grande-susurro quitando el boxer y tomando el miembro de Dirk.

-vaya estas excitado-Sam sonrio mientras bajaba a lamer el miembro del otro.

-cállate -empezo su diversión, jugaba con este a la gana, sus deseos se hacían realidad sin que lo supiese y solo por su vergüenza a hablar directamente con Dirk.

Este comenzó a prepararlo en un movimiento de mano mientras el continuaba jugando con el miembro.

Jamás había soñado así, con esa sensación tan realista.

Esa noche fue como otra de sus vivas fantasías, pero noto algo en ese Dirk.

¿no parecía más maduro? Quizá sus cabellos peinados lo hacian ver así.
Estaba con traje y realmente se veía muy bien.

Esa noche estaba más excitado de lo común, no entendía el porque, quizá el lugar y lo sofisticado que se veía Dirk, pero se dejo llevar por sus fantasías.

[Lo lamento mucho, estuve muy ocupada intentando pasar de curso y varias cosas pasaron mentalmente... lamento el tiempo que me atrase en todas las historias, pero ahora estoy mejor y lista para volver :3
Muchas gracias por quienes aun estan pendientes de mis historias.
Se despide el Panda Náufrago ]

Cuidando Al Maldito De Mi Jefe ♢Yaoi/Gay♢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora